Barichara y el Camino Real a Guane

Barichara y el Camino Real a Guane

Barichara fue nombrada «El pueblo más bonito de Colombia», y el nombre, en dialecto Guane, significa “lugar para el descanso”. Con este curriculum no sorprende que nada más llegar a Barichara desde San Gil, a unos 25 kilómetros, te invada una sensación de paz y tranquilidad, al menos durante la semana, supongo que el fin de semana se llena de turistas.

El gentilicio es Baricharas o patiamarillos, de este último no he descubierto el porqué a pesar de buscarlo en Internet. En Barichara el tiempo pasa lento y hasta diría que en reversa. La visité en 2009 y cuatro años después me pareció reconocer al mismo anciano sentado en el mismo banco de la misma plaza a la misma hora.

Es conveniente llegar lo antes posible, ya que puede hacer bastante calor, y la mejor manera de visitarla es al amanecer, cuando sus calles de piedra todavía no se han recalentado y las chicharras omnipresentes no atronan en la plaza principal.

El ambiente pausado de sus calles, los edificios elaborados en piedra con un máximo de dos plantas y la tranquilidad de sus pobladores, tanto los humanos como los perros que se tumban en la calle y ni se inmutan cuando llega un coche, marcan la personalidad de este pueblo fundado en 1705, y que probablemente en sus 308 años de historia ha visto como el mundo cambia a su alrededor mientras Barichara se aferra a sus cimientos en piedra para no transmutar de pueblo pétreo a ciudad moderna. Sus 10.000 habitantes han hecho un buen trabajo.

El único pero que se le podría poner a Barichara es que su popularidad ha crecido tanto que los precios han subido mucho, y alojarse de mochilero no es una opción, ya que la mayor parte de alojamientos son casas coloniales de bellos patios reconvertidas en coquetos hoteles boutique, pero como está a poco más de media hora de San Gil en buseta, que cuesta 2€, el problema se solventa madrugando y agarrando un bus en el terminalito a partir de las 5 a.m.

Al llegar a Barichara, como ya la había visitado hace 4 años, tenía la intención de irme directamente a hacer el Camino Real a Guane para evitar las horas de calor, pero la Catedral de la Inmaculada Concepción, construida en recuerdo de la Virgen de la roca que marcó el lugar donde se fundó Barichara, me atrajo como un imán.

Estaba totalmente vacía, y transmitía una gran paz y espiritualidad, además habia una luz perfecta para fotografía en esa hora tan mañanera. Para alguien que no es religioso, como yo, hay pocos templos en el mundo que me transmitan otra cosa que la admiración por su arquitectura o su historia, como Santa Sofia en Estambul, pero sin ninguna duda la Catedral de Barichara tiene algo muy especial.

Arquitectónicamente hablando la catedral está sostenida por 10 columnas monolíticas labradas con 5 metros de altura y 7 metros de espesor, que le dan una ligereza enorme al edificio, que parece flotar sobre la escalinata de peldaños que da acceso a la plaza principal de Barichara.

Pero en Barichara, aún siendo impresionante su catedral, lo que más destaca es la armonía del conjunto, en sus más de 300 años de vida parece que todas las generaciones se pusieron de acuerdo para que nada ni nadie destacara más que el otro, y su estado de conservación la hizo merecedora del nombramiento como Monumento Nacional en 1978.

En Barichara las profesiones siguen pasando de padres a hijos, y hay un Taller de Oficios donde se pueden aprender labores como el cultivo de tabaco, las técnicas de construcción en piedra, la cerámica y alfareria, y los tejidos en lana, ahora vendidos en alguna de las muchas tiendas de souvenirs del pueblo.

La variedad y calidad de la gastronomía destaca también en Barichara, con platos típicos son el cabro o cabrito, la pepitoria, el mute santandereano, guiso que se hace con carne y costillas de res y varios tipos de verduras y por supuesto la hormiga culona, una tradición gastronómica con más de 200 años de historia.

Las hormigas culonas, únicas en el mundo, llegan alrededor de Semana Santa. Las hormigas suelen aparecer después de unos días de fuertes lluvias que marcan el proceso de reproducción. De los nidos empiezan a salir las hormigas, y los patiamarillos, pequeños y grandes, se apresuran a llenar recipientes con miles de hormigas.

Para la preparación les quitan las alas y tenazas y se dejan en agua con sal; luego se ponen en una sartén o «tejo» de barro para ser fritas, y todo el pueblo se impregna de su olor. Como no era Semana Santa no pude probarlas.

Hay que subir a la parte alta del pueblo para tener las más hermosas vistas del mismo, con sus tejados armónicos en teja, y también del valle que comunica Barichara, a 1.300 msnm, con Guane, a 885 msnm, por lo que es recomendable recorrer el Camino Real en el sentido Barichara Guane, ya que en gran parte es cuesta abajo.

El Camino Real que une Barichara y Guane fue declarado Monumento Nacional en 1977 y restaurado bajo un decreto de 1988. Los historiadores aseguran que era parte del Camino Real Centro-Oriental colombiano, que conectaba las rutas de Santafé de Bogotá, Tunja, Bucaramanga, Pamplona y Cúcuta, con bifurcaciones que conducían hacia Cartagena y Venezuela.

El Camino Real no dejó de ser una pavimentación de los caminos milenarios de las comunidades chibchas, muiscas y guanes. En tiempos coloniales, la ruta imprimió un fuerte desarrollo económico a la región, ya que se comerciaba con tejidos, harina, maíz y sal por esta ruta hacia el occidente del país.

El camino se hizo con losas de piedra plana muy abundante en la región, y comienza en la zona alta de Barichara al lado del monumento a Bolivar, desde donde baja, cruza la carretera nueva a Guana, sube la montaña y desde la cumbre se puede ver el río y el pueblito Guane, para luego descender en zigzag.

El estado de mantenimiento es regular, de hecho estuve a punto de caerme varias veces por culpa de piedras mal asentadas, y torcí el tobillo dos veces, por lo que recomiendo llevar botas de montaña por si acaso, y comenzar muy temprano, ya que hay bastantes zonas donde no hay sombra en el camino.

El camino suele tener cercas de piedra que delimitan los terrenos agrícolas pero no me pareció ver mucha actividad, de hecho en los 5,5 kilómetros de recorrido apenas vi 3 paisanos caminando por él.

Las guías suelen decir que el camino tiene una legua y media de longitud, unos 9 kilómetros, pero puedo confirmar que en realidad es una legua, 5,5 km, ya que usé el gps de la blackberry, y yendo con calma nos llevará entre hora y media y dos horas.

Si en Barichara parece que el tiempo se ha detenido, en Guane sencillamente parece que el tiempo nunca ha existido ya que este pueblito no supera las 200 personas de población, aunque seguro que fue bastante más poblado en el pasado ya que su plaza principal es amplia, y la iglesia bastante grande.

Además de relajarte y descansar del camino sentado en la plaza viendo a los perros y ancianos dormitar al sol, puedes visitar el Museo Paleontológico y Arqueológico de Guane, donde una señora de casi la misma edad que las piezas presentadas, nos cuenta la historia de la colección de más de 10.000 fósiles marinos, y artefactos de la cultura Guane en la sala de Cerámicas, que incluye tazones, cántaros, ollas, vasijas, jarros, copas, además de un sepulcro del s.XVII.

En una tienda de la plaza hay un cartel curioso que dice «No tome viagra, tome leche de cabra».

Eso sí, mejor no te despistes, porque sólo hay una buseta cada dos horas a Barichara, y desde Barichara a San Gil cada media hora.

«Dale al play» en la presentación de abajo para ver las fotos de Barichara.

Para más información sobre Barichara y Guane, consulta las páginas web de:

Wikipedia Barichara, Wikipedia Guane, Colombia.travel, Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, Municipio Barichara, Por Todo Santander y San Gil.

Haz clic para ver:

Fotos de Barichara y Camino Real Barichara Guane.

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¡¡ Hasta Pronto !!

Carlos, desde Bogotá, Colombia, 5 de marzo de 2013