3 Días de Caminata de Kalaw al Lago Inle-Nyaung Shwe
Una de las características de mis viajes es que, a pesar de que mucha gente piensa lo contrario, son casi totalmente improvisados, nada planificados, y se van construyendo sobre la marcha. Normalmente no sé donde voy a dormir la noche siguiente, y solamente hago reserva en hostales si voy a llegar a horas intempestivas.
Eso fue lo que pasó con mi viaje de Mandalay a Kalaw, a donde viajaba con la intención de hacer un trekking de varios días al lago Inle, uno de los destinos más turísticos de Birmania, merecido con creces, pero que empieza a notar signos de sobrexplotación, sobre todo en la oferta para mochileros.
Mi autobús, que salió de Mandalay sobre las 6 pm, tenía previsto llegar después de medianoche, y por ello llamé antes de salir al Easter Paradise Hotel para hacer una reserva, indicando que llegaría de madrugada. La respuesta fue «no problem».
Cuando llegué a las 2 am, con un frío terrible en la calle porque Kalaw está a 1500 msnm, una niña me indicó la dirección del hotel, pero al llegar no había nadie esperándome y no respondían a mis llamadas.
Cuando ya pensaba que tendría que dormir en la calle apareció la dueña del hotel, que me dijo que había habido una confusión con la reserva y que estaban llenos.
La miré y le pregunté si quería obligarme a dormir en el suelo delante de su puerta, porque a esa hora el pueblo estaba desierto, y enseguida me consiguíó una habitación en el hotel antiguo, en la que ahora vive la familia, y dormí en la habitación de un sobrino, cuyo armario, con 2 cazadoras, 2 camisas, 2 pantalones y 2 pares de zapatos, me hizo pensar en la cantidad de ropa que compramos en Occidente para ponerla sólo un par de veces.
Al dia siguiente la dueña no hacía más que disculparse y me dieron una habitación más grande con baño privado en la parte nueva por 8US$.
La dueña conoce a varios guías de trekking, y aunque el hostal más popular de Kalaw para organizar grupos de senderismo es el Golden Lily, muy cerca del Easter Paradise, este es un buen lugar para conseguir otros compañeros de viaje y con ello repartir el precio entre más gente.
En mi visita a Golden Lily no conseguí gente para hacer el trekking pero conocí a dos sevillanos, Isabel y Esteban, residentes en Ginebra, que habían viajado hasta Irán en un Renault 5 de los 90 en ruta por España-Francia-Mónaco-Italia-Eslovenia-Croacia-Serbia-Bulgaria-Turquía-Georgia-Armenia-Irán, y luego en transporte público por India-Nepal-Tailandia-Laos-Vietnam-Camboya-Myanmar-Malasia-Indonesia.
Dos viajeros de pro con los que compartí muy buenos momentos y con los que volví a coincidir en Koh Tao, Tailandia, antes de que ellos continuaran su vuelta al mundo por Australia, Nueva Zelanda y América.
Cuando regresé al hostal, un guía llamado Win, nombre muy popular en Birmania, me contó que tenía otra persona para hacer el trekking de la ruta norte de 3 días, el que me me interesaba a mi porque escapa de los grupos grandes.
Su nombre era Simone. Allí mismo negocié el precio para los 3 días, a 20$/día, con 2 noches de alojamiento y 7 comidas incluídas.
Así, sin conocer a mi compañera de los 3 días siguientes, cerré el acuerdo para el trekking, y todo salíó perfecto. En los 3 días de trekking no encontramos ningún extranjero aparte de nosotros dos, una suiza de Lucerna y un españolito de Coruña, y todos los birmanos que encontramos en el camino fueron encantadores.
Hay gente que se rie cuando digo que una de mis máximas es que «al que no tiene planes no le pueden fallar», y yo me rio porque el que no lo ha probado no conoce la sensación de libertad que da.
Para ir calentando piernas, se puede subir a un monasterio que tiene una vista espectacular sobre Kalaw al atardecer, o a alguna de las colinas de los alrededores.
El trekking desde Kalaw hasta el lago Inle es muy popular, son de dos a cuatro días en los que haces unos 40-60km desde los 1500 msnm de Kalaw a los 900 msnm del Lago Inle.
Si vas por la ruta sur es muy fácil encontrar gente en Kalaw para hacer un grupo y que te salga más barato, pero los grupos son a veces de hasta 12 personas, y a mi me apetecía algo más tranquilo y menos transitado.
El primer día son casi 25 km, sales sobre las 8 am, y paras bastante en el camino, para visitar los pueblos Shan, para comer una reconfortante sopa de tallarines y ensalada, o simplemente para relajarte al borde de un camino o debajo de un banyan, el arbol sagrado budista.
En un templo en el que paramos, tenían una curiosa estatua sobre un globo terráqueo que representaba con bastante fidelidad el sureste asiático pero que era muy impreciso en el resto del mundo, me pregunto de cuándo sería.
La región de Kalaw tiene bosques de pino que están protegidos y es la zona más boscosa que he encontrado en Myanmar, muy deforestada en general porque han vendido los bosques a los chinos.
En Kalaw, si cortas un árbol sin permiso, puedes pudrirte hasta 7 años en la cárcel. Pasamos por 7 poblaciones Shan durante el día
En muchos pueblos ves que ponen delante de las casas a secar lo que han recogido, como el chile y el gengibre, lo que les da un olor peculiar.
Win resultó un guía perfecto, ya que hablaba un buen inglés, tenía un conocimiento de geografía y política internacional enorme, y en los pueblos por donde pasábamos se notaba que lo estimaban.
No tuvimos que tirarle mucho de la lengua para que nos contara las atrocidades de la Junta militar, que obliga a regiones y pueblos a cambiar sus tradicionales métodos de cultivos para plantar productos destinados a la fabricación de biodiesel, y les pagan una miseria.
Nos contó que dos de sus hermanos habían entrado en el ejército, a veces la única manera de subsistir en un país completamente destartalado, y que uno había muerto de malaria combatiendo en la jungla contra rebeldes Shan, y que el otro se había dedicado a la mala vida y estaba en la cárcel.
Win también nos contó que llevaba un camino similar al de los hermanos, pero que un día decidió seguir a rajatabla los preceptos del budismo que se practica en Birmania, y que eso le había salvado.
El primer dia dormimos en casa de una familia muy agradable, aunque no hablaban una palabra de inglés y toda la comunicación fue a través de Win.
A pesar del saco de dormir y las 2 mantas que teníamos pasamos un frío terrible, porque estábamos a 1500 msnm y la casa era de planchas de bambú, con agujeros entre las láminas entrecruzadas para que pasara la luz natural, ya que no tenían electricidad, pero que también dejaban pasar todo el frío y relente nocturnos.
El segundo dia estaba de pie al amanecer antes de las 6 a.m. para poder calentarme con el sol y hacer unas cuantas fotos, y después de desayunar copiosamente salimos de nuevo al camino a las 8 a.m.; sólo teníamos 15 km hasta el monasterio donde íbamos a dormir, y llegamos allí sobre las 4 de la tarde.
En el camino nos encontramos con bastantes sembrados y gente trabajando en el campo, siempre a mano, nada de maquinaria, y el transporte de lo que recogían era en carretas tiradas por bueyes.
Vimos campos de arroz, gengibre, soja, alubias, y chile, mucho chile, además de otras plantaciones que o Win no sabía su nombre en inglés, o yo no sabía la traducción de inglés a español.
Llegamos al monasterio tan tarde porque después de comer nos echamos una siesta de hora y media ya que el calor apretaba muy duro.
Nos dimos un baño al estilo birmano, o sea con palangana y agua fría, y nos abrigamos bien porque el monasterio estaba a 1.300 msnm y después de la experiencia de la primera noche no queríamos helarnos de nuevo.
El monasterio es antiguo y muy acogedor, de madera, y en él viven 3 monjes y 7 novicios que se alojan en dormitorios diferentes.
Nosotros dormimos en la sala principal, cerca del altar, pero separados porque el monje le dijo a Win que hombres y mujeres no debían estar demasiado cerca.
En eso los monjes budistas se parecen a todos los curas del mundo, ven pecado por todas partes porque yo podía ser el padre de Simone por edad.
Por suerte hizo mucho menos frío que la primera noche. Desayunamos con los monjes, pero no su eterno menú de arroz y verduras, si no que Win cocinó huevos y otras viandas.
El tercer día eran sólo 10km de caminata, y con las ganas que teníamos de terminar para darnos una buena ducha, al mediodía estábamos al borde del lago Inle, donde almorzamos para recuperarnos de la solanera, y luego tomamos una barca que nos llevó en 20 minutos a Nyaungshwe, la capital del lago Inle.
La palabra capital le queda un poco grande, ya que Nyaungshwe es poco más que un pueblo que ha crecido bastante por el incremento del turismo al Lago Inle, y el único lugar con opciones y servicios para mochileros, como guesthouses, cibercafés y alquiler de bicicletas.
En realidad Nyaungshwe no está propiamente en el lago, si no conectado con Inle por un canal de 3km, y es el único lugar que tiene alojamientos para mochileros, ya que en el resto del lago suele haber resorts para grupos organizados de turistas alemanes y similares.
Me alojé en el Hotel Remember Inn, en una zona tranquila pero muy cercana a la calle principal de Nyaung Shwe, donde está el bullicio de restaurantes, cibercafés, agencias de viaje y alquiler de bicis para turistas.
El hotel tiene dos tipos de alojamiento, unas habitaciones enormes con baño privado por 8$ y bungalows exteriores un poco más caros. El dueño habla muy buen inglés y es una persona muy dinámica y servicial.
Una de las mejores cosas del hotel es el desayuno, que está incluido en los 8$ del precio; lo tomas en la azotea de la cuarta planta, donde estás rodeado de montañas.
Sirven desayuno occidental con huevos o pancakes, o si lo prefieres puedes pedir desayuno birmano con sopa de noodles o tallarines.
El pueblo en sí tiene poco de interesante salvo un museo dedicado a Buda, pero a mi me basta con que tenga un mercado vibrante y auténtico, y el de Nyaungshwe lo es.
Me sentaba a comer y por señas decía lo que quería, todo el mundo se reía con mis intentos de decir palabras en birmano, y al final la comida y la bebida, té por supuesto, me salía por 50 céntimos de euro.
Es imprescindible contratar una barca para recorrer el lago y sus mercados tradicionales. Volví a encontrarme con Esteban e Isabel, y fuimos todos juntos a recorrerlo por 15€ que costaba alquilar una barca todo el día, desde las 8am hasta las 6 pm.
Los mejores mercados están en la parte sur del lago, a unos 20 km de Nyaung Shwe, y allí nos fuimos directamente, bueno, con una parada de media hora en medio del lago porque se nos averió el motor y tuvieron que venir de otra barca a ayudar a repararlo.
Ese tiempo nos sirvió para ver la curiosa técnica de remo y pesca de los paisanos, ya que, como manejan las redes con las dos manos, se sirven de una pierna, que sujeta el remo, para avanzar o retroceder con la barca.
Las redes son también curiosas, con forma cónica y bastante grandes para el pequeño tamaño de las barcas.
Del mercado, enorme y con una parte turística y otra muy tradicional, donde yo almorcé, nos fuimos a una fábrica de telas donde usaban telares de madera con la misma tecnología de hace siglos, pero que realizaban unas sedas primorosas.
La técnica de fabricación de la seda es tradicional y se transmite de madres a hijas; cada pueblo tiene diseños y motivos propios y diferenciados.
Varios pueblos del lago son flotantes, con casas palafitos a varios metros del nivel del agua, y con todo tipo de servicios, como escuelas y hospitales; se nota que el turismo ha mejorado el nivel de vida en Inle.
Vistamos una fábrica de cigarros de tabaco birmano y una forja donde hacían las piezas de hierro a mano, con un enorme fuelle que manejaban subiendo y bajando ritmicamente los brazos, y varios hombres martilleando las piezas al rojo vivo con unos enormes mazos.
En un islote del lago vimos huertos semiflotantes donde cultivaban todo tipo de verduras y frutas, y también recorrimos los canales para visitar varios templos hermosos.
En algunos canales tienen un sistema de pequeñas represas para compensar la diferente altura del agua, y a veces te ves obligado a remontar o bajar un «escalón» de agua de unos 50 centímetros.
La última visita del día fue a un monasterio donde han enseñado a varios gatos a saltar a través de un aro, al estilo de los leones en los circos, por supuesto a cambio de comida. Deben aburrirse bastante los monjes en ese monasterio.
Puedes bajarte en wikiloc la ruta gps en 3 días, de casi 60 km, aunque yo recomiendo hacerlo con guía porque nos servirá para comunicarnos mucho mejor con la gente de las poblaciones locales.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver todas las fotos del trekking de Kalaw al Lago Inle
Para más información sobre Myanmar consulta las páginas web de:
Wikipedia. Lago Inle
Contratación trekking en agencia
Wikipedia. Myanmar
Geoplaneta
ONU. Situación Derechos Humanos en Myanmar
Yahoo. especial Birmania
Documentos Elmundo.es. Birmania
Haz clic para ver:
Fotos de Trekking de Kalaw al Lago Inle y Lago Inle.
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¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos, desde Coruña, España, 29 de junio de 2011
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