Idealización de la Torre en la antigüedad.

Se puede decir que La Torre de Hércules no está en La Coruña, sino que La Coruña está en la Torre de Hércules, ya que seguramente, porque nos perdemos en la nebulosa de los tiempos, la ciudad nació y creció en torno al faro construido por los romanos para intentar superar su secular miedo a internarse en ese inmenso mar que significaba para ellos el Finis Terrae, el fin de la Tierra.

Los romanos llegan a Galicia en el siglo II a. C.. En el año 62 a. C. es el propio Julio César quien llega a Brigantium (La Coruña actual), por la llamada ruta de los metales, para establecer el comercio con Francia, Inglaterra, Portugal y otros países europeos.


Idealización de la Torre en la antigüedad

Esa es la razón principal de la construcción de la Torre de Hércules, el «pharum», en el mismo lugar donde se ubica la torre actual pero con un aspecto muy distinto.

Hay leyendas que atribuyen el faro a los celtas, pero seguramente son eso, leyendas. Según ella, «Mil, sobrino de Ith divisó Irlanda desde lo alto de una torre en España construida por su padre Breoghan o Breogán y decidió viajar en su nave para conquistar esa lejana tierra.»

La historiografía actual no cree verosímil la invasión de Irlanda por parte de gallegos; aunque los vínculos celtas entre las culturas irlandesa y gallega son evidentes, la Torre de Hércules no es uno de ellos.


Cuadro de Zurbarán de El Prado representando a Hércules matando a Gerión

Otra hermosa leyenda atribuye su construcción al mismísimo Hércules, un superhéroe de la época, ya que también colocó a los 2 lados del Estrecho de Gibraltar las famosas columnas de Hércules.

«Se cuenta que Gerión era perseguido por Hércules por haber deshonrado a su hermana; el viaje desde la costa gaditana subiendo el atlántico, hasta llegar a un terreno abrupto donde pasó la noche escondido en una cueva. Hércules no cesó en la búsqueda y lo encontró dormitando. Lo despertó y se batieron en una lucha a muerte de la que Hércules resultó vencedor.


Otra idealización de la torre en tiempo de los romanos

Para conmemorar su victoria el héroe mandó construir una torre y ordenó tallar en el faro los nombres de las personas que admiraran su obra. La primera mujer se llamó Crunna, y así fue como nació la ciudad de Coruña». Realmente hermosa.

La realidad más prosaica es que entre los S.I y II se comenzó su construcción, gracias a la traducción que Hubner hizo en 1861 de la placa que se encontraba las cercanías del faro y actualmente en su interior. La inscripción dice:

MARTI AVG. SACR C. SEVIVS LVPVS ARCHITECTVS AEMINIENSIS LVSITANVS EX V°

La traducción sería: “Consagrado a Marte Augusto. Gaio Sevio Lupo, arquitecto de Aeminium (junto a la actual Coimbra), Lusitano, en cumplimiento de una promesa”.


La Torre está en el escudo de La Coruña desde 1521

La torre original seguramente era circular y con la rampa de acceso en su exterior, para acarrear la leña que servía para hacer el fuego que orientaba a los marineros.

Luego llegarían las lámparas de aceite, los espejos, el vidrio y partir de 1920, la poderosa luz eléctrica supuso el cambio definitivo, ya que una simple bombilla de 250 watios llegaba más lejos que cualquier otra tecnología. Los flashes de xenón, similares a los utilizados en fotografía, fueron otro avance importante.

La planta de la Torre es cuadrada y el interior tiene un eje central cruciforme con tres plantas en cuatro habitaciones cada una, muy altas, con bóvedas de medio cañón.

Amaro Antúnez, arquitecto del siglo XVII, tuvo que perforar las bóvedas para instalar una escalera, y la escalera interior actual es de Eustaquio Giannini.


Muchos artistas han plasmado la torre

De la época romana ha desaparecido el remate superior en forma cliíndrica, que disponía de cúpula, y la rampa exterior.

La primera mención escrita sobre la torre es del siglo V, en la obra «Historiarum adversus paganum libri septem», del escritor eclesiástico lu­sitano Pablo Osorio, discípulo de San Agustín, el primer intento de una historia universal desde el punto de vista cristiano.

Su cita dice que “el segundo ángulo de Hispania está orientado al Norte, donde la ciudad galaica de Brigantia eleva para observación (del mar) de Britania su faro altísimo y digno de mención entre muy pocas cosas”.

El aspecto actual se debe a la restauración terminada en 1790 por Carlos III al ingeniero Eustaquio Giannini, ya que la Torre había quedado muy deteriorada después del ataque del pirata Drake a La Coruña.

Las desgastadas paredes fueron forradas con sillares de granito de sesenta centímetros de espesor, así que la pared tiene hoy un grosor de 2,15 metros. Los sillares originales y la rampa exterior sirvieron para construir varias fortificaciones e iglesias, entre ellas se dice que la iglesia de Santiago en la Coruña.


La torre y su entorno han sufrido transformaciones a lo largo del tiempo

El remate octogonal que ocupa la parte superior de la torre es también de esta época; sostiene la linterna del faro actual que brilla con luz blanca desde 1927 con un alcance de 23 millas, unos 40 km; el radiofaro marca la letra L en morse. Cada faro en el mundo tiene una señal propia, y las variables que la hacen única son el color, la intensidad y el tiempo entre destellos.

Los modernos sistemas actuales, el radar, el posicionamiento hiperbólico y sobre todos los precisos sistemas de satélite (GPS: Sistema de Posicionamiento Global) han convertido a los faros en simples complementos de la navegación y reliquias en muchos casos


La torre en 1969

Es un bello diseño neoclásico que abriga en su alma el original romano, lo que le ha permitido iluminar durante casi 2.000 años a todos los coruñeses, marinos y navegantes, y ser mudo testigo de grandes tragedias marítimas que le hicieron llorar lágrimas negras.

Destruido el faro de Alejandría, una de las 7 maravillas de la antiguedad, la Torre de Hércules tomó su relevo como el faro más antiguo del mundo en funcionamiento, tarjeta de visita más que suficiente para que le sea concedido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.

Probablemente el estudio histórico más completo sobre la Torre de Hércules fue el publicado por el historiador coruñés José Cornide en 1792, y en estos momentos se ha presentado ya la documentación por parte de la Fundación Instituto Torre de Hércules al Ayuntamiento de La Coruña, que la ha tramitado a las autoridades estatales para que se presente a la UNESCO.

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¡¡ Hasta Pronto !!

Desde La Coruña, 1 de Setiembre de 2005

Publicado anteriormente en Patrimonio-Humanidad.com en septiembre de 2004