De Melbourne a Adelaida con 12 Apóstoles y 18 ninfas.
Lo de los 12 apóstoles es por las famosas formaciones rocosas que hay en la Great Ocean Road, una carretera que une Melbourne con Adelaida por la costa y que tiene unas vistas espectaculares. Los 12 apóstoles son pináculos de roca que por causa de la erosión del agua y el viento se han separado de los acantilados y tienen unas formas espectaculares.
Fue construida después de la I Guerra Mundial por los soldados australianos que retornaban a casa y no tenían trabajo. Transcurre por más de 300 km. de costa y en su recorrido está una de las playas de surf más famosas del mundo, Bells Beach, que ha protagonizado incluso películas. Aquí se organizó hace 30 años el primer campeonato profesional de surf del mundo, patrocinado por Rip Curl, una marca muy conocida en el mundo surfista, y que tiene su sede por esta zona.
Lo de las 18 ninfas no tiene que ver con la Great Ocean Road, sino por la compañía que tenía en mi viaje de Melbourne a Adelaida, ya que en el autobús eramos 21 personas, 18 chicas, 1 japonés que estuvo de resaca los 3 días, un noruego que estaba con su novía, y un español, el menda, que no se lo podía creer. Si a esto añadimos que eramos de 9 nacionalidades, a saber, japoneses, coreanos, irlandeses, alemanes, holandeses, ingleses, noruegos, suizos y español, os podeis imaginar lo animado que estuvo el viaje.
Aparte de los 12 apóstoles, el lugar más famoso es el London Bridge, que era un puente natural de piedra de 2 arcos que unía el pináculo con la costa, pero el 15 de enero de 1990 un arco se desplomó convirtiéndose en una isla; la cosa no tendría mayor importancia si no fuera porque una pareja quedo aislada, y la televisión envió un helicóptero para entrevistarlos, con el resultado que la mujer y el jefe del individuo que estaba no quedaron muy contentos cuando le vieron en la tele, porque supuestamente estaba en un viaje de negocios.
Esta zona se llama la costa de los naufragios por los cientos de barcos que descansan en sus aguas como consecuencia de los fuertes temporales que asolan la zona.
El segundo día del recorrido lo pasamos en los Grampians, al norte de Melbourne, una de las zonas más hermosas de Australia, con varias cadenas montañosas causadas por la presión de las placas tectónicas, y que contiene varios cráteres extintos. Se declaró Parque Nacional en 1984, y hay más de 200 km. de senderos marcados; nosotros hacemos el llamado «mandíbulas de la muerte», porque va entre rocas que se asoman sobre un precipicio de 700 metros, en las que te puedes sentar si no padeces vértigo.
Hacemos un recorrido por el Bosque tropical, un sendero llamad Tim’s Rest Rainforest walk, donde se puede apreciar la lucha entre los eucaliptos y el bosque tropical por ganar terreno. También subimos el monte Abrupt por la tarde, para ver el ocaso, y el recorrido es precioso.
El tercer día nos acercamos a un mirador llamado Boraka, con una espectacular vista sobre los Grampians, pero lo maravilloso del lugar es que los koalas están subidos a los eucaliptos, y prácticamente los puedes tocar con las manos; es un animal que se mueve muy lentamente y se pasa dormitando casi todo el tiempo; se alimenta exclusivamente de hojas de eucalipto, algo que si hiciera cualquier otro animal le llevaría a la muerte, ya que son venenosas, pero el koala tiene una enzima en su estómago que neutraliza el veneno.
Los componentes tóxicos de las plantas son destoxificados en el hígado gracias al ácido glucurónico. En mi paseo por el parque veo hasta 7 koalas, meciéndose en sus ramas con el viento. El tamaño de los animales del sur es mayor que los del norte. El promedio de longitud, entre cabeza y cuerpo, es de 78 cm en los machos y de 72 en las hembras.
Los machos pueden pesar hasta un 50% más que las hembras, y el promedio es de 11,5 kg en los machos y 7,9 kg en las hembras. La hembra tiene una bolsa marsupial o marsupio que se abre hacia atrás. El macho presenta una gran glándula pectoral que no existe en las hembras.
La comida la hacemos en las cataratas McKenzie, un lugar paradisíaco, en medio de un bosque, con una catarata de unos 50 metros que se desploma verical creando una poza donde el baño es delicioso después de la caminata.
Para completar el día, a última hora de la tarde nos vamos a un campo de golf, y está lleno de Kanguros, no es que los hayan contratado como «caddies», sino que les encanta comer la hierba de los recorridos, que es especial y muy sabrosa.
Llegamos a Adelaida después de 3 días y 1.200 km. de recorrido, satisfechos porque hemos visto animales únicos como el koala y el kanguro, paisajes espectaculares como la carretera escénica y los Grampians, hemos caminado por el bosque tropical, y nos hemos bañado en una hermosa catarata, todo ello con mi harém de 18 ninfas (soñar no cuesta nada), ¿qué más se puede pedir?
¡En este enlace podéis ver todas las fotos del viaje de 6 meses en 2002 por Australia y Nueva Zelanda
¡¡ Hasta Pronto !!
Desde Perth Australia, febrero 2002
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