Don Q y Fiestas de San Sebastián en San Juan, una combinación perfecta

Entre el 18 y el 21 de Enero se celebran en San Juan las fiestas de San Sebastián, en la calle del mismo nombre, que sirven para cerrar las celebraciones de la Navidad, porque aunque parezca extraño, después de los Reyes Magos, que aquí se celebran mucho, están las Octavitas, unas fiestas en las que se hacen representaciones teatrales, y finalmente la fiestas de San Sebastián. Los adornos navideños todavía cuelgan en todos los hogares, restaurantes y locales del país, lo que acentúa más si cabe el contraste de la celebración de la Navidad en un clima caribeño.

Las calles del viejo San Juan se llenan de gente que vaga de un local a otro en grupos o parrandas, con instrumentos de percusión que sirven para tocar Plenas, música Jíbara o Bombas, y a las cuales se suman las gentes que pasan en una celebración masiva de hedonismo y alegría de vivir, parecido a los Sanfermines en España en pequeño y por supuesto sin toros. La fiesta dura toda la noche y varios días, y las calles se cierran al tráfico de coches porque incluso para las personas el atasco es monumental.

Se come, bebe, baila, canta y ríe en las calles sin más objetivo que la fiesta en sí misma. Ya os he hablado del sentido del humor de los boricuas. Otra muestra la ví ayer en un bar donde había un cartel que decía: «Tipping (la propina) no es una ciudad de la China«. Las calles se llenan de puestos de artistas, artesanos, músicos y cualquier tipo de actividad artística que os podais imaginar, incluso gigantes y cabezudos deambulan por las calles del viejo San Juan.

Un complemento perfecto a este ambiente de fiesta es el Ron Don Q, del que me hecho aficionado. Para evitar transtornos mayores a mi salud, la variedad que yo tomo es Don Q limón, que es la más suave, ya que hay otras como el Don Q 151, que tiene 70 grados (a la sombra).

He visitado la sede de Don Q en San Juan, cuyo nombre por cierto es en honor a Don Quijote, donde se explica la historia de la familia Serrallés, de origen español, que poseía cerca de Ponce grandes posesiones donde se cultivaba la caña de azúcar, principal ingrediente del ron. Hasta 2 mllones de Kg se llegaron a conseguir en un año, pero la competencia del azucar proveniente de la remolacha, más barato, tiró al traste la mayoría de las explotaciones de caña. En 1865, Juan Serrallés empezó a fabricar ron con un alambique importado de Francia, y 135 años después, más del 50% del ron que se consume en PR es Don Q, a pesar de la implantación de Bacardí, que escapando de la revolución cubana, cambió su sede de La Habana a San Juan en 1960.

La levadura es uno de los ingredientes más importantes del ron, y las compañías guardan con recelo la composición de sus especialidades. La destilación, realizada hasta 6 veces, permite separar totalmente las impurezas de las mieles fermentadas, y el posterior añejamiento en barricas de roble blanco quemadas en su interior e importadas de Kentucky, donde se curan un año en bourbon, es el que da lugar a las distintas variedades. El Don Q cristal y limón son los más comunes, mientras que el Don Q Oro es el que sirvió para la invención de la Piña Colada, y los Añejo de 7 años, y Gran Añejo de 12 años son para los conocedores, que lo consumen sólo, ya que es de una suavidad extrema como he podido comprobar.

Con gran alegría en el cuerpo y en el alma por los maravillosos momentos vividos, y con la tristeza por la añoranza que seguro sentiré por las personas tan especiales que dejo aquí, me despido de Borinquen con un brindis y una sóla palabra: ¡Volveré!

¡Hasta Pronto!

Desde San Juan, 19/01/2001

Puerto Rico