Monte Somers es una pequeña ciudad de Canterbury, Nueva Zelanda, con de 2.300 habitantes, situada en las estribaciones de los Alpes del Sur.
La belleza de las montañas a su alrededor la ha convertido en un lugar de vacaciones.La economía de Monte Somers no fue exclusivamente agrícola, ya que los yacimientos de carbón de las cercanías fueron explotados desde 1885 hasta 1968, y existía un ferrocarril que transportaba el carbón; los restos del ferrocarril todavía son visibles hoy, y diseminadas por las montañas se encuentran herramientas, carretillas e instalaciones de las explotaciones de carbón.
Teníamos varias horas de trekking hasta el refugio, y Juanita, cómo no, nos sugirió que subiéramos río arriba en vez de por el sendero.
Le hicimos caso y durante un buen rato anduvimos subiendo rocas y vadeando el río con el agua hasta la cintura, así que las botas gore-tex servían de poco.
El cañón por el que discurría el río se estrechaba cada vez más, las paredes verticales cada vez parecían más altas y enormes rocas obstaculizaban el paso, hasta que Juanita dijo que ya podíamos volver al sendero. A la pregunta de ¿por dónde?, sólo miró hacia arriba.
Nos vimos obligados a escalar, más que subir, las paredes del cañón, agarrándonos a las plantas y vegetación para evitar una caída que sería fatal.
Pasado un tiempo que me pareció interminable, alcanzamos la cima de la colina, y allí el paisaje cambió completamente, con montañas a todo nuestro alrededor.
Tuvimos que cruzar por un puente colgante sobre el río y finalmente llegamos al refugio, muy cerca del río, y como todos los que visité en Nueva Zelanda, limpio, ordenado y bien mantenido.
Pusimos todas nuestras pertenencias a secar y nos dedicamos el resto de la tarde a descansar y a pasear por los alrededores.
Como en casi todos los refugios en los que habíamos estado, los únicos alojados éramos nosotros.
Por la mañana temprano, mis compañeros se fueron a recorrer unas cuevas inundadas, en la que tuvieron que serpentear entre rocas por estrechos pasadizos.
Como yo padezco de claustrofobia, preferí quedarme en el refugio a terminar de secar las botas y el equipo.
Cuando regresaron, agarramos las mochilas y comenzamos el regreso, que nos hizo cruzar un puente colgante bastante inestable sobre el río.
El almuerzo lo hicimos en una pequeña cueva llamada bus stop, el único lugar donde pararse porque en esa zona el sendero tenia menos de 50 cm de ancho.
Pasamos las siguientes horas cresteando por pequeñas colinas en la que la única vegetación era la hierba, por lo que no teníamos una sombra en la que guarecernos.
En la distancia podíamos ver algunas de las explotaciones mineras abandonadas, que afeaban el hermoso paisaje.
Finalmente llegamos a la senda desde la que podíamos ver al fondo en la distancia, 1.000 metros más abajo, la furgoneta.
Parecía que estaba muy cerca, pero aun tuvimos que caminar varias horas para llegar a ella, aunque el sendero era de bajada, había que ir con cuidado para evitar caídas.
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Para más información sobre el monte Somers, consulta las páginas web (en inglés) de:
Wikipedia. Monte Somers
Mount Somers
Wikipedia. Mount Somers Railway
DOC. Mt Somers tramping tracks
DOC. Mt Somers Conservation Area
Web oficial de turismo. Mount Somers Conservation Area
Haz clic para ver:
Fotos de Monte Somers.
Mapa con las fotos geoposicionadas en Flickr Maps y Google Maps.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver todas las fotos de Cannibal Bay, Curio Bay y Bosque Petrificado.
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Carlos, desde Auckland, Isla Norte, Nueva Zelanda, 25 de mayo de 2010
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