Me han escrito unos cuantos lectores de vagamundos preocupados porque hace más de 2 meses que no he publicado nada en la web y sobre todo porque, al enterarse de que el viaje a África se ha cancelado, se preguntaban si en el 2007 no voy a viajar.
Para vuestra tranquilidad y la mía, os informo de que el viaje ya tiene fecha y lugar de partida, y en 4 semanas estaré recorriendo la India, y de allí pienso dirigirme al techo del Mundo, a Nepal y Tibet.
Mi ausencia ha sido causada por varios motivos, ninguno de ellos grave, pero la suma de todos ellos me ha puesto en la encrucijada de no seguir viaje, o mejor dicho de no seguir publicando en vagamundos, pero han sido precisamente los mensajes de amig@s que llevan viajando virtualmente conmigo varios años los que me han mostrado el camino a seguir.
Un día escribí que «el mejor viaje es el interior, pero mientras no encuentre el camino seguiré viajando por el mundo exterior«, y por ello vuelvo a la carretera, a un destino que seguro me aportará mucho en esa búsqueda de mi camino interior.
Caminando un domingo por los muelles del puerto de La Coruña, tan solitarios que ni las gaviotas los sobrevolaban, me di cuenta de que la belleza no está en los objetos sino en la mirada, ya que estaba indignado por la suciedad y restos que había en el agua, cuando una imagen abstracta de gran belleza llenó mi retina y la capté con la cámara, aunque enseguida descubrí que esa imagen sólo era posible por las irisaciones que causaba un vertido de gasoil en el agua.
Hace unos días vi una película extraordinaria en muchos aspectos, El Camino de los Ingleses, de Antonio Banderas, que metafóricamente es el camino de los sueños, del que unos reniegan, y los que quieren seguirlos son objeto de burlas. La protagonista, Luli, dice «Por el Camino de los Ingleses se puede llegar al mundo entero«. Aunque no es autobiográfica, en el caso de Antonio Banderas se puede decir que ha sido así, y yo me identifiqué rápidamente por cuanto sigo en pos de mi sueño.
Vicente Aleixandre escribió hace más de 75 años un hermoso poema, que comienza así:
Te amo sueño del viento
confluyes con mis dedos olvidado del norte
en las dulces mañanas del mundo cabeza abajo
cuando es fácil sonreír porque la lluvia es blanda
y termina así:
Peces árboles piedras corazones medallas
sobre vuestras concéntricas ondas —sí— detenidas
yo me muevo y si giro me busco oh centro oh centro
camino —viajadores del mundo— del futuro existente
más allá de los mares en mis pulsos que laten.
…..Y yo seguiré siendo un «Viajador del mundo» e intentaré transmitiros las palabras del viento, y aunque un vertido manche mi camino espero seguir viendo la belleza, porque, como escribió Ralph Waldo Emerson, «Viajamos buscando la belleza, pero no la encontraremos si no la llevamos con nosotros«.
Haz clic si quieres leer el poema completo.
Otra novedad es que he publicado un libro sobre el viaje a África que me convenció de que compartir una merienda con los gorilas de montaña en Virunga, contemplar África desde su cima más alta, el Kilimanjaro, y revivir la historia del esclavismo visitando uno de sus mercados, Zanzibar, eran experiencias que cambiaron mi vida y forjaron al Vagamundos. Se llama África en el Corazón.
Está disponible exclusivamente en Lulu a través de Internet, cuesta 13,97€ en libro y 4€ en ebook, más gastos de envio. Puedes visualizarlo en Lulu antes de comprarlo, y lo recibirás en unas tres semanas prácticamente en todo el mundo.
En 2007 también podrás ver las fotos de viaje geolocalizadas sobre un mapamundi y hacer un seguimiento del viaje via satélite. Haz clic para ver las fotos favoritas de los últimos años en el mapa; abre el enlace y dale a IR en la parte inferior del mapamundi.
Próximamente tendrás información sobre el nuevo viaje, y cambios en la web que espero te gusten. Mientras tanto, te invito a navegar por vagamundos.com, el nuevo servicio de información sobre el mundo de los viajes que hemos creado con el objetivo, ambicioso en el fondo pero modesto en la forma, de que se convierta en El Hogar del Viajero.
¡¡ Hasta Pronto !!
Desde La Coruña, 13 de diciembre de 2006
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