Manila Intramuros, Pasado Colonial y Decadencia Actual
El regreso a Manila 6 años después de mi primera visita me sirvió para comprobar que la ciudad podía ser todavía más ruidosa y caótica que antes, ya que ahora hay un frenesí constructor de rascacielos cada vez más altos, como si la altura sirviera para ignorar las calles destrozadas, las aceras casi inexistentes, y los miles de personas que duermen sobre cartones o directamente en el suelo.
Sobre la «oferta» de servicios al turismo, sigue siendo la de siempre, ya que en el corto trayecto que iba desde mi hostel hasta el lugar donde desayuné, en el barrio de Malate, me ofrecieron chicas, Rolex, drogas, joyas y viagra, lo mismo que la vez anterior, excepto la viagra, debe ser que cumplir los cincuenta me hace candidato a su consumo.
Lo que tampoco ha cambiado, y eso no es una buena noticia, es la conservación y mantenimiento de Intramuros (literalmente dentro de las paredes), el centro histórico y barrio más antiguo de Manila, fundada por los españoles en 1571 en lo que era un enclave musulmán que tenía un floreciente comercio con China.
El nombre Maynila viene del tagalo May nilad que significa «donde hay nílad», un arbusto que crece en la zona. El gentilicio es manileño, que es como pronunciaría un gangoso el gentilicio de Madrid (perdón por el chiste malo).
Construída al estilo de las ciudades españolas de la época, se la conoce también como la Ciudad Murada (ciudad amurallada), por el perímetro de casi tres kilómetros de grandes murallas de piedra y fortificaciones que la protegían.
Las murallas no sirvieron apenas de nada cuando en 1945, durante la cruenta batalla de Manila entre norteamericanos y filipinos contra los invasores japoneses, Intramuros quedó completamente arrasada, y al terminar la guerra, las órdenes religiosas y organismos oficiales con sede en el recinto amurallado se trasladaron a otras zonas por el enorme coste de reconstrucción que suponía.
Las leyes y medidas que se aprobaron para proteger el carácter histórico de la ciudad no sirvieron apenas de nada y hoy conviven horribles edificios modernos con los pocos coloniales que quedan.
Uno de los más interesantes es la Iglesia de San Agustín, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el s.XVII, se levantó en Intramuros una ciudad de palacios, iglesias, monasterios, conventos, escuelas y casas con preciosos patios interiores.
Es difícil perderse en Intramuros, construida como una cuadrícula, con la calle General Luna (antigua Calle Real), donde está la entrada principal en la muralla, que lleva hasta la Iglesia San Agustín y a la Catedral de Manila. Un poco más allá se encuentra el Fuerte Santiago, una de las principales atracciones turísticas de Manila.
La Iglesia de San Agustín es un tesoro del barroco español, con un espectacular techo y un espléndido altar mayor. Consagrada en 1607, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial con daños considerables, y es la iglesia de piedra más antigua actualmente en pie en las Filipinas, motivo por el que fue añadida a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1993 como parte del grupo de «Iglesias barrocas de Filipinas».
Miguel López de Legazpi (1502-1572), el primer Gobernador General de Filipinas, está enterrado cerca del altar mayor. En un lateral de la plaza está el Museo de San Agustín, que no visité porque aparecieron varios autobuses cargados de niños justo en el momento en que iba a entrar.
Más allá de los muros, hacia el sur, se encuentra Rizal Park, el parque dedicado al héroe filipino, ajusticiado por los españoles, que tiene un pequeño museo y altar dentro del Fuerte Santiago. El recuerdo asociado a este evento hace que muchas veces podamos leer textos en placas y monumentos donde nos llaman de todo a los españoles menos bonitos.
Desgraciadamente Intramuros está abierta al tráfico de coches, y las estrechas aceras, los miles de cables de electricidad, y, sobre todo, la pesadez de los que intentan venderte un mapa y llevarte a dar la vuelta a Intramuros en triciclo, hacen que la visita sea de todo menos apacible.
Los turistas pudientes recorren en Intramuros en unas preciosas calesas tiradas por caballos, y aquí si que tengo que reconocer que los caballos están muy bien cuidados.
El Fuerte de Santiago era el antiguo cuartel militar del gobierno español colonial, y aunque la fortaleza sufrió grandes daños durante la Batalla de Manila de 1945, fue restaurado posteriormente, incluyendo la emblemática puerta con un relieve de madera de Santiago Matamoros, patrón de España, en la pose habitual montado a caballo sable en mano arremetiendo contra los sarracenos.
José Rizal fue encarcelado aquí antes de su ejecución el 30 de diciembre 1896, y ahora se venera su figura en el altar, y después la gente visita el museo adyacente con objetos de su vida y sus poemas traducidos a varios idiomas.
Abajo copio su último poema, escrito en la celda y enviado a su familia escondido dentro de una lámpara. Es un poema muy emotivo y de gran calidad lírica.
En la Plaza de Roma se encuentra una estatua del rey Carlos IV de España, erigido en 1824 como agradecimiento por haber enviado un cargamento de vacunas contra la viruela a las Filipinas.
La que debió ser una bella plaza se encuentra hoy rodeada de feos edificios, excepto el de la catedral de Manila, aunque este tampoco es colonial porque fue destruido en 1945.
La nueva Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, o catedral de Manila, fue consagrada en 1958 y es el octavo templo construido en el lugar desde 1581.
Hay una pequeña exposición que detalla la historia de la Catedral en una de las capillas laterales de la entrada, y aunque el interior no es bonito es al menos un lugar fresco para escapar del calor de Manila.
La Casa Manila, una de las pocas casas restauradas, es una recreación del típico hogar de clase alta colonial de Intramuros, con estancias llenas de muebles antiguos, obras de arte, y otros objetos de la época española, que muestran como era la vida cotidiana de las familias adineradas. Como ejemplo, una preciosa calesa repujada en plata.
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Para más información sobre Manila y Filipinas, consulta las páginas web de:
Wikipedia Filipinas, Wikipedia Jose Rizal, Wikipedia Manila, y en inglés web oficial deTurismo de Filipinas, The Philippines y Experience Philippines.
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Mi Ultimo Adiós. José Rizal
Adios, Patria adorada, region del sol querida,
Perla del Mar de Oriente, nuestro perdido Eden!
A darte voy alegre la triste mustia vida,
Y fuera más brillante más fresca, más florida,
Tambien por tí la diera, la diera por tu bien.
En campos de batalla, luchando con delirio
Otros te dan sus vidas sin dudas, sin pesar;
El sitio nada importa, ciprés, laurel ó lirio,
Cadalso ó campo abierto, combate ó cruel martirio,
Lo mismo es si lo piden la patria y el hogar.
Yo muero cuando veo que el cielo se colora
Y al fin anuncia el día trás lóbrego capuz;
Si grana necesitas para teñir tu aurora,
Vierte la sangre mía, derrámala en buen hora
Y dórela un reflejo de su naciente luz.
Mis sueños cuando apenas muchacho adolescente,
Mis sueños cuando joven ya lleno de vigor,
Fueron el verte un día, joya del mar de oriente
Secos los negros ojos, alta la tersa frente,
Sin ceño, sin arrugas, sin manchas de rubor.
Ensueño de mi vida, mi ardiente vivo anhelo,
Salud te grita el alma que pronto va á partir!
Salud! ah que es hermoso caer por darte vuelo,
Morir por darte vida, morir bajo tu cielo,
Y en tu encantada tierra la eternidad dormir.
Si sobre mi sepulcro vieres brotar un dia
Entre la espesa yerba sencilla, humilde flor,
Acércala a tus labios y besa al alma mía,
Y sienta yo en mi frente bajo la tumba fría
De tu ternura el soplo, de tu hálito el calor.
Deja á la luna verme con luz tranquila y suave;
Deja que el alba envíe su resplandor fugaz,
Deja gemir al viento con su murmullo grave,
Y si desciende y posa sobre mi cruz un ave
Deja que el ave entone su cantico de paz.
Deja que el sol ardiendo las lluvias evapore
Y al cielo tornen puras con mi clamor en pos,
Deja que un sér amigo mi fin temprano llore
Y en las serenas tardes cuando por mi alguien ore
Ora tambien, Oh Patria, por mi descanso á Dios!
Ora por todos cuantos murieron sin ventura,
Por cuantos padecieron tormentos sin igual,
Por nuestras pobres madres que gimen su amargura;
Por huérfanos y viudas, por presos en tortura
Y ora por tí que veas tu redencion final.
Y cuando en noche oscura se envuelva el cementerio
Y solos sólo muertos queden velando allí,
No turbes su reposo, no turbes el misterio
Tal vez acordes oigas de citara ó salterio,
Soy yo, querida Patria, yo que te canto á ti.
Y cuando ya mi tumba de todos olvidada
No tenga cruz ni piedra que marquen su lugar,
Deja que la are el hombre, la esparza con la azada,
Y mis cenizas antes que vuelvan á la nada,
El polvo de tu alfombra que vayan á formar.
Entonces nada importa me pongas en olvido,
Tu atmósfera, tu espacio, tus valles cruzaré,
Vibrante y limpia nota seré para tu oido,
Aroma, luz, colores, rumor, canto, gemido
Constante repitiendo la esencia de mi fé.
Mi Patria idolatrada, dolor de mis dolores,
Querida Filipinas, oye el postrer adios.
Ahi te dejo todo, mis padres, mis amores.
Voy donde no hay esclavos, verdugos ni opresores,
Donde la fé no mata, donde el que reyna es Dios.
Adios, padres y hermanos, trozos del alma mía,
Amigos de la infancia en el perdido hogar,
Dad gracias que descanso del fatigoso día;
Adios, dulce extrangera, mi amiga, mi alegria,
Adios, queridos séres morir es descansar.
¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos, desde Sabang, Mindoro, Filipinas, 30 de enero de 2012
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