Sian Ka‘an y Boca Paila. La Puerta del Cielo
Boca Paila es un complejo de pesca deportiva de fama mundial situado en pleno corazón del Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Sian Ka‘an, que en lengua maya significa La Puerta del Cielo. Esta reserva fue creada en 1986, y como la pesca comercial está prohibida desde entonces en sus 5.000 km2, es una paraíso para el pescador deportivo, que el mismo día puede practicar pesca voladora en su laguna de agua dulce, y también en el mar Caribe, en busca de su Grand Slam (palometa, sábalo y macabi) o Super Grand Slam (los 3 anteriores más el róbalo), que habitualmente son liberados. Si a esto le añadimos que está prohibida la construcción de nuevas viviendas y hoteles, el resultado es que la población de aves y fauna marina ha crecido espectacularmente, algo poco habitual en este mundo depredador.
Sian Ka‘an está situado a sólo 2 horas de Cancún, con sus enormes hoteles y complejos turísticos, por lo que es un verdadero pulmón verde para la zona. Se han catalogado más de 325 especies de aves, y su laguna está rodeada de manglares, un ecosistema perfecto para el desarrollo de la vida acuática. Es frecuente ver manatíes (vi 3 en 10 minutos de recorrer la laguna, asomando sus narices en busca del preciado oxígeno, ya que es un mamífero), y se puede bucear en fosas y «ojos de agua», conexiones subterráneas con el mar Caribe donde se mezclan el agua dulce y salada a diferentes temperaturas.
Su playa de arena blanca mide kilómetros y kilómetros y está prácticamente vacía, porque el número máximo de huéspedes es 20, alojados en cabañas al borde de la playa, que suelen regresar año tras año al «Salón del Cielo», ya que si Sian Ka‘an es «La Puerta del Cielo», yo me atrevería a definir Boca Paila como su salón. El arrecife de coral a 200 metros de la playa protege también la entrada de barcos y botes.
Pasar aquí el Viernes Santo en compañía de amigos que viven en México ha sido un auténtico regalo del cielo después de la decepción de Belice. El delicioso ceviche y el caldo de pescado, regados alternativamente con cerveza, tequila, y margaritas, hizo doble (literalmente) el placer.
Un encanto añadido es que se encuentra a poca distancia de las ruinas mayas de Tulum, unas de las más atractivas de la Ruta Maya a pesar de su pequeño tamaño, ya que se encuentran colgadas en un promontorio sobre el mar Caribe, aunque en esta ocasión no las he visitado, ya que al ser Viernes Santo estaban abarrotadas.
Si os gusta la naturaleza salvaje y la pesca conservacionista, Sian Ka‘an es el entorno ideal, y Boca Paila, el lugar de pesca perfecto para una experiencia inolvidable.
¡¡ Hasta Pronto !!
Desde Cancún, 16/04/2001
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