Las hermosas montañas que rodean Ushuaia.

privilegiada geografía, en una bahía enorme, rodeada de montañas, y a sólo 1.000 km de Antártida, lo que la ha convertido en la base de la mayoría de barcos a ese destino. Si le añadimos que la estación de ski es una de la más modernas de Argentina, podeis entender el riesgo que corre de masificarse.

La señal que marca el fin (o el comienzo) del mundo

He encontrado una ciudad con casino, disco pubs, decenas de cafés internet, y lo más molesto de todo, coches, muchos coches, en una ciudad de 40.000 habitantes que se puede recorrer perfectamente caminando.

En las calles principales, Maipú, en la costanera, y San Martín, su paralela y la calle comercial por excelencia, se forman atascos por las tardes, y, ¡oh sacrilegio!, la gente toca hasta el claxon. ¿Dónde quedó la placidez de Ushuaia y el único sonido que se oía hace 3 años, el viento patagónico?. A

l amparo de exenciones fiscales, mejores salarios, y precios más bajos para servicios públicos, muchos argentinos se han trasladado a Ushuaia, y la ciudad está creciendo descontroladamente en la única dirección que la orografía le permite. Espero que la cosa al menos no vaya a peor, y en todo caso todavía es 100 veces más tranquila que cualquier ciudad europea.

El tren del fin del mundo, con precios de primer mundo

Uno de sus atractivos es el P.N. Tierra del Fuego, prácticamente a las puertas de la ciudad. Se suele entrar en él con un recorrido en el llamado tren del fin del mundo, que recrea el itinerario realizado por los presos de la cárcel en busca de madera con la que calentar las gélidas estancias del penal.

Miles de tocones de árboles son testigos mudos de aquella época. Son 14 interminables kilómetros que se hacen en casi 2 horas, un recorrido poco interesante y con un precio para turistas adinerados. El parque protege los bosques subantárticos y el ecosistema andino-patagónico, y es el único de Argentina que contiene zonas marinas.

El incipiente otoño ha llegado a Ushuaia

Una serie de sendas bien marcadas, como Pampa Alta, y Senda Costera nos llevan por bosques de lengas, ñires, y arbustos de calafate, que tiene una baya comestible de la cual la leyenda dice que si la pruebas vuelves; yo la probé hace 3 años y ya veis, estoy de vuelta.

La fauna terrestre es escasa por las condiciones extremas, básicamente guanacos, zorros patagónicos y castores. En cambio, la marina es muy variada, ya sean los crustáceos y mariscos, los más grandes que he visto en mi vida, y por supuesto las ballenas, delfines, orcas, lobos marinos y pingüinos. Un sendero lleva al final de la ruta 3, la carretera que empieza en Buenos Aires 3065 km. más al norte, y termina en Lapataia.

Como yo entré en Argentina por el norte, Iguazú, han sido más de 5.000 km norte-sur, que ahora se invierten sur-norte por la mítica ruta 40 que me llevará a la frontera con Bolivia, la Quiaca, 5000 km. más arriba.

La hermosa senda costera del parque

La senda costera está repleta de montículos, ahora cubiertos de musgo, con miles de conchas de marisco, que eran el alimento principal de las tribus que vivían en esta zona, principalmente los Haush o Manekent, los Onas, los Yaghanes Y Alacaluf, que fueron prácticamente exterminados por hacendados, ovejeros, y buscadores de oro, con la autorización de las autoridades argentinas, en uno de los episodios más vergonzosos de su historia.

El cruceiro donado por el gobierno gallego

Después de la caminata, una nutritiva comida en el camping del lago Roca, al calor de una buena chimenea, nos reconfortó de los fríos ramalazos de viento patagónico que sufrimos, y nos dejó listos para retornar a Ushuaia.

Para hacer patria os tengo que contar que en el camino al parque nacional se encuentra un crucero de piedra, típico monumento que representa a Jesucristo en la cruz, que se encuentra siempre a la entrada de las innumerables iglesias románicas en Galicia, y que ha sido donado por el gobierno gallego en homenaje a la amplia comunidad gallega que aquí vive, que puede presumir de tener el centro gallego más austral del mundo.

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¡¡ Hasta Pronto !!

Desde Calafate, Patagonia Argentina, 15 de marzo de 2003