El Salto del Dragón a Corea del Sur
Después de visitar Taiwán, uno de los llamados cuatro dragones de Asia, junto con Corea del Sur, Hong Kong y Singapur, volé directamente a Seúl, así que ya puedo decir que conozco los cuatro, además de haber visitado la Madre de todos los dragones, China.
Aterricé justo el día que comenzaba la Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl, 26 de Marzo, y la ciudad estaba completamente tomada por la policia y el ejército, ya que asistían Obama y más de 50 líderes mundiales, y hay que recordar que Seúl está a sólo 60 kilómetros de la frontera con Corea del Norte y su eterna amenaza de destruirla con mísiles.
Aparte del bloqueo que sufría la ciudad, tampoco me animé a salir el primer día porque venía de pasar dos meses en Filipinas con temperaturas tropicales, y aunque sabía que en Seúl haría frío, no me esperaba temperaturas cercanas a cero grados y nieve en las montañas a finales de Marzo. Me comentaron que en el más crudo invierno Seúl puede llegar a -15º por culpa de los vientos siberianos que la azotan.
No pude dedicarle todo el tiempo que hubiera querido al país, pero mi presupuesto de mochilero, 30€/día, no daba para mucho, así que me tuve que conformar con pasar unos días en su fascinante capital, Seúl, y viajar al sur a la ciudad más pujante del país, Pusan o Busan, donde tuve una intensa experiencia espiritual: pasar un fin de semana en un monasterio budista milenario.
La historia de Corea del Sur está marcada por dos hechos fundamentales: la ocupación japonesa entre 1910 y 1945 y la división del país en Norte y Sur después de la Guerra de Corea en los años 50, que dejó al Norte comunista apoyado por China, y el Sur capitalista apoyado por la ONU y EE. UU. como némesis irreconciliables,; todavía hoy EE. UU. mantiene en tierras coreanas cerca de 30.000 soldados.
Así que cuando aterricé en Seúl sin saber que ese día estaría la ciudad llena de presidentes y primeros ministros, me dije que esperaba que al nuevo líder supremo norcoreano, Kim Jong-un, no se le ocurriera lanzar un pepino nuclear.
Gracias a couchsurfing tuve además la suerte de conocer a Samuel, un francés de origen español, que había vivido unos años en Japón y que ahora estaba afincado en Seúl dando clases en un colegio francés y dedicado a su pasión, el fútbol, como entrenador.
Gracias a las gestiones de Samuel me alojé cual niño en su colegio, un internado para coreanos, donde tenían algunas habitaciones libres para estudiantes. Estaba a media hora del centro de Seúl en bus y muy cerca del parque nacional Bukhandan, donde un día fui de senderismo con él y visitamos varios templos situados en las montañas.
Caminando por el parque nacional nos cruzábamos con gente ataviada a la última en equipamiento, con chaquetas Gore-tex de última generación, bastones de Nordic walking, y todo tipo de complementos, como si fueran a un desfile de modelos de montaña.
Bukhansan fue nombrado Parque Nacional en 1983, tiene una superficie de 79,9 km2 y es el último de los 15 con que cuenta Corea del Sur. Está totalmente rodeado de zonas urbanas, y es el pulmón de Seúl, con más de 5 millones de visitantes por año. Cuenta con muchas gargantas y picos de granito y es hogar de más de 1.300 especies de flora y fauna.
Hay que ir bien equipado porque el tiempo puede variar de repente y hay zonas muy expuestas, con rutas por grandes rocas de granito a las que subes agarrado a cuerdas o barandillas de hierro.
El parque también alberga sitios históricos y culturales, como la fortaleza Bukhansanseong con más de 2.000 años de historia, las antiguas murallas defensivas de la ciudad, y más de 100 templos budistas, a destacar el de Sunggasa.
Para relajarme después de la caminata me fui a un Jjimjilbang cercano al colegio. Jjimjilbang es la versión coreana de la sauna, pero es mucho más que eso; por lo ubicuos y populares que son, creo que debe ser una de las aficiones favoritas de los coreanos.
En el Jjimjilbang se juntan la estética, la higiene, el ocio y el vicio, pero no me interpretéis mal, con este último término no me refiero a la acepción equivocada del término sauna que usamos en España para lugares de intercambio de fluidos corporales a cambio de dinero (¡toma eufemismo!), sino que en muchos Jjimjilbang hay salas de juego con billar, juegos de mesa y azar, sala de Internet y videojuegos, y todo incluido en el precio de la entrada al Jjimjilbang, entre 5 y 10€ dependiendo de la calidad y modernidad de las instalaciones, por lo que hay gente que se tira horas y horas jugando.
El mío era un Jjimjilbang de barrio, pequeño pero coqueto, y lo cierto es que enseguida me enganché a ellos, regresé varias veces y lo probé también en Pusan. Suelen tener zonas de baños separadas para hombres y mujeres, donde, al menos en la de hombres, la gente va desnuda, con saunas a diferentes temperaturas, baños turcos, spa, y sala nevera para refrescarse.
Después de pasar por diferentes zonas a diferentes temperaturas y terminada la parte de la higiene, pasas a las zonas comunes, los hombres de pijama azul y las mujeres rosa, y allí tienen una zona relax perfecta para siestas o para ver la tele, e incluso con karaoke o bailes coreografiados, y las salas de juego antes mencionadas.
Incluso me comentaron que, como muchos Jjimjilbang no cierran por la noche, es el alojamiento más económico para mochileros, ya que vas por la tarde/noche, dejas tu mochila en las taquillas, te das los baños y haces las actividades que quieras, luego a dormir hasta la mañana siguiente, y todo por 5-10€.
Recorriendo Seúl en los días siguientes comprobé que el coreano es uno de los pueblos más consumistas del mundo; en todas las paradas de bus hay conexión wi-fi de alta velocidad y aprovechan para hacer las compras con el móvil esperando el bus.
Otra cosa curiosa de las paradas de bus es que tienen códigos QR, así que basta con hacer una foto y en segundos tienes información sobre las líneas que pasan por esa parada y el tiempo que falta para que lleguen los buses de las diferentes líneas. Es uno de los usos más prácticos que he visto de los códigos QR.
Corea del Sur está obsesionada con superar a Japón económicamente, y a la vista de su pujanza en unos cuantos sectores como el de tecnología, con empresas punteras como Samsung y LG, el de automoción, con Hyundai y Kia, y la construcción naval, encabezada también por Hyundai, lo conseguirán pronto.
La impresión que me llevé en mis charlas con coreanos es que no les importa trabajar casi tanto como los chinos para hacer progresar al país, porque hoy por hoy tienen ya una renta per capita superior a la de muchos países de la UE y unas infraestructuras de primera.
Casi todo el mundo tiene conexión 4G móvil, lo que se plasma en que en un vagón de metro, de 25 personas que conté, 15 estaban usando un smartphone, 8 un tablet, sólo uno un periódico, y el «raro» debía estar pensando, porque no tenía nada en las manos.
Seúl es capital de Corea del Sur desde la creación de la república en 1948 y capital histórica de Corea desde hace más de seis siglos, aunque su fundación se remonta dos milenios. Tiene unos 10 millones de habitantes en la ciudad propiamente dicha, y un total de 25 millones en el área metropolitana, lo que la convierte en la segunda más grande del mundo después de Tokio.
Pasear por la ciudad es un continuo contraste entre lo ultramoderno y lo antiguo, con rascacielos de diseños muy llamativos y al lado templos milenarios. Durante la ocupación japonesa y la Segunda Guerra Mundial Seúl resultó muy dañada y por ello muchos edificios y templos que nos parecen antiguos están restaurados casi al 100%.
Una visita obligada en Seúl es a los palacios reales, cinco grandes palacios llamados Changdeokgung, Changgyeonggung, Deoksugung, Gyeongbokgung y Gyeonghuigung, nombrados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1997.
No visité todos los palacios porque llevaría varios días, pero los dos que visité fueron una muestra más que representativa del poderío histórico de la realeza en Corea. La entrada conjunta para los cinco palacios cuesta unos 7 euros, y la individual unos 2€.
Changgyeonggung fue construido en 1104 por el Rey Sejong para su padre, Taejong, y en 1483 fue ampliado y remodelado por el Rey Seongjong. Al igual que el resto de los palacios reales, Changgyeonggung sufrió muchos daños durante la invasión y ocupación japonesa, ya que construyeron un zoológico y un jardín botánico, además de un museo para convertirlo en un lugar de esparcimiento público.
El zoológico y el jardín botánico fueron clausurados en 1983, aunque se conserva un bonito invernadero de flores tropicales cerca del lago principal.
Deoksugung fue destruido en gran parte por el fuego en 1917, y en 1991 comenzó una rehabilitación integral que aún continua hoy en día. Alberga la residencia de la reina madre y además de los tradicionales edificios del palacio, con inmensos salones de audiencias y espectaculares patios empedrados, también tiene jardines arbolados y una estatua del rey Sejong el Grande.
Lugares interesantes para visitar en Seúl hay muchos, como Ssamzigil, inaugurado en 2011, centro comercial y cultural alternativo, con un agradable café y parque de juegos en el tejado, y mi templo favorito es Jogyesa, situado enfrente del edificio de Temple Stay o Estancia en Templos, donde me informé de las distintas opciones que tenía para pasar unos días en un templo budista, y mi elección fue Beomeosa, cerca de Pusan. En mi próximo diario os contaré mi experiencia en el templo.
Para los amantes de compras, que no es mi caso, es muy famosa la calle Myeondong, llena de tiendas de ropa con todas las tendencias posibles; Dongdaemun es también para moda pero más económica, y para productos más tradicionales el lugar recomendado es Insadong, donde se puede comprar artesanía, pintura, escultura y cerámica coreanas.
No podemos irnos de Seúl sin visitar Namdaemun, el famoso mercado callejero, con más de 10.000 tiendas, prácticamente abierto 24 horas, aunque el horario oficial es de 6 a.m a 9 p.m.. Es el mercado más grande de Corea y en él se puede encontrar prácticamente de todo.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver las fotos de Seúl y los Palacios Reales.
Para consultar lugares recomendados en Corea del Sur, visita minube, la red social de viajes más activa en español.
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Para más información sobre Corea del Sur, consulta las páginas web de:
Wikipedia Corea del Sur, web oficial de Turismo de Corea del Sur en español, Turismo en Seúl (español), KBS World (español), Korea.net (español), y los blogs en español Comida Coreana y Paella de kimchi
Haz clic para ver:
Fotos de Seúl. Trekking en Parque Nacional y Templos Reales de Seúl y videos de Corea.
Mapa con las fotos geoposicionadas en Flickr Maps.
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¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos, desde Madrid, España, 15 de enero de 2013
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