Residencia de Wurzburgo y Jardines de la Corte Unesco Alemania
la residencia de Wurzburgo, construida entre 1740 y 1770 la parte residencial y ampliado entre 1765 y 1780 con los fabulosos jardines de la corte, está considerada como el palacio barroco más puro de estilo y uno de los más hermosos de su época, en la que esta corte era una de las más admiradas e influyentes de Europa.
No fue fácil para el arquitecto de la corte, Balthasar Neumann, llevar a cabo el proyecto sacando lo mejor de cada uno de los artistas que trabajaron en el palacio, principalmente alemanes, franceses e italianos, por lo que esta conjunción nacionalidades e idiomas crearon el «rococó de Wurzburgo» con claras influencias italianas.
Los mecenas de esta residencia fueron dos obispos-príncipes sucesivos, Lothar Franz y Friedrich Carl von Schönbom, que pusieron bajo la dirección de Balthasar Neumann a los arquitectos, pintores, interioristas, escultores, decoradores y artesanos que hicieron posible esta obra de arte, un colectivo de egos que lograron que el conjunto sea muy armónico.
Escultores como Johann Wolfgang van der Auvera y Georg Adam Guthmann de Múnich, interioristas como el italiano Antonio Bossi y sobre todo pintores como Giovanni Battista Tiepolo, crearon obras supremas de arte por todo el edificio, pero especialmente en vestíbulo y escalinata de entrada, que te deja totalmente apabullado, y en el Salón de los Espejos y en la Sala Imperial.
Mi sitio preferido de la residencia es la Sala Imperial, sobre los jardines, y con unos techos abovedados totalmente decorados que le dan un aspecto soberbio. Se visita al final del tour, y sin duda el impacto es total, porque lo que has visto anteriormente ya te ha dejado boquiabierto y no piensas que pueda haber nada más majestuoso, pero sin duda la sala imperial lo es.
El vestíbulo de entrada es lo suficientemente amplio para que los carruajes pudieran dar la vuelta, y de ahí se pasa al Gartensaal, Sala Terrena o Salón del jardín, que a pesar de su techo bajo, como todas las estancias de la planta inferior, ofrece una sensación etérea, causada por los frescos del techo, que muestran una esfera celeste, pero sobre todo por la estructura especial creada por Balthasar Neumann.
La bóveda de esta sala está sostenida no sólo por las paredes, sino por un conjunto de doce finas columnas de mármol dentro de la sala que parecen figuras danzantes. Como resultado, la bóveda destaca como un baldaquino.
Los colores utilizados en la sala son luminosos, y la decoración de estuco creado por Antonio Bossi en 1749, con motivos de color azul claro sobre un fondo blanco, es muy atractiva. Las pinturas de la bóveda representan «El banquete de los dioses» y «Diana en reposo».
De aquí se pasa ya a la planta superior, para lo que hay que subir la majestuosa escalera, una maravilla que contrasta con las pequeñas escalinatas de los palacios renacentistas, pero que en la época barroca se convirtieron cada vez más en una sala de recepción de gran esplendor.
La escalinata es una obra maestra de la construcción con una altura máxima de 23 metros, con una superficie de 18 x 30 metros, bajo de bóveda sin columnas visibles, donde el arquitecto Balthasar Neumann instalado una escalera de tres tramos.
Giovanni Battista Tiepolo decoró la bóveda con el mayor fresco en techo pintado nunca, donde además incluyó, con gran sensibilidad artística, elementos representativos de exóticos mundos como eran entonces América, Asia y África.
El punto culminante de la composición es la alegoría de Europa ante el tribunal de Würzburg como centro de las artes. La pintura, que mide alrededor de 600 metros cuadrados, se funde con el cielo habitado por los antiguos dioses en el centro.
Aún no recuperado de la impresión de la escalinata, entré en el _/Weißer Saal/_ o Salón blanco, que como su propio nombre indica, está decorado principalmente en tonos blancos que contrastan con los colores luminosos de los frescos de la escalinata y de los otros salones.
La decoración de estuco de Antonio Bossi destaca sobre un fondo gris pálido, con algunos detalles resaltados con delicados toques de color. El estuco de estilo neoclásico en el nicho y la escultura que adorna la estufa, un águila y cuatro querubines que representan las estaciones del año, son obra de Materno Bossi.
El propósito original era como Sala de Guardia, lo que se indica con emblemas de guerra y símbolos de la autoridad del príncipe-obispo en los estucos del techo y relieves de los dioses de la guerra Marte y Bellona.
El Salón Imperial es la culminación de la magnífica secuencia de salas visitadas: vestíbulo, salón del jardín, escalinata y salón blanco. La sala, con sus veinte columnas de casi nueve metros de altura, con estuco rojo, y la gran cúpula ovalada con ventanas redonda, es la sala estrella de la Residencia de Wurzburgo.
El Salón Imperial fue decorado y amueblado bajo el mandato del príncipe-obispo Carl Philipp von Greiffenklau. Los tres frescos del techo, de Giovanni Battista Tiepolo, son una espléndida representación de la historia política del principado episcopal de Würzburg en el contexto del emperador Federico Barbarroja.
Las _/sopraportas/_, pinturas sobre las puertas son del hijo de Tiepolo, Giovanni Domenico, y muestran escenas de la vida de los emperadores del mundo antiguo. Antonio Bossi creó las cuatro figuras de estuco de tamaño natural de Neptuno, Juno, Flora y Apolo en los nichos de las paredes de los lados más cortos de la sala.
Los apartamentos imperiales del sur, no desmerecen el lujo y ostentación de la Sala Imperial, ya que además de las propias habitaciones del gobernante, la mayoría de las residencias de los electores y gobernantes eclesiásticos tenían apartamentos de estado lujosamente decorados, que se utilizaban durante las visitas del emperador y otros invitados de alto rango. En Würzburg estos apartamentos fueron especialmente importantes, ya que los emperadores solían parar aquí en su viaje hacia y desde Frankfurt para las ceremonias de coronación.
Los apartamentos imperiales forman una única suite de 160 metros de longitud, y destacan la Sala veneciana, con sus numerosas pequeñas pinturas originales y las pinturas incorporadas en los espejos del Gabinete de los espejos.
Los Apartamentos Imperiales del Norte fueron acabados después de los del sur, y la obra tuvo que ser terminada rápidamente, ya que el emperador Francisco I había comunicado su visita durante el viaje de camino a la coronación en Frankfurt en 1745.
Antes de salir al exterior para terminar la visita a los Jardines de la Corte, me senté un buen rato en la parte superior de la escalinata maravillado por todo lo que había visto en mi visita, y por la restauración hecha de las partes dañadas durante la II Guerra Mundial.
Después de terminada la Residencia, la construcción de los jardines se completó durante el gobierno de Adam Friedrich von Seinsheim, que encargo al paisajista nacido en Bohemia Johann Prokop Mayer la realización del proyecto.
El área para el jardín era irregular, y Mayer dividió hábilmente el terreno en secciones independientes simétricas. lo que dio lugar a la creación de tres partes de igual tamaño, el Jardín del Este, el Jardín del Sur y las zonas de invernaderos. Mayer cubrió los jardines con árboles frutales, setos, enrejados, plantas en macetas y pérgolas para dar paseos bajo la sombra.
El Jardín del Sur se encuentra en una zona llana, en contraste con el del este, en ladera. Destacan ocho grandes tejos podados en forma de cono en el centro alrededor de una fuente circular.
Las figuras decorativas del jardín se crearon en el taller del escultor de la corte Johann Peter Wagner. Son famosas también las elaboradas puertas de jardín de hierro forjado, fabricados en el taller del herrero de la corte Johann Georg Oegg.
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En inglés puedes consultar la web oficial de la Residencia de Wurzburgo y Jardines de la Corte, y el dossier completo en PDF de la Candidatura Residencia de Wurzburgo y Jardines de la Corte UNESCO Alemania a Patrimonio Humanidad UNESCO y tienes abajo en Google Maps la ruta que hice con las fotos geolocalizadas de mi visita a la Residencia de Wurzburgo y Jardines de la Corte.
¡Hasta Pronto!
Carlos, desde Madrid, España, 27 de noviembre de 2014
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