En Nueva Zelanda pasan cosas que son únicas o casi únicas en el mundo. Sólo hay dos lugares en la Tierra en los que los glaciares en su parte inferior se juntan con bosques subtropicales, el Perito Moreno en Argentina, y los glaciares Fox y Franz Josef en Nueva Zelanda.
El glaciar Fox, como su colega y vecino el glaciar Franz Josef, es de los pocos del mundo que todavía crece en ciclos medio largos, aunque cuando uno va por la carretera de acceso, como a 10 kilómetros hay un cartel que dice «en 1750 el glaciar llegaba hasta aquí».
Era entonces mucho más grande y majestuoso que ahora, pero la boca abierta se te queda igual en cuanto te acercas a él, ya sea por la caminata de una hora hasta la base del glaciar, aunque no dejan que te acerques mucho ya que ha habido accidentes e incluso fallecimientos de gente que quiere tocar el hielo, o por la caminata de hora y media hasta un mirador desde el que hay una panorámica espectacular del glaciar desde lo alto.
Mis compañeros de Hiking New Zealand tomaron el tour, bastante caro, en helicóptero, que te lleva hasta la parte superior del glaciar, aterriza sobre el hielo y luego realizas una caminata de 3 horas sobre el hielo del propio glaciar, pero los 200 euros que costaba, mi presupuesto de viaje para una semana, me hicieron desistir.
Por suerte unos días después pude realizar la caminata gratis en el glaciar Franz Josef, gracias a los buenos oficios de mis amigos de Destino NZ.
Ambos glaciares están a menos de 20 kilómetros del mar, y la razón de que existan glaciares a altitudes tan bajas está en en el nevero, en la parte superior, donde caen más de 100 metros de nieve por año, y en la gran pendiente y estrechez del valle, que hace que estos glaciares desciendan hasta siete metros por día, una cifra muy alta para lo habitual en glaciares.
El nombre Franz Josef fue dado al glaciar en 1865 por el explorador alemán Julius von Haast, en honor al emperador Franz Joseph I, Francisco José entre nosotros. El nombre de glaciar fox es menos aristócrata y rimbombante, dado en honor al primer ministro de Nueva Zelanda, Sir William Fox, también en 1865 y también por el explorador alemán Julius von Haast.
Hay caminatas para todos los niveles, desde las más básicas, en las que caminas por el valle glaciar hasta las cercanías del glaciar, con un guía que te va explicando la geología, orografía e historia de los glaciares en Nueva Zelanda, hasta caminatas de día completo o medio día por el glaciar.
Yo elegí la caminata de medio dia, porque el pronóstico era de lluvia y no me apetecía estar todo el día en el glaciar bajo la lluvia, pero la realidad es que llovió poco y hubiera preferido la caminata de día entero, que sube bastante más arriba en el glaciar y te permite una vistas espectaculares de los seracs y demás elementos de los glaciares, unos lugares tan variados y animados como lo pueda ser un bosque.
La pregunta «del millón» en las charlas es «¿cuantos glaciares hay en Nueva Zelanda?».
Los más conservadores decían 10 y los más exagerados 100, pues bien, la respuesta es 3.100, siempre que se cuente como glaciar una superficie de hielo superior a una hectárea, unos 2 campos de fútbol. Así que Nueva Zelanda es claramente un país «on the rocks».
Yo había respondido correctamente a la pregunta, mientras la gente me miraba como si estuviera loco, pero reconozco que lo había leído el día anterior y a mí también me había sorprendido mucho el número.
La caminata entre rocas de la morrena, «Acumulación de piedras y barro transportados por un glaciar y depositados en su cuenca», segun wordreference.com, lleva casi una hora hasta que llegas al pie del glaciar.
Allí es donde te pones los crampones, suelas con pinchos metálicos adaptables a las botas de montaña, y comienzas la escalada por el hielo mezclado con piedras y barro, en una zona de gran pendiente, ya que es el extremo inferior del glaciar.
Todo el material, incluidos guantes, gorro, y pantalon y chaqueta Gore-Tex impermeables, te lo dan en la oficina del glaciar, tu sólo tienes que llevar ropa de abrigo debajo, y nunca pantalones vaqueros, que se mojan y con la humedad y el frío se hacen insoportables.
Para facilitar las cosas, cada madrugada los asistentes van al glaciar a tallar y repasar los escalones que han hecho en el hielo, que le quita un poco de aventura a la cosa, pero visto que en los grupos hay gente que claramente no está en buena forma, mejor así y no que se caiga alguien o sencillamente no pueda seguir.
Una vez llegas a la zona de hielo limpio, el paisaje y las formas se vuelven casi surrealistas. Según la luz y sol que haya, el hielo cambia de colores, del azul al verde turquesa, muchas veces cruzados por bandas negras de detritus mezclada.
El camino transcurre entre estrechos pasadizos en el hielo, a veces tienes que subir por pequeñas colinas cresteadas con hielo ablandado por la acción del sol, y a veces te metes en grutas que, y no me acuseis de mente calenturienta, parecen gigantescas vaginas que quieren devorarte, en una especie de ritual anti-nacimiento.
Hay lagos, charcos donde incluso viven insectos, y sifones que desaguan hacia la parte inferior del glaciar. En
resumen, que es imposible aburrirse.
Después de unas dos horas de subida, paras para comer y recuperar energías, y luego se realiza el descenso, que es más rápido y sencillo porque te has acostumbrado a caminar con los crampones sobre el hielo.
Yo ya había hecho caminata en el hielo del glaciar Grey, en Torres del Paine, Chile, y tenía un componente más de aventura, ya que nadie se dedicaba a tallar escalones en el hielo para facilitar la subida, e incluso practicamos escalada en el hielo, ya que los crampones llevan pinchos delanteros y sólo necesitas piolet técnicos y una cuerda de seguridad para subir, algo que me pareció más fácil que la escalada en roca.
Para consultar alojamiento y lugares recomendados en Nueva Zelanda, visita minube, la red social de viajes más activa en español.
Para viajar por Nueva Zelanda, recomiendo Destino NZ, una agencia de Nueva Zelanda regentada por hispanos.
Para realizar rutas de senderismo y aventura, recomiendo Hiking New Zealand, una empresa que tiene tours para todos los niveles, desde el senderista aficionado hasta el expedicionario que se pasa una semana mochila al hombro, y tienen aventuras de escalada, bici de montaña, vela, buceo, y hasta viajes a la Antártida.
Para más información sobre la costa oeste, consulta las páginas web (en inglés) de:
Wikipedia. Franz Josef Glacier
Wikipedia. Fox_Glacier
Glacier Country
Go New Zealand Glaciers
Web Oficial de Turismo
Tours Franz Josef
Fox Guides
Haz clic para ver:
Fotos de Glaciar Fox y
Glaciar Franz Josef.
Mapa con las fotos geoposicionadas en Flickr Maps y Google Maps.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver todas las fotos del glaciar Franz Josef.
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Carlos, desde Auckland, Isla Norte, Nueva Zelanda, 25 de mayo de 2010
Hola, gracias por tu artículo tan ameno me gustaría preguntarte qué glaciar te gustó más de los dos, cual aconsejas sí sólo se puede visitar uno?
Depende lo que vayas a hacer. Si vas a tomar el helicóptero quizás el Fox es el más adecuado, si vas a hacer la caminata sobre el hielo, sin duda el Frank Josef, y si vas a visitarlos sólo, se pueden hacer en un día los dos.