La Gran Muralla China

La Gran Muralla

La Gran Muralla no nació como una obra conceptual, con la que China quisiera defenderse de los ataques exteriores, ya que en el siglo VII adC China estaba dominada por señores feudales, que construyeron murallas en sus fronteras para protegerse de los ataques de los hunos y de sus propios vecinos.

El fotógrafo fotografiado

En el siglo III adC, cuando el emperador Qin Shi Huang unificó China, se decidió unir las murallas aisladas existentes en los reinos feudales, y se convirtió así en la Gran Muralla de Diez Mil Li.

Posteriormente otras dinastías acometieron grandes obras de ampliación y mantenimiento; las principales fueron las del siglo I por la dinastía Han, en el siglo XII con las cinco dinastías y los diez reinos, y en el siglo XIV por la dinastía Ming.

Cuando perdió su utilidad como barrera frente a las invasiones exteriores, muchas partes de la muralla fueron abandonadas, sus piedras utilizadas para construir casas, y algunas veces destruída para la construcción de infraestructuras como carreteras.

El nombramiento de la Gran Muralla como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, y el filón que vieron las autoridades chinas como reclamo turístico la salvaron para el futuro, aunque como pasa muchas veces, en algunas zonas la han reconstruído tanto que no queda casi nada del original, como es el caso de la zona Badaling, cerca de Beijing. No hay ninguna ley china que protega a la muralla como monumento.

La Gran Muralla desde el adarve

En la votación que se está haciendo a través de internet para nombrar las siete maravillas del mundo actual, ya que de las siete maravillas de la antigüedad sólo quedan en pie las pirámides de Egipto, la Gran Muralla China va colocada en primera posición (claro que si votan todos los chinos lo tienen fácil).

Un polémica cuando menos curiosa es la leyenda urbana de que la muralla se puede ver desde la luna y es la única obra humana con estas características, lo que es falso, como reconoció el primer astronauta chino, y confirmó la NASA en 2004.

Ninguna obra humana en la Tierra se puede ver a simple vista desde la Luna (ya os lo confirmaré cuando vaya).

Paisaje desde la Gran Muralla

La Gran Muralla, con más de 6.700 kilómetros de longitud, va desde Shanhaiguan en el este hasta Jiayuguan en el oeste.

Atraviesa seis provincias y varias regiones autónomas: Hebei, Beijing, Shanxi, Mongolia Interior, Ningxia, Shaanxi y Gansu.

Su estructura se compone de muros, pasos, atalayas y torres. En los pasos, situados en las vías de comunicación más importantes y protegidos por varios muros, se apostaba el ejército imperial para rechazar posibles ejércitos atacantes.

Interior Torreón

Según las secciones, la altura y anchura de la muralla varía mucho, llegando a 8 metros de altura y 6 metros de ancho, por donde podían incluso cabalgar jinetes.

Las almenas del muro tienen casi dos metros de alto, con troneras para la defensa.

En las cimas cercanas se levantan atalayas y torres de señales, que formaban una red de comunicación militar, que avisaban por medio de señales ópticas o humo de la llegada del enemigo.

Interior Torreón

Desde Beijing hay 4 zonas accesibles de la muralla; la más popular es Badaling, que se podría llamar «Murallalandia», porque más bien parece un parque temático, pensada para los miles de grupos que cada día se acercan en autobús para subirse a la muralla, hacerse la foto y comprar una camiseta con la leyenda «yo subí a la Gran Muralla China».

Como podeis imaginar, yo no visité Badaling.

Los otros 3 sectores son Mutianyu, Jinshanling y Simatai; yo visité estos 2 últimos porque son los que tienen menos visitantes, ya que en esta zona la muralla sube y baja colinas con pendientes del 40% y no está reconstruída en algunas áreas, con el riesgo que eso supone para las caminatas.

Simatai está a 4 horas de Beijing, pero pronto sucumbirá como Badaling, ya que están construyendo una carretera de varios carriles y han puesto un funicular para hacer más facil el ascenso, además de una tirolina a motor que te permite cruzar el lago colgado de un cable en el descenso.

Aquí se termina la caminata

En todo caso es un lugar muy hermoso, con un lago a los pies de la muralla, que se pierde en la lejanía, subiendo cada vez montes más escarpados.

Hay varios hostales dentro del recinto de la muralla, así que si te quedas a dormir, como hice yo, puedes subir a la muralla de noche si hay luna (aunque hay carteles que dicen que no te puedes quedar a pasar la noche) o disfrutar de su vista desde una terraza, imaginando las historias que escucharías si las piedras hablaran.

Zona de acceso prohibido

Lo que recomiendo como experiencia única es la caminata entre Jinshanling y Simatai, 10 km. de contínuo sube/baja, con un sólo inconveniente, la pesadilla de los vendedores ambulantes que no paran de incordiarte, ofreciendote los servicios de guía, las camisetas, las réplicas de la muralla, y agua fría que venden a precio de oro.

Yo puse la cara de perro de presa y enseguida me dejaron en paz, pero hubo gente a la que la siguieron los 10 kilómetros, ¡cómo para no comprarle luego la camiseta!.

Desde la almena

Son 4 horas de caminata por un sector donde sólo ves naturaleza allá donde mires, rodeado de montañas, y al oeste la Mongolia interior de China, de donde venían los ataque.

En algunas partes tienes que dejar la muralla y caminar por el exterior por el riesgo que hay, y es habitual tener que gritar lo de «piedra va», porque al pisar un escalón se desprende y empieza a rodar muralla abajo.

Si quieres ver todas las fotos del viaje de Vagamundos 2005 de 6 meses por China, Vietnam, Camboya, Tailandia, Laos, Malasia, Brunei, y Filipinas, haz clic aquí y si quieres ver sólo las fotos de China haz clic aquí.

¡¡ Hasta Pronto !!

Carlos

Desde La Coruña, España, 29 de Junio de 2005