El palacio real desde Bundi

El palacio real desde Bundi

Bundi, Anclado en el Tiempo

Bundi es una de esas sorpresas que te recargan las pilas cuando viajas por la India, ya que prácticamente no sabía nada del lugar, salvo que es pequeño y poco turístico.

Nada más llegar me sentí en casa, pero una casa de hace 500 años, donde los artesanos trabajan a pie de calle y los comerciantes venden sus productos en pequeñas tiendas sentados en el suelo, donde el trueque y la microeconomía son la norma.

Arrivé a Bundi desde Kota, en un bus local que duró una hora donde compartí unos cacahuetes con un niño que me sonrió con una boca llena de dientes blancos cuando le ofrecí mi bolsa.

La impresionante entrada con el portón y los elefantes tallados

La impresionante entrada con el portón y los elefantes tallados

A Kota llegué desde Sawai Madhopur, en un tren de segunda clase tan abarrotado que la gente hasta estaba subida en el compartimento de equipajes.

Según wikipedia, Bundi tiene 88.000 habitantes, lo que para la India significa que es un pueblo pequeño.

La impresionante entrada con el portón y los elefantes tallados

La impresionante entrada con el portón y los elefantes tallados

Tuvo mucha importancia en el pasado, como demuestran su enorme palacio real y el espectacular fuerte abandonado Taragarh, lleno de monos, que me recordó instantáneamente la escena de El libro de la Jungla donde los monos secuestan a Mogwli y lo llevan a un palacio abandonado en la jungla.

La entrada al palacio Garth anuncia la espectacularidad del lugar, ya que una inmensa puerta de madera de unos 10 metros de altura está coronada en la parte superior por 2 elefantes que entrelazan sus trompas.

El lago de Bundi

El lago de Bundi

Para que me cupiera en la foto, tuve que usar el gran angular al máximo, lo que provoca el efecto en la foto de que las columnas no son rectas, pero es eso, un efecto óptico.

Los elefantes son un tema reiterativo en todo el palacion, ya sea en tallas de mármol, madera, pinturas o estatuas.

Tanto la puerta como las estancias de los soldados de guardia están laboriosamente trabajadas. y las pinturas que adornan las habitaciones son de gran belleza, aunque algunas están en bastante mal estado y no se puede hacer fotos con flash, lo que obligó a echar cuerpo a tierra y hacer equilibrios para poder conseguir alguna foto con la mínima calidad.

La sala de los elefantes tallados

La sala de los elefantes tallados

Rudyard Kipling, en su visita a Bundi, escribió que su palacio «parecía más obra de duendes que de hombres», y las diferentes salas demuestran que no exageraba.

Parte del palacio todavía es utilizado por la familia real y el acceso es restringido, pero cuando no están si pagas unas rupias, siempre habrá un voluntario dispuesto a enseñarte las galerías Badal Mahal, llenas de murales pintados en rojo, dorado y azul.

Las murallas del fuerte desde el palacio

Las murallas del fuerte desde el palacio

Subiendo por la colina llegamos al Chitrashala, el pabellón de la majaraní, que tiene unos fascinantes murales.

Los colores utilizados son el azul, el verde, el turquesa sobre blanco con toques de amarillo y terracota, todo de gran armonía.

Los murales del Chitrashala tienen más de 200 años, y para estar casi al aire libre, se conservan bastante bien.

Maravillosas pinturas en el palacio

Maravillosas pinturas en el palacio

Los temas son muy variados, como la leyenda de Radha-Krishna, escenas de luchas de elefantes, procesiones, historias de amor, la boda de Rama, escenas musicales y bucólicas.

El jardín frente al pabellón permite descansar un rato antes de emprender las rampas del fuerte Taragarh, construido en 1354, y al que se llega sólo caminando, por lo que estaba prácticamente vacío de turistas.

Columnas del palacio

Columnas del palacio

Al cruzar el primer bastión defensivo me equivoqué de camino, y seguí las murallas.

Tres ingleses que venían detrás de mi me siguieron, hasta que llegamos a una zona donde el sendero se empinaba mucho y estaba hecho de piedras totalmente inestables.

Si a ello le sumamos que era mediodía y el calor apretaba, las ganas de seguir subiendo se esfumaron, así que los ingleses me desearon suerte y dieron la vuelta.

Yo seguí subiendo un rato más hasta que me di cuenta de que cualquier resbalón me supondría caer 200 metros y no vivir para contarlo, así que di media vuelta.

En el camino de regreso vi la rampa de elefantes que en la subida me había pasado desapercibida, y pude llegar al fuerte sin problemas.

Balcón tallado en mármol

Balcón tallado en mármol

Las anchas rampas están diseñadas para ser subidas a lomos de elefante, por lo que son muy anchas, como las puertas del palacio y del fuerte.

La vista sobre Bundi y toda la región es espectacular, ya que el fuerte se alza a unos 700 metros de altura en la misma cima de la colina, y domina la vista sobre los 2 lagos de la zona, uno en el mismo Bundi y otro a espaldas de la ciudad.

Una muestra de la sofisticación de los métodos de construcción de hace siete siglos son los tres enormes depósitos de agua excavados en roca viva, que servían para resistir asedios largos.

Hoy son utilizados por los monos como piscinas y zona de relax donde despiojarse.

Impresiona ver esa enorme fortificación sobre la colina, totalmente abandonada; si estuviera en Europa sería un museo, un hotel de lujo o un casino.

El Chitrasala

El Chitrasala

El litro de agua que había llevado estaba ya más que agotado cuando terminé de visitar el fuerte.

Al regresar al pueblo trotando cuesta abajo me tomé un refrescante lassy, una bebida de yogur que es una delicia.

La puedes tomar en muchas variantes, dulce, salada, de mango, de banana, de frutas mezcladas, de vainilla, etcétera y no sabría decir cual es mi favorita, creo que aún me quedan unos cuantos sabores por probar.

Pinturas del Chitrasala

Pinturas del Chitrasala

Recorrer las calles de Bundi al atardecer, con un movimiento trepidante de bicis, motos, vacas y personas (los rickshaw no están permitidos en la parte vieja) comerciando, negociando o simplemente charlando, es un viaje en el tiempo a una época en lo que todo era más simple.

Las vestimentas de las mujeres siguen siendo las tradicionales, saris y sus diferentes variantes, pero los hombres ya se han occidentalizado y lo habitual es ir con pantalón y camisa los adultos, y con vaqueros y cazadoras los jovenes.

Lucha de elefantes en Chitrasala

Lucha de elefantes en Chitrasala

El lugar donde me alojaba, la Kasera Paying Guest House, es un haveli, palabra de origen persa que significa residencia personal y que es típica del Rajastán, concretamente de los Marwaris, grupo de origen indo-ario de elevada situación económica, normalmente dedicados al comercio y musulmanes en su mayoría.

Más de medio millón se quedó en Pakistán cuando la partición de la India en 1947.

Jardines del Chitrasala

Jardines del Chitrasala

El haveli suele tener dos patios interiores, uno para los hombres y otro para las mujeres.

Algunos pueden llegar a tener hasta tres pisos y cuatro patios, ya que en ellos vivía la familia extendida, es decir hermanos, cuñados, etcétera.

Su interior es laberíntico, con estrechas escaleras que conectan los diferentes pisos y bastantes habitaciones de todos los tamaños, siempre iluminadas por los patios interiores

El palacio real desde el fuerte

El palacio real desde el fuerte

La terraza es usada ahora como restaurante en los havelis reconvertidos a hoteles, y en mi caso la terraza parecía un gallinero porque estaba rodeada de reja metálica para evitar que entraran las palomas, una pesadilla en gran parte de la India.

En la calle unos niños cantaban una canción siguiendo el ritmo del artesano que golpeaba con su martillo cántaros metálicos.

Colores de Bundi

Colores de Bundi

Le pregunté al dueño del haveli qué era lo que decían, y más o menos la traducción de la letra del hindi al inglés y luego al español es así:

Cerdos en la calle

Monos en el tejado

Lagartos en la pared

Qué vamos a hacer?

Seguramente nada, porque la religión hinduista en su aplicación más estricta prohíbe matar animal alguno.

El estanque de agua del fuerte

El estanque de agua del fuerte

Hay santones que van barriendo el suelo por donde pisan para no dañar a ningún animal, y otros llevan una mascarilla de tela para no tragar ningún insecto.

Sin duda la India es un país de extremos, donde todavía el viajero más experimentado puede quedarse boquiabierto ante muchas cosas que ve, y no me extraña que algunos personajes extravagantes, que en sus países de origen no serían aceptados por la comunidad, aquí se confunden con la turbamulta y hasta tienen miles de adeptos que los veneran como dioses vivientes.

Panorama de Bundi desde el fuerte

Panorama de Bundi desde el fuerte

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Bundi y Palacio Real Chitrasala y Fuerte Taragarh.

 

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¡¡ Hasta Pronto !!

Carlos

Desde Pushkar, Rajastán, 20 de enero de 2007

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