No es que ahora me codee con grandes músicos, es que fui invitado a una cata multisensorial de Glenfiddich en la cual la parte musical la pondría el extraordinario violinista libanés de ascendencia armenia que ha hecho de Madrid su residencia, por mucho que el gobierno español le negara la nacionalidad a pesar de llevar 15 años viviendo en España.
Ara Malikian nació en 1968 en Libano, y dio su primer concierto importante con 12 años. A los 14 consiguió una beca del gobierno alemán para estudiar en la Hochschule für Musik und Theater Hannover y con 15 años fue su alumno más joven.
Como intérprete ha ganado numerosos concursos en todo el mundo, como el Felix Mendelssohn (1987 Berlín, Alemania), el Pablo Sarasate (1995 Pamplona, España)y ha tocado en más de cuarenta países en los cinco continentes, además de realizar colaboraciones con músicos no clásicos, tan variados como la cantante libanesa Fairud, el bailarín flamenco Joaquín Cortés, el Ensamble Nuevo Tango, el jazz y participado en bandas sonoras de películas como Hable con ella de Almodóvar.
Malikian es especialista en Paganini, incluyendo sus famosos 24 caprichos para violín; en 2007 formó el cuarteto de cuerda Pagagnini, y en 2008 estrenó la obra Pagagnini, que fue presentada en más de 100 países.
Su educación multicultural le ha llevado a profundizar en sus raíces armenias y asimilar la música de otras culturas del Medio Oriente (árabe y judía), Centro Europa (gitana y klezmer), Argentina (tango) y España (flamenco), todo ello dentro de un lenguaje muy personal en el que se dan la mano la fuerza rítmica y emocional de estas músicas con el virtuosismo y la expresividad de la gran tradición clásica europea.
Con este apabullante curriculum no podía dejar pasar la oportunidad de verlo tocar de cerca mientras probaba el whisky de malta más famoso del mundo, Glenfiddich, que en gaélico significa Valle de los ciervos, de ahí su logotipo. Glenfiddich se produce Dufftown, Escocia, en la región de Speyside y la misma destilería fundada en 1886 por William Grant en Dufftown, y lleva satisfaciendo a los conocedores del whisky desde el día de Navidad de 1887.
Desde 1957 Glenfiddich es embotellado en sus elegante botellas de forma triangular, y se ha convertido en el whisky de malta pura más vendido del mundo, con presencia en 180 países. Glenfiddich es destilado, madurado y embotellado en una única destilería y la fuente natural de agua viene del manantial de Robbie Dhu.
Glenfiddich madura en barricas de roble, en barriles de ron de Cuba (21 años), barriles de bourbon americano (18 años), barriles nuevos de roble o de vino de jerez español (15 años), y el más joven de 12 años en barriles nuevos.
La cata fue una secuencia de whiskys de 12, 15 y 18 años, acompañadas de proyecciones multimedia en las cuatro paredes de la sala de Studio Pradillo 54 donde se celebró el evento. No soy especialista en whisky, pero la combinación de whisky, música e imagenes multimedia llenaron mis sentidos.
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