Monasterio de Lorsch Unesco Alemania
Lorsch es una pequeña localidad medieval de 12.000 habitantes a unos 60 kilómetros al sur de Frankfurt, en Hesse. La razón de mi visita era la abadía benedictina del mismo nombre, Lorsch, donde se creó el códice Lorsch a finales del siglo XII, que se encuentra en la actualidad en el archivo estatal de Wurzburgo.
La Abadía imperial de Lorsch (Reichsabtei Lorsch en alemán), fue una de las más importantes abadías del Imperio carolingio, y aunque gran parte de sus dependencias están en ruinas es uno de los edificios prerománicos más importantes de Alemania, y por ello en el año 1991 las ruinas de la abadía fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La abadía fue fundada por el conde franco Cancor en 764 como iglesia y monasterio en sus tierras en Laurissa. El primer abad fue el sobrino de Cancor, Crodegango, arzobispo de Metz, que dedicó la iglesia y el monasterio a San Pedro y se convirtió en el primer abad.
La iglesia principal de Lorsch fue consagrada por el arzobispo de Maguncia en 774 en presencia de Carlomagno, con el nombre de iglesia de San Pedro, San Pablo y San Nazario.
En el transcurso de los siguientes 900 años, la biblioteca y el centro de estudios de Lorsch llegaron a ser uno de los centros culturales y científicos más importantes de Alemania. Sus herbarios, base de la medicina de la época, eran los más completos de Alemania, y el uso de plantas medicinales quedó fielmente registrado en códices médicos.
Su importancia económica y política también fue muy grande, y recibió el nombre de abadía imperial porque dependía directamente de los emperadores. Los reyes carolingios Luis el Germánico y Luis el Joven fueron enterrados en ella.
La abadía disfrutaba de poderes y derechos similares a los de un Estado, y su enfrentamiento con Roma provocó que el papa Gregorio IX terminara con la larga serie de 46 abades benedictinos que habían gobernado la abadía, y depusiera a Conrad, el último abad.
Desde 1248 hasta 1556 los monjes mostenses fueron responsables del monasterio, que perdió toda su influencia política y riqueza económica. En el aspecto cultural la importancia como centro del saber de la época llegó a su fin con el traslado de la biblioteca a Heidelberg para crear la Biblioteca Palatina por orden del príncipe Otón Enrique. El remate final fue la disolución de Lorsch en 1557.
En 1623 la biblioteca, con 196 manuscritos de extraordinario valor, fue regalada al papa Gregorio XV por Maximiliano de Baviera y trasladada a Roma, donde se incorporó a la Biblioteca Vaticana.
En los siglos siguientes la abadía sufrió el abandono, el pillaje, el deterioro y las guerras de Luis XIV de Francia entre 1679 y 1697, cuando los soldados franceses incendiaron los edificios de la abadía.
El antiguo pórtico real, el Königshalle, es el más antiguo monumento de la arquitectura carolingia, y fue construído por orden del emperador Luis III en el siglo IX. Es lo único que pude visitar, ya que el resto de las ruinas benedictinas estaban cubiertas de andamios y no se podía acceder a ellas.
Están construyendo también un parque que nos transportará a la Edad Media y recreará la vida en la abadía de Lorsch en épocas pretéritas, que se inauguró en parte en julio de 2014 conmemorando el año de Carlomagno, y en setiembre la abadía reabrió después de tres años de renovación en profundidad.
Hay un sendero circular de tres kilómetros que une la abadía imperial con los restos arqueológicos originales del monasterio, y un jardín con plantas medicinales, como en la Edad Media. En el museo hay una extensa muestra de hallazgos arqueológicos y otros objetos expuestos que pintan un cuadro vívido sobre como vivían los monjes.
Cerca de la puerta real se encuentra un centro de visitantes con información histórica sobre la abadía y un museo con elementos de época medieval y de épocas más recientes, cuando Lorsch fue un importante centro de distribución de tabaco.
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Si quieres más información sobre Alemania y la abadía de Lorsch, puedes visitar las webs en español de Turismo de Alemania, Abadía de Lorsch, y minube, donde también he creado una lista con alojamientos recomendados cercanos a los lugares Patrimonio de la Humanidad.
En inglés puedes consultar la copia digitalizada de la biblioteca de Lorsch
¡Hasta Pronto!
Carlos, desde Jasper, Canadá, 20 de octubre de 2014
Muchas gracias por una explicación tan completa.