La Muerte Negra Asola Galicia. Nunca Mais permitiremos que vuelva a suceder.

Desde hace casi un mes no paro de llorar. Lloro de tristeza por el daño irreparable que se ha causado a las costas gallegas y a su ecosistema, marino y terrestre; lloro de solidaridad con las gentes del mar que han perdido su sustento, y quizás su futuro; lloro de rabia e indignación por la incompetencia de unos políticos enzarzados en luchas partidistas a los que no le interesa el pueblo lo más mínimo; lloro en fin por un mundo en el que lo económico prima sobre lo ecológico, y mis lágrimas son negras, como la negra sombra del fuel vertido por el Prestige que se cierne sobre Galicia.

Esta catástrofe no sólo es una tragedia para Galicia, sino para el mundo entero, reconocida ya como el más grave accidente marítimo ocurrido en Europa, en una zona que desgraciadamente ostenta el récord mundial de accidentes marítimos, hasta 5 en los últimos 26 años (Urquiola, Casón, Mar Egeo, Andros Patria y ahora Prestige).

El Buraco do Inferno en la isla de Ons, Parque nacional Islas Atlánticas, una de las más afectadas. Nunca un nombre fue tan apropiado

Toda la costa gallega es ahora la Costa de la Muerte, y desgraciadamente nuestros vecinos portugueses, asturianos, cántabros, vascos y franceses se han sumado a esta macabra procesión que lleva muerte y destrucción a su paso. A pesar de la magnitud de la tragedia, las autoridades se negaron desde el principio a reconocer la marea negra, a enviar al ejército, a proporcionar medios para la limpieza, a pedir ayuda a otros países, y cuando lo hicieron, el chapapote había ya petroleado nuestras playas, nuestros pueblos, costas e islas que eran paraísos naturales, y sobre todo nuestros corazones, que se encogían con el espeso fuel.

Siempre he sido muy crítico con el carácter fatalista de los gallegos, que decimos con sorna “mean en nos, e decimos que chove” (mean en nosotros y decimos que llueve), pero el domingo 1 de diciembre de 2002 los gallegos nos hemos quitado de encima siglos de resignación, y más de 200.000 personas demostraron en Santiago de Compostela que “nunca máis” permitiremos que esto vuelva a suceder.

La Marea Blanca de Voluntarios

Castelao decía hace muchos años que “el gallego no protesta, emigra”, pero el gallego del s. XXI no sólo protesta, sino que es solidario hasta la médula, y todos a una, los gallegos nos hemos levantado contra la incompetencia de las autoridades, hemos recogido el chapapote con nuestras manos y herramientas construidas en nuestras forjas, hemos salido a la mar en todo tipo de chalupas, lanchas, barcas, chalanas, planeadoras, barcos, etcétera, y hemos cosido nuestras propias barreras para detener a la Muerte Negra; también hemos recibido la solidaridad de miles de personas que han venido a trabajar con nosotros desinteresadamente desde todos los rincones del mundo, y no precisamente para “hacerse la foto”, una «marea blanca» que conseguirá terminar con la marea negra.

Gracias de corazón a todos. No os olvidaremos y esperamos que vosotros tampoco nos olvidéis y volváis para tomarnos una «taziña» con unos «percebiños».

Nunca más podrá volar, ¡si pudiera votar!

En mi recorrido por las costas gallegas he visto, olido, y sentido cosas que jamás podré olvidar. Recordé mi visita a las islas Ons este verano, y el diario que escribí en vagamundos criticando el abandono en que estaban; no podía imaginar que 3 meses más tarde, estarían asfaltadas en toda su extensión.

En el centro de recuperación de aves de Vimianzo, alcatraces agonizando nos miraban con ojos aterrados, no entendían por qué no podían volar, en las playas de Muxía peces flotando sobre la espesa capa de chapapote daban sus últimas boqueadas, y los percebes de la Costa da Morte mezclaban su color negro con el del fuel.

El acuario de La Coruña, al borde del desastre

Un recorrido por el acuario Finisterrae de La Coruña, el símbolo de la recuperación del mar después de la tragedia del Mar Egeo (uno de los 3 de Europa que toma el agua directamente del mar), donde hace sólo 3 meses me entrevistaba la TVG en su maravillosa sala Nautilus, te parte el alma, selladas sus compuertas y colocadas las barreras para detener lo inevitable, y en la zona abierta, el mudo testigo del ancla recuperada del Mar Egeo demuestra que nunca aprenderemos a valorar suficientemente la naturaleza.

No nos taparan la boca con dinero; las indemnizaciones y subvenciones se pagarán con el dinero de nuestros impuestos, y ninguna limosna podrá paliar el efecto desastroso en la economía gallega a medio y largo plazo; más del 50% de la economía gallega depende de la mar, y por cada persona que depende directamente de ella, hay 5 más que no recibirán indemnizaciones (¿van a recibirlas los rederos, los subastadores, los transportistas, los fabricantes de hielo, de cajas, los estibadores, las pescaderas del mercado, etcétera?), y el impacto en el turismo será brutal.

Para mayor desgracia, unas 40.000 toneladas de fuel yacen a 3.600 metros de profundidad esperando el momento de salir (¿alguien de verdad se puede creer que se van a quedar congeladitos allí?) ; una espada de Damocles que penderá sobre nuestras cabezas durante muchos años.

El ancla del Mar Egeo, un triste recuerdo

Los medios de comunicación se irán, el submarino francés desaparecerá, y nosotros tendremos una bomba de relojería en la puerta de nuestras casas que un día reventará trayendo de nuevo la tragedia a nuestra casa. Pero los gallegos y españoles tomamos nota y no olvidaremos.

Un gobierno que se ha negado a declarar zona catastrófica, que ha mentido al pueblo, que ha censurado, desinformado y manipulado información, que ha despreciado y ninguneado la opinión de expertos y grupos ecologistas, que se niega a reconocer la descoordinación que existe, que responde con insultos y referencias al felipismo a preguntas concretas y específicas, que envió a medio ejército español para recuperar Perejil y ha tardado 22 días en enviarlo a Galicia, que invertirá 6.000.000.000 de Euros (6.000 millones, habéis leído bien) en aviones de combate que se caen a razón de 70 millones cada uno, que dice que del Prestige salen «4 hilillos de plastilina casi solidificado», negando las manchas que hay en superficie, y afirma que no puede invertir en barcos anticontaminación, recibirá la justa valoración del pueblo en las urnas.

El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, en La Coruña

La plataforma Nunca Máis ha aglutinado a artistas, intelectuales y personas de la calle en un intento para que la censura informativa de los gobiernos central y autonómico no logre callar el grito colectivo de todos los gallegos; hasta los informadores agrupados en el Colegio Profesional de Xornalistas de Galicia han denunciado el «apagón informativo» de las autoridades, y ahora el Gobierno dice que los medios de comunicación están magnificando la catástrofe.

Eso se llama matar al mensajero, y es algo que han practicado siempre los gobiernos totalitarios; buscando una definición en la enciclopedia para el nuestro, encontré autocracia y justo al lado autocrítica, y, una por acción, y otra por omisión, creo que serán los símbolos de la actitud del gobierno frente a esta crisis que les ha desbordado completamente, y a la que sólo han sabido responder «peor lo hicieron en 1992».

El Rainbow Warrior y la plataforma Nunca Mais

El buque insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, atracado en el muelle de trasatlánticos de La Coruña, me ha recordado la oportunidad que tuve de bucear en el Rainbow Warrior original, hundido en la bahía de Auckland, Nueva Zelanda, por los servicios secretos franceses, para parar la campaña contra las pruebas nucleares en Polinesia.

Ahora es un hermoso pecio que acoge multitud de especies marinas, esponjas y bancos de peces; nuestro gobierno no ha llegado a tanto, pero la policía ha expulsado varias veces a miembros de Greenpeace de playas que estaban limpiando, porque el gobierno tiene el «monopolio» de la limpieza, y decide quién, cómo, dónde y cuándo, considera «digno» para poder limpiar las costas. llamadas de voluntarios de Vigo y Pontevedra para venir a ayudar han sido respondidas con un «ya le llamaremos cuando la marea negra llegue a las Rias Baixas»; ¡alucinante!

Los colores de Greenpeace, una esperanza para Galicia

Quiero agradecer profundamente la dedicación de los políticos y gobernantes «responsables», que durante este tiempo han demostrado lo que les importamos los gallegos, yéndose de caza, a esquiar, de visita privada a Doñana, asistiendo al programa de Rafaella Carrá, a Cofú, a Málaga, y propongo que les condecoremos con la “Gran Cruz de Chapapote”, especialmente a Jose María Az ná de ná, Presidente de Desgobierno, Marea-no Rajó, Rajó y Rajó, Vicepresidente de Desgobierno, Francisco Álvarez Mono-Cascos, ministro de Fo-miento, Jaume Matas Aves, ministro de Mierda Ambiente, Federico ras-Trillo Playas, la ministra de Sanidad, Ana Pastorbar no vengas, el Delgado del Gobierno, Arsenio Fdez. Mesa sus cabellos, y una mención especial al gobierno gallego presidido por Ma-fuel Fraga-pote, que ha perdido todo el “Prestige».

La Marola, un buen lugar para reflexionar sobre la tragedia del Prestige

Por suerte, quedará una hemeroteca histórica con todos los despropósitos dichos por los políticos, os adjunto aquí unas perlas que no tienen desperdicio:

«YA HA PASADO EL PELIGRO MÁS GRAVE» (D. Manuel Fraga, 15/11/02).

«NO SE PUEDE HABLAR DE MAREA NEGRA; SON MANCHAS NEGRAS Y DISPERSAS». (J.L.López Sors, Director General de la Marina Mercante, 17/11/02)

«TODO EL FUEL DERRAMADO QUE TENÍA QUE LLEGAR A LA COSTA GALLEGA YA HA LLEGADO» (Enrique L. Veiga, Conselleiro de Pesca, 17/11/02).

«AFORTUNADAMENTE LA RÁPIDA INTERVENCIÓN DE LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS ALEJANDO EL BARCO DE LAS COSTAS HA PERMITIDO QUE NO TEMAMOS UNA CATÁSTROFE ECOLÓGICA NI GRANDES PROBLEMAS PARA LOS RECURSOS PESQUEROS». (Miguel A. Arias Cañete, Ministro de pesca, 16/11/02).

«EL DESTINO DEL FUEL EN EL FONDO DEL MAR ES CONVERTIRSE EN ADOQUÍN».(Arsenio Fdez. de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia, 19/11/02).

«HAY UNA CIFRA CLARA, Y ES QUE LA CANTIDAD QUE SE HA VERTIDO NO SE SABE».(Arsenio Fdez. de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia, 21/11/02).

«EL BUQUE ESTÁ PROBABLEMENTE, AL FONDO».(Arsenio Fdez. de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia, 19/11/02).

«NUESTRA INFORMACIÓN HA SIDO PRECISA, EXHAUSTIVA Y SOBRE PARÁMETROS TOTALMENTE MEDIBLES» (Fco. Álvarez Cascos, Ministro de Fomento, 23/11/02).

«A UNA PROFUNDIDAD DE 3.500 M. Y A DOS GRADOS DE TEMPERATURA, EL FUEL ESTARÍA EN UN ESTADO SÓLIDO, POR LO QUE, EN PRINCIPIO, EL COMBUSTIBLE NO SE VERTERÁ».(Mariano Rajoy, Vicepresidente de Gobierno, 24/11/02)

«ESTOY DONDE TENGO QUE ESTAR. DIOS Y SANTIAGO NOS VAN A AYUDAR».(D. Manuel Fraga, 22/11/02).

Un alcatraz moribundo en el centro de aves de Vimianzo

Parece que Dios y Santiago tienen cosas más importantes que hacer que ayudar a Fraga y a los gallegos. Espero y deseo que por cada lágrima negra que derramamos los gallegos reciban el justo castigo por su soberbia, prepotencia e incompetencia.

Uno de los grandes poetas, Walt Whitman, dice «Creo que una brizna de hierba es tan importante como la trayectoria de las estrellas«, y un viajero que ha recorrido todo el mundo, Paul Theroux, escribía en un libro que he leido hace poco, Las islas felices de Oceanía, lo siguiente: «Cuanto más diminuto te sientes en la Tierra, más empequeñecido por las montañas y aislado por el tiempo, más respetuoso te vuelves con ella, y salvo que seas arrogante, no deseas envenenarla ni destruirla«; es una pena que nuestros políticos no lean este tipo de libros.

«Insignificantes hilillos de plastilina en extensión vertical». Ja, Ja, Ja

Espero que los responsables, TODOS, paguen, y que los mecanismos legales se activen para que todos los piratas y mafias internacionales, armadores, fletadores, transportistas, intermediarios, etcétera, paguen hasta el último euro; el capitán del Prestige es sólo una marioneta en manos de asesinos de despacho, y criminalizarlo es condenar al sicario y no a su amo.

Os recuerdo que 4 años después del desastre provocado por la multinacional sueca Boliden en Doñana, no sólo no han pagado nada, sino que han cerrado la empresa llevando a cientos de trabajadores al paro. ¿Volverá a pasar lo mismo con el Prestige que con el Mar Egeo y el Urquiola, esperaremos más de 10 y 15 años respectivamente las indemnizaciones?.

El sol se pone en Galicia, pero volverá a amanecer el el «Fogar de Breogán»

Desgraciadamente, muchos gallegos tendrán que ser actores involuntarios de la segunda parte de la magnífica película «Los lunes al sol«, donde se habla de perdedores que mantienen la dignidad.

El típico humor negro de los gallegos se ha oscurecido más, y ya he oído comentar en un bar a 2 paisanos comentando: «¿Sabes lo peor de que nos asfalten las costas?, es que luego viene Paco Vázquez y quiere hacer un parking subterráneo», o aquel percebeiro que decía con resignación, «no, si el percebe está bueno, pero tiene otro sabor».

Una canción de Los Limones, Ferrol, hablaba de Galicia, y su letra en parte se puede aplicar a la tragedia del Prestige.

FERROL

Vivo al lado del mar
en un pueblo donde perder es lo normal.
Los que pudieron escapar
juraron no volver jamás.
Hoy empezó a llover
y todo va a seguir igual.

Igual de mal,
igual de bien y, ¿Para qué ?
No tengo prisa y no nací para perder mi tren.

La cabeza bien alta
cuando se tiene el valor
para andar por la vida
como el mejor perdedor.

Qué importan hoy
los bolsillos del pantalón ?
lo que está dentro se lleva, se tiene o no.

La costa oeste mirará
toda la vida cara al mar,
aquí me encontrarás,
aquí tengo mi hogar.

Sé que aquí nací
y aquí quiero quedarme,
aquí está mi hogar
donde se acaba el mar.

¡¡ Nunca Mais Muerte Negra!!

¡¡ Nunca Mais Muerte Negra!!

Desde La Coruña, España