Mandu, Capital de Tres Imperios
Mandu es hoy una pequeña y dormida población en el estado de Madhya Pradesh, a la que no es cómodo ni fácil llegar, pero la recompensa es encontrarnos en un lugar que fue capital de tres imperios, y a la que los musulmanes llamaban Shadiabad or Ciudad de la Alegría (aunque este título luego se lo dio Dominique Lapierre a Calcuta).
Mandu es interesante no sólo por sus ruinas, sino por su ubicación, ya está rodeada de lagos, al este está protegida por una profunda garganta (no hay que confundir con garganta profunda), y los restos del fuerte y murallas se extienden por más de 20 km2.
La cima de la colina fue fortificada ya en S. VI aC., pero la importancia de Mandu creció a partir del S. X cuando los Paramaras formaron un reino independiente, con capital inicialmente en Ujjain y luego en Dhar, muy cerca de Mandu. Posteriormente pasó a formar parte del sultanato de Delhi.
La invasión de Delhi en 1401 por parte de los Mongoles fue una bendición para Mandu, que volvió a ser independiente bajo un gobernador agfano.
Los siguientes siglos fueron de prosperidad hasta que los Marathas conquistaron Mandu en 1732.
Las ruinas de Mandu son de gran valor histórico, y destacan: el fuerte de seis puertas, el Champa Baoli o antiguo pozo, la mezquita Jami Masjid , uno de los edificios más majestuosos, el Palacio de Baz Bahadur, construido en el S. VI, el Jahaz Mahal o palacio barco, el Hindola Mahal y el Palacio de Rupmati, todos ellos ejemplos de excelente arquitectura.
«Durante el monzón, Mandu es un páraiso», era una expresión utilizada, ya que los lagos se llenaban con la lluvia, y Mandu parecía flotar en el cielo.
El Jahaz Mahal también parece flotar aunque es de piedra, porque es un palacio de 100 metros de largo y no más de 15 de ancho, rodeado por dos lagos que le dan apariencia de barco.
Mandu está a 100 km y varias horas en bus desde Indore, aunque no hay buses directos sino que hay que cambiar en Dhar, donde me dejó el bus a las 5 a.m., en la carretera, sin idea de hacia donde estaba la estación de autobuses.
Por suerte en la India la gente madruga mucho y enseguida vi a alguien con una maleta, que no hablaba inglés, pero supuse que iba a la estación y no me equivoqué.
Mandu refleja en piedra la vida y amor del príncipe-poeta Baz Bahadur por su consorte, Rani Roopmati.
Todavía hoy se cantan baladas que recuerdan el romance de los dos amantes reales (reales por partida doble, por ser de la familia real y por ser un amor verdadero).
La mezquita más antigua data de 1405, y la más elaborada es Jama Masjid o gran mezquita, ejemplo de la arquitectura Pathan.
La tumba en mármol en su interior es magnífica, y se dice que su diseño sirvió de inspiración a Sha Jahan para la construcción del Taj Mahal.
En su época de mayor prosperidad, no había ningún pobre en Mandu.
Si llegaba un pobre a la ciudad cada habitante estaba obligado a regalarle un ladrillo y una moneda de oro, para poder construir una casa y establecerse.
Mandu es famosa también por dos tipos de fruta que sólo se dan aquí, un tamarindo conocido como Mandu ka Imli, parecido a la papaya, y el khirani, una fruta amarilla.
Las dos están buenísimas, como toda la fruta en India.
En la entrada al palacio barco hay un coqueto museo con paneles y esculturas en piedra, además de una buena colección de fotos y posters sobre Mandu.
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Visita la web oficial del estado de Madhya Pradesh, la guía de turismo de Madhya Pradesh, la guía de ecoturismo de Madhya Pradesh, el artículo sobre Mandu en Wikipedia o la web oficial de turismo de la India para saber más sobre el país.
¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos
Desde Pelling, Sikkim, 30 de Abril de 2007
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