Buceo con Bahia Divers en sistema de cenotes Chac Mool y Kukulcan Playa del Carmen, cortesía de B the travel brand.
No habían pasado ni 36 horas de mi aterrizaje en Cancún, un vuelo largo pero muy agradable de 11 horas en clase Turista + con Evelop!, la línea aérea del Grupo Barceló, cuando estaba metiéndome a bucear en Chac Mool, uno de los cientos si no miles de cenotes que han convertido la península de Yucatán en un inmenso queso gruyere.
Muchos de ellos no están abiertos al público, por ser muy peligrosos para los buzos normales, ya que se necesitan certificaciones especiales de buzo de cuevas y cavernas, o son sagrados para los mayas porque en ellos se han encontrado restos humanos provenientes seguramente de ritos ceremoniales.
Bucear en cenotes había sido uno de mis sueños desde que recorrí la ruta maya por primera vez en 1991, pero en aquella época no tenía certificación de buceo, y me prometí volver para poder sumergirme en sus aguas, a veces dulces, otras saladas, frías y calientes al mismo tiempo. un ecosistema único que está lleno de sorpresas que sólo puedes conocer buceando.
En 2001, el el primer viaje de Vagamundos por Caribe y Centroamérica, regresé a Playa del Carmen, comprobé que el turismo había llegado a sus playas caribeñas de aguas turquesa y arena blanca en lo que 10 años antes era un pequeño pueblo de pescadores, pero el buceo en cenotes era todavía una actividad que atraía a poca gente.
Yo venía con mi recién estrenada certificación PADI Advanced que había sacado en Honduras, en el Utila Dive Centre, y contacté con un californiano, Harry, que me llevó a Dos Ojos, el cenote más conocido de todos los de la zona., y allí me hizo pruebas de flotabilidad, uno de los requisitos más importantes para bucear en cenotes, ya que si es positiva te vas hacia el techo y puedes quedar enganchado en una estalactica o golpearte con una roca, si es negativa te vas al fondo y puedes levantar el sedimento limitando la visibilidad.
El buceo fue bien, pero la falta de experiencia me impidió disfrutar relajado; cuando cruzamos zonas de termoclina, aquellas en las que el agua salada, a unos 28º, se junta con la dulce del río subterráneo, a 24º, la diferente densidad provoca un efecto borroso, y pierdes la orientación, Yo pensé que había perdido las lentillas, y para un miope de 10, literalmente, como yo, eso supone incapacidad total, así que os podéis imaginar lo nervioso que me puse.
400 buceos y 16 años más tarde, con una cámara de aventura Olympus Tough 870 con su carcasa estanca, estaba ansioso cuando Pascual, el buzo especialista en cuevas y cavernas de Bahia Divers, me recogió en mi alojamiento en Playa del Carmen, el Hostel Guacamundo, que sólo recomiendo si lo que te va es la juerga y no duermes de noche, y me llevó al centro de buceo en la playa Xpu-Ha, a unos 20 kilómetros de Playa del Carmen.
Allí conocí a Marcos, el gerente del centro de buceo, que como Pascual y tantos otros que me he encontrado en los últimos años por el mundo adelante, es un fugitivo de la vida de oficina en España y el buceo ha pasado a ser su pasión y medio de vida.
Después de rellenar el papeleo, nos fuimos con una familia de Nueva York al sistema de cenotes Chac Mool y Kukulcan, a unos diez minutos de Bahía Divers. Cuando llegamos el lugar estaba abarrotado de buceadores, pero Pascual nos dijo que cuando entráramos en el agua estaríamos casi sólos, como así fue.
Nos dio las instrucciones de seguridad y explicó el sistema de cenotes y como iban a ser los dos buceos que íbamos a hacer, seguidos uno tras otro ya que la máxima profundidad que íbamos a hacer era menos de 20 metros y no era necesario hacer parada de seguridad.
El primer cenote que buceamos fue Kukulcan, unos 40 minutos en total en un circuito en el que había que seguir una línea o cuerda naranja, que zizagea entre las rocas y te permite no despistarte en caso de termoclina o que algún buzo levante sedimento.
Vimos fósiles, grandes rocas que antes estaban en el techo de la cueva, y zonas donde la entrada del sol creaba una preciosa cortina de luz en plan película de apariciones celestiales, pero nosotros estábamos bien entrenados y en vez de seguir la luz seguimos a Pascual.
Al final del primer buceo regresamos al coche para cambiar el equipo mientras Pascual iba buceando de un cenote a otro porque ese tramo es sólo para especialistas en cuevas.
Después de hidratarnos un poco nos fuimos a la entrada del segundo cenote, Chac Mool, donde Pascual había dejado su equipo y entramos al agua completamos sólos. Si el primer buceo había sido muy bonito, este fue espectacular, ya que era un buceo multinivel donde había de todo, desde el fondo hasta las aberturas del cenote que te permitían ver la jungla a través del agua en una visión casi surrealista.
Pero lo más espectacular del buceo estaba por llegar, ya que Pascual en un momento determinado puso el pulgar hacia arriba, que en buceo no significa todo ok si no subir, así lo hicimos lentamente, y de repente nuestras cabezas salieron al interior de una alucinante cueva en forma de cúpula, con miles de estalactitas y estalacmitas.
Pero lo más aluciante quizás fue las raíces de árboles que en busca del agua fresca del cenote, habían atravesado la tierra y bebían directamente del agua.
Vimos corales fosilizados y hasta una chimenea natural desde la que veíamos el cielo y que purificaba el aire de la cueva.
Exultantes por la experience, tanto Steve y su familia como Pascual y yo dimos buena cuenta de los burritos de pollo que nos tomamos en el chiringuito que había cerquita.
Definitivamente bucear en cenotes es una experiencia increíble, pero no es una broma; en el cenote había una cruz grande y le pregunté a Pascual por qué estaba allí, temiéndome la respuest.
Me confirmó que en 2012 un buzo español y sus dos clientes, una pareja de brasileños que estaban en luna de miel, habían entrado a bucear a una hora inusual, las 4pm, y nunca salieron.
Hasta la medianoche no encontraron sus cuerpos, en una zona prohibida, y se cree que en vez de los dos buceos máximos que se pueden hacer con una botella, intentaron hacer tres pero por alguna razón se quedaron sin aire y no pudieron salir.
Por eso es muy importante bucear con profesionales y buscar en Internet reseñas del centro de buceo, Pascual estuvo hablando con el responsable de mantenimiento del cenote, que es fotógrafo profesional y se asegura de que las líneas están en su sitio; le dijo que había expulsado a dos guías de Tulum por hacer cosas raras con sus clientes.
Haz clic para ver las fotos del sistema de cenotes Chac Mool y clic para ver los videos. En esta colección tienes todos los álbumes del viaje 2017 por México.
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¡Hasta pronto!
Carlos, desde Playa del Carmen, Quintana Roo, México, 9 de marzo de 2017
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