Entrada al museo Botero

Entrada al museo Botero

Bogotá, Cerca del Cielo

Bogotá fue quizás la sorpresa más grande (y positiva) de todo mi viaje por Colombia.

Le precedía una fama de ciudad violenta y con grandes problemas sociales, pero lo que me encontré fue una ciudad vibrante, con una gran vida cultural y unos museos excepcionales, y un barrio colonial, la Candelaria, que es un ejemplo de renovación y modernización, manteniendo su sabor «antiguo».

Con ello no quiero decir que Bogotá esté exento de problemas; los tiene y muchos: un tráfico caótico, muchos indigentes y gamines (niños de la calle totalmente abandonados a su suerte), pero qué urbe de 8 millones de habitantes en el mundo, incluso en el primer mundo, no padece estos problemas.

En los últimos años se han afrontado estos problemas, y el transporte público funciona bastante bien gracias al proyecto TransMilenio.

Es un sistema integrado de transporte, con carriles exclusivos para los buses, que recorre toda la ciudad y conecta, a través de los llamados Portales, con el transporte intermunicipal.

El servicio de taxis es bueno, bonito y barato, con contadores y tarifas claramente expuestas.

La ciudad está llena de pequeños coches amarillos, de marcas como Hyundai o Chevrolet, llevados por diligentes taxistas que se pegan jornadas de hasta 14 horas, pero en general no cargan a los clientes con sus problemas como hacen los taxistas de Madrid (tengo una vieja rencilla con ellos y no puedo dejar de meterles el dedo en el ojo cada vez que puedo ;-).

Patio colonial en la Candelaria

Patio colonial en la Candelaria

Cuando buscas un taxi en la calle, no pasa más de un minuto hasta que ves aparecer el color amarillo, aunque hay mucha gente que por razones de seguridad prefiere llamar, a través de un sistema automatizado, para hacer recogida a domicilio.

Una de las cosas que no me gustó de Bogotá, y esto sí que no tiene solución, es su clima.

La capital tiene un clima de montaña debido a la altitud (2630 msnm), y las temperaturas oscilan entre los 7 y los 18 °C, con una temperatura media anual de 13 °C.

En enero del año 2007 la temperatura bajó a cifras récord, ya que se alcanzaron los -10°C.

Casa colonial en la Candelaria

Casa colonial en la Candelaria

Las temporadas más lluviosas del año son entre abril y mayo, y entre septiembre y noviembre; octubre es el mes más lluvioso, ya que se alcanzan los 165 mm y llueve casi todos los días torrencialmente.

Para un fotógrafo, conseguir un cielo azul sin ayuda de Photoshop es un reto en Bogotá, pero yo fui a finales de abril y por suerte no tuve muy mal tiempo.

Me alojé en la Candelaria, el centro histórico, turístico y cultural de la capital.

En los últimos años ha visto como los hostales para mochileros, restaurantes, discotecas y lugares de ocio en general, han crecido como hongos, ubicados en hermosas casas coloniales que han sido restauradas con respeto.

El Santuario de Monserrate

El Santuario de Monserrate

Uno de los hostales más antiguos y populares es el Platypus (no confundir con Casa Platypus, mucho más caro), que aunque su nombre pareciera indicar que su propietario es australiano (platypus es ornitorrinco en inglés), en realidad pertenece a Germán, una institución en Bogotá por su dominio de varios idiomas, nacido inglés pero nacionalizado colombiano.

Ahora se le ve poco por el hostal y eso ha repercutido en la calidad y el servicio.

Mucho más moderno es el Destino Nómada, uno de los hostales para mochileros más recientes de Bogotá, donde pasé varios días.

Sus dueños, colombianos que han viajado por todo el mundo, plasman aquí lo aprendido en sus periplos.

Panorámica desde Monserrate

Panorámica desde Monserrate

Flores en Monserrate

Flores en Monserrate

Hay un bar exclusivo para clientes con zona chillout, una sala de televisión, internet y wi-fi gratis, cocina, café gratis y desayuno incluido, y un día a la semana organizan una barbacoa gratuita en el patio.

Las camas son de 2 metros de largo y los baños están impolutos, todo ello desde 7€/noche. A 5 minutos del museo Botero y 10 de plaza Bolívar andando.

El centro histórico de Bogotá es uno de los mejor preservados en Latinoamérica.

Antes de la llegada de los españoles, en 1538, Teusaquillo, hoy el Chorro de Quevedo, era lugar de descanso del Zipa, gobernante de los Muiscas de la Sabana de Bogotá.

Se cree que en este lugar Gonzalo Jiménez de Quesada fundó, el 6 de agosto de 1538, lo que se convertiría en la Ciudad de Santafé de Bogotá.

En 1539 se empieza a construir la actual Plaza de Bolívar, donde se ubicaron tanto el poder Civil como el eclesiástico, ya que desde 1553 en el mismo lugar se construyeron varias iglesias hasta la actual Catedral Primada de Bogotá

A partir de la plaza Bolívar, la ciudad creció hacia el norte (plaza de las Hierbas), sur (las Nieves) y occidente (San Victorino). La ciudad estuvo dividida en cuatro parroquias hasta el s. XIX: La Catedral, Las Nieves, San Victorino y Santa Bárbara.

La mona lisa de Botero

La mona lisa de Botero

Casi 500 años después de su fundación, la Plaza Bolívar y la Candelaria siguen concentrando gran parte del poder del país.

Allí se ubican la Casa de Nariño (Presidencia de la República y residencia presidencial), el Capitolio Nacional (Congreso de la República de Colombia), el Palacio de Justicia (Corte Suprema de Justicia), el Palacio Liévano ( Alcaldía Mayor de Bogotá), el Palacio de San Carlos (Ministerio de Relaciones Internacionales), y otros muchos edificios oficiales.

Hasta 10 universidades tienen su sede en la Candelaria, y la lista de museos e instituciones culturales es casi interminable.

Puedo destacar la Casa del 20 de Julio, donde se produjo el llamado Grito de Independencia, la Casa de la Moneda, hoy convertida en didáctico museo y sala de exposiciones, la Biblioteca Luis Ángel Arango, y el Museo Botero, un fascinante lugar que alberga la colección más grande de pintura de Fernando Botero, además de su colección personal de arte, cedida generosamente por el artista, que consta de obras, pinturas y esculturas, de artistas como Renoir, Dalí, Chagall, Giacometti, Picasso, Miró, Bacon y Henry Moore, entre otros.

A dos pasos, recientemente inaugurado en 2008, está el Centro Cultural Gabriel García Márquez, proyecto conjunto entre México y Colombia, que se ha convertido en uno de los referentes culturales de la capital.

Museo del Oro

Museo del Oro

Punto y aparte es el Museo del Oro, sin duda uno de los mejores del mundo en su categoría, ubicado en un moderno edificio.

Alberga una extraordinaria colección de metalurgia prehispánica, presentada con un avanzado concepto museistico en cuatro salas de exposición y una sala de exploración:

1.- El trabajo de los metales describe las técnicas de minería y manufactura de la metalurgia antigua.

2.- La gente y el oro en la Colombia prehispánica da a conocer el uso y contexto de los metales dentro de la organización política y religiosa.

3.- Cosmología y simbolismo explora los temas míticos, el chamanismo y la simbología de los metales.

4.- La ofrenda sumerge al visitante en el mundo de las ceremonias de ofrenda.

Ofrenda en el Museo del Oro

Ofrenda en el Museo del Oro

El Exploratorio promueve la interactividad y la reflexión alrededor de la diversidad y el significado del patrimonio que preserva el Museo.

Pasé varias horas en el museo, que además es gratuito en Domingo, aprendiendo un montón de cosas sobre la cultura en Colombia antes de la llegada, ejem, de los colonizadores españoles.

Aparte de las visitas a museos, en Bogotá es imprescindible subir al Cerro de Monserrate, que con una altitud de 3152 msnm, domina las panorámica sobre la ciudad, que se pierde en el horizonte.

En días despejados es posible observar desde allí el Parque Nacional Natural Los Nevados, a más de 300 km de distancia en la Cordillera de los Andes.

En 1640 se construyó en la cima de esta montaña una ermita dedicada a Santa María de La Cruz de Monserrate.

Desde entonces el sitio ha sido un lugar de peregrinación.

La basílica actual data de 1925 y es un santuario católico, donde descansa una imagen de Cristo, el Señor Caído De Monserrate, que hace referencia a uno de las etapas del Viacrucis, que se puede recorrer completo a través de un sendero tapizado de flores, donde su ubican las estatuas, bastante dramáticas, del Viacrucis.

Plaza Bolívar y Catedral

Plaza Bolívar y Catedral

Lo que no se puede recorrer completo, a pie, es el sendero que sube desde Bogotá hasta Monserrate, ya que por ambiguas «razones de seguridad» que no me supieron, pudieron, o quisieron detallar, está cerrado al público, lo que te obliga a subir en teleférico (construido en 1955) o en funicular (construido en 1929 y modernizado en 2003).

Las colas pueden ser bastante grandes a veces, por lo que es aconsejable madrugar, con lo que tenemos la posibilidad de ver el amanecer desde la cima.

Los domingos y festivos el teleférico hace su primer viaje a las 6 am, y el resto de la semana a las 7h45 am.

Panorámica Plaza Bolívar

Panorámica Plaza Bolívar

Calle de la Candelaria

Calle de la Candelaria

Aparte de las vistas, en el Cerro de Monserrate existe una réplica de una calle bogotana del año 1887 con tiendas y restaurantes donde darse una buena comilona o tomar un caldo reparador, que fue lo que hice yo, ya que la temperatura arriba puede ser bastante fresca.

Recomiendo subir si es posible en un día despejado, ya que las nubes y nieblas a veces estropean la panorámica de la ciudad.

Aunque no está en Bogotá, sino a 50 km por carretera, también recomiendo visitar la Catedral de Sal de Zipaquirá, que, como su propio nombre indica, está construida dentro de una explotación de minas de sal, de las que se lleva extrayendo sal cientos de años y que son de las más grandes del mundo.

La catedral antigua fue construída entre 1950 y 1954, y fue cerrada en 1990 por fallos estructurales que afectaban a la seguridad.

La catedral actual se empezó a construir en 1991, 60 m por debajo de la Catedral antigua, y se divide en tres secciones principales:

Catedral de Sal en Zipaquirá

Catedral de Sal en Zipaquirá

1.- El Viacrucis: la puerta de ingreso conduce al túnel, a lo largo del cual se encuentran las estaciones del Viacrucis (Vía al Calvario), que consisten en pequeños altares tallados en roca de sal. El túnel conduce hacia la Cúpula.

2.- La Cúpula, la rampa de descenso y los balcones, que nos llevan a la nave principal de la Catedral.

3.- En la nave central de la Catedral está la cruz de 16 m de altura, el altar mayor y el comulgatorio.

En la profundidad de la nave se encuentra La Creación del Hombre, homenaje a Miguel Ángel en mármol del escultor Carlos Enrique Rodríguez Arango. Cuatro inmensas columnas cilíndricas simbolizan a los cuatro evangelistas.

Para finalizar la visita, puedes colocarte un casco y equipo de minero y hacer un recorrido por la explotación actual, o, más tranquilo y relajado, ver un documental sobre la historia de las minas de sal de Zipaquirá, y terminar con un rico café Juan Valdéz en la cafetería.

La nave central de la catedral de Sal

La nave central de la catedral de Sal

Para que no parezca que mis actividades viajeras se limitan a visitar lugares culturales y religiosos, mi despedida de Bogotá fue a lo grande, yendo a Andrés Carne de Res, restaurante, bar y bailadero, como ellos mismos se autodefinen, pero que es mucho más, yo lo definiría como el templol del kitch y el desmadre, ya que lo que se ve y se vive (bueno, y se bebe) allí es difícilmente describible.

Miles de personas (no es exageración, tienen 22 comedores) se agolpan en torno a una decoración barroca y excesiva, con múltiples guiños de humor y frases cómicas en carteles; los baños son delirantes y la comida es sólo una excusa para la fiesta, ya que hay varias pistas de baile y la música salsera tiene un protagonismo absoluto.

Para los que no puedan visitar Andrés Carne de Res, basta con ver su web para tener una idea de lo que nos espera allí. Eso sí, los precios son más bien de primer mundo.

Me extraña que no hayan franquiciado la idea, estoy seguro de que en ciudades de medio mundo, Andrés Carne de Res sería un éxito.

La única pega es que se ubica en Chia, a unos 15 kilómetros de Bogotá, y hay que ir en coche, pero los de Andrés Carne de Res han pensado en todo.

Si a la salida no estás en condiciones de conducir, puedes contratar un servicio de chófer, o relajarte en una hamaca en la zona chill out, tomando un caldito, hasta que baje la tasa etílica.

Yo tuve suerte, fui con amigos colombianos bastante sobrios, por lo que no tuvimos que esperar a la salida.

Así es Andrés Carne de Res

Así es Andrés Carne de Res

Para más información sobre Bogotá, consulta las páginas web de:

Wikipedia, Portal Oficial de Turismo, Candelaria Info, Bogotá Turismo, Cerro Monserrate.

Haz clic para ver las fotos de Bogotá y la Candelaria, Monserrate,Museo Botero, Museo del Oro, Andrés Carne de Res y Catedral de Sal en Zipaquirá.

No olvides visitar los concursos de fotografía elfoton.es. de relatos de viaje moleskin.es y de recetas en Recetas de Mundo.

Haz clic para ver todas las fotos del viaje Vagamundos 2009 por Venezuela, Trinidad y Tobago y Colombia.

Desde Madrid, España, 30 de Octubre de 2009

¡¡ Hasta Pronto !!

Carlos

Colombia Bogotá Candelaria