Ecuador. La mitad del mundo.

Hace 5 años estuve en la otra «mitad del mundo», en Uganda, África, y no estaba tan bien organizada como la de Ecuador, era un sencillo monumento con la línea del Ecuador marcada, y los puntos cardinales en sus extremos. En Ecuador han creado la «Ciudad de la mitad del mundo«, y cobran por visitarla, pero vale la pena, el Ecuador le ha dado nombre al país, y es responsable en gran parte de su biodiversidad y variedad geográfica.

La ciudad está presidida por una torre que está justo situada en el Ecuador, dejando los puntos cardinales en cada uno de sus extremos, y alberga en su interior un museo etnográfico, que explica las diferentes culturas de Ecuador, y que despeja una de mis dudas, porque desde que llegué había visto muchos negros africanos, y pensé que serían descendientes de los esclavos, algo que era correcto, ya que Fray Bartolomé de las Casas protestó por las duras condiciones de trabajo de los indios en las minas y plantaciones de algodón, y la solución fue sustituirlos con negros.

El resto de la ciudad de la mitad del mundo se compone de un pabellón francés, que alberga una exposición sobre astronomía, un pabellón de la cultura solar, donde aprendes por que Ecuador es el mejor lugar del mundo para mediciones geodésicas (por las altas montañas que tiene), y un pabellón español cerrado a cal y canto (a lo mejor es porque era la hora de la siesta). Hay un pequeño planetario muy interesante, y una reproducción a escala de las ciudades de Quito y Guayaquil, que no visité. Además, multitud de tiendas, cafeterías, restaurantes, y una plaza central donde hay actuaciones musicales. También hay un café internet, seguro que el único del mundo que está en la línea del ecuador, pero que sólo tenía un ordenador que no funcionaba.

Quito es la ciudad colonial más bella que conozco, no te cansas de mirar arriba, abajo, a los lados, y siempre verás un hermoso balcón, una puerta en madera labrada, un empedrado antiguo; su ubicación geográfica, a 2.800 metros de altitud, rodeada de montañas, suavizan su clima, y las noches son bastante frescas. Fue fundada en 1.534 con el nombre San Francisco de Quito, y precisamente el conjunto de San Francisco es uno de los más hermosos que he visto en mi vida.

La iglesia, la plaza, el convento, la capilla de Cantuña, los hermosos edificios coloniales que rodean la plaza, y una escalinata en piedra muy bonita, forman un conjunto muy armónico, «coloreado» con las vendedoras de rosas, limpiabotas, puestos de helados, de frutas, de venta de CD´s quemados, y los inevitables mendigos que se agolpan a la entrada de la iglesia en busca del óbolo del turista. La iglesia de San Francisco tiene la única virgen alada de Sudamérica, que reproducida en aluminio, domina la ciudad desde una de sus colinas, protegiéndola de los volcanes, terremotos, y otros desastres.

Sería muy largo contaros todas las maravillas arquitectónicas de Quito, por algo la ciudad colonial es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, aunque en la parte negativa hay que destacar el infernal tráfico, la contaminación causada por los buses (aunque también hay trolebuses eléctricos), y que la zona colonial se ha convertido en un zona insegura por las noches, lo que me da mucha pena, me encanta pasear por las noches por calles empedradas iluminadas con viejos faroles de hierro, como hacía en Santiago de Compostela en mis años universitarios.

Hay que destacar de Quito la plaza de la Independencia, que alberga la catedral, el palacio arzobispal, el palacio presidencial, y el palacio municipal; como podeis ver no queda una esquina libre, además en una de sus esquinas está el antiguo Hotel Majestic, que es un edificio muy armonioso. La plaza de Santo Domingo, donde se ubica mi hotel, el Real Audiencia, con las vistas más bonita de la ciudad, y su restaurante panorámico es una delicia, es también muy bonita y sencilla, aunque está en la zona «caliente». De todas maneras, he caminado por la noche sin ningún problema por la zona colonial.

La iglesia de la Compañía de Jesús tiene una fachada impresionante, con 6 columnas salomónicas talladas en piedra en forma de lazo, copia de las de Bernini en el Vaticano. Su interior barroco y mudéjar es muy espectacular. Finalmente, la Basílica del Voto, construida entre los s.XIX y XX, es un templo de estilo neogótico, con las gárgolas similares a las de Notre Dame de Paris, pero con animales autóctonos en vez de figuras mitológicas. Es uno de los templos mas grandes que he visto, que además está emplazado en una colina y se ve desde cualquier parte de la ciudad.

Mañana voy a cumplir uno de mis sueños, visitar las Galápagos, la mejor manera que se me ha ocurrido de celebrar mi cumpleaños. Espero que NO haya cafés internet allá, así que durante unos días os dejaré tranquilos.

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¡¡ Hasta Pronto !!

Desde Quito, 03/06/2001

Ecuador