Faro de Tazones al atardecer

La última parte de mi visita a los faros de Asturias fue espectacular, no tanto por los faros en sí, si no por la increíble puesta de sol que vi en el faro de Tazones, y la naturaleza en torno al faro de San Emeterio, el último de Asturias.

Una vez pasado Gijón, tenemos que tomar la salida de Tazones, y después de una sinuosa carretera que atraviesa el pueblo y a unos 2 Km de éste, llegamos al faro.


El faro de Lastres desde Tazones

Tazones cubre la entrada oeste a la ría de Villaviciosa, y funciona desde 1864, con un alcance actual de 23 millas.

La torre tiene 11 metros de altura, y el plano focal está a 127 metros, lo que da una idea de la altura de los acantilados en esta zona.

Tanto el edificio como los jardines y la huerta colindantes están cerrados por un alto muro de mampostería, y pegado al mismo hay un restaurante desde donde se puede ver la puesta de sol, que en este punto es en tierra.


Panorámica Olympus de El Pontón, en la carretera de Tazones a Villaviciosa. Haz clic para verla completa

 


Atardecer en El Pontón

La carretera de bajada a Villaviciosa me deparó alguna de las mejores vistas del viaje, con la ría adquiriendo un todo rojizo que se acentuaba a medida que descendía el sol.

Villaviciosa es una ciudad histórica, sobre todo de los periodos prerrománico y románico, aunque no logré enterarme de la etimología de su nombre, ya que si uno espera encontrar algo tipo Sodoma y Gomorra o Las Vegas por hablar de otro tipo de vicio, el chasco es monumental, ya que es un lugar más que tranquilo.

Me alojé en el hotel Carlos I, que a pesar de su nombre y aspecto noble, alberga un alojamiento familiar de primera clase en un edificio del S.XVI, con habitaciones acogedoras por sólo 25€ (supongo que por ser temporada baja, ya que la calidad justificaba el doble).


El faro de Lastres

A lo mejor el nombre de Villaviciosa viene por la gula, porque es difícil resistir la tentación de entrar en alguno de los múltiples restaurantes y no degustar una fabada u otra especialidad asturiana regada con una botella (o 2, que entra como el agua) de sidra casera, por algo estamos en La Comarca de la sidra y celebran la Fiesta de la Manzana y el Festival de la sidra en setiembre.

A la mañana siguiente, una vez digerida la fabada, seguí hacia el faro de Lastres, de 1993, el más moderno de Asturias.


Caballo pastando

Su torre blanca de 18 metros se alza majestuosa en un horizonte llano, y los acantilados tienen una altura de 99 metros.

Lastres se encuentra en el ayuntamiento de Colunga, y es un lugar muy recomendable para una visita pausada, sobre todo por las cuestas que hay que subir, ya que está construído en la ladera de la montaña. Es Conjunto Histórico.

Al ser tan reciente, no tiene vivienda de farero porque es automático y está monitorizado desde el puerto de Gijón, y los únicos seres vivos que vi por la zona fueron varios caballos que pastaban la verde hierba de las praderas, ajenos al fotógrafo que intentaba meter el faro y el caballo juntos en la foto.

Su construcción se debe a la desaparición del arrastrero Bello-1, que naufragó en esta zona, muy peligrosa porque los faros de Ribadesella y Tazones no la cubrían y está llena de peñascos y altos acantilados, que dificultaban la entrada al puerto de Lastres.


Panorámica Olympus de Ribadesella desde el Monte Somos. Haz clic para verla completa

 


El faro de Ribadesella

Ribadesella encendió su faro en 1861, y desde entonces cambió varias veces su tecnología, pasando por el aceite, la parafina, el petróleo, y finalmente la electricidad en 1930.

Aunque la torre tiene sólo 8 metros, su plano focal se encuentra a 115, y su alcance es de 24 millas.

Está en la cima del monte Somos, pero su entorno está completamente descuidado; es muy difícil conseguir una buena foto del faro, y lo que es todavía más extraño, no hay, o al menos no lo encontré, ningún mirador sobre la espléndida ría de Ribadesella.


Ribadesella

Me metí por varios caminos forestales que invariablemente terminaban en fincas cerradas con alambre de espino, y después de pisar varias boñigas, saltar 2 vallas y caminar entre vacas que pastaban indolentemente vigilándome con mirada vacuna, que no es lo mismo que vacua, conseguí divisar el mar, las rompientes y la entrada al puerto de Ribadesella.

Ribadesella ha tenido un enorme desarrollo urbanístico en los últimos años, y sus playas y paseo marítimo están muy cuidados, aunque para mí ha perdido parte del encanto que tenían los pueblos pesqueros asturianos, donde hace 20 años veías descargar el pescado, cómo lo traían al restaurante y en menos de media hora estabas tomando una buena caldereta de pescado o un atún del Cantábrico.

De Ribadesella hay que destacar el descenso Internacional del Sella, la multitudinaria bajada del río en piragua que se hace en Agosto, con la gente siguiéndolo en tren o carretera abajo. Es Fiesta de Interés Turístico Internacional.

También es un lugar plagado de huellas de dinosaurios.


Panorámica Olympus del faro y pueblo de Llanes. Haz clic para verla completa

 


Faro de Llanes

El faro de Llanes está en la punta de San Antón, en pleno centro del pueblo, y fue concebido como una luz local para marcar la entrada al puerto. Se inauguró en 1860 como luz de 6º orden alimentada con aceite de oliva y con un alcance de 9 millas.

Se electrificó en 1926, y un incendio lo destruyó en 1946. Su reconstrucción de 1950 amplió a 12 millas su alcance, y la última reforma de 1961 la dejo en las 23 millas actuales.


Faro de Llanes

Como está a sólo 10 m.s.n.m. sufre frecuentemente el impacto de los temporales, que a veces llegan hasta el farol. En los alrededores han puesto una especie de plaza de hormigón con un emparrado del mismo material, que sólo puede definirse con una palabra: horrorosa.

Para compensar, el pueblo de Llanes sigue teniendo un encanto antiguo, con su recoleto puerto ahora marcado por un dique de abrigo con sus piedras pintadas de estridentes colores.

En bajamar, los barcos quedan recostados sobre la arena cual ballenas varadas.


Panorámica Olympus del faro de San Emeterio y alrededores. Haz clic para verla completa

 


Faro de San Emeterio

Al faro de San Emeterio, también llamado de Tina Mayor, se llega desde la salida de Colombres de la carretera, que pasa por el pueblo de Pimiango, y después de una sinuosa carretera de 2 Km, se llega primero a la Cueva El Pindal, que no pude visitar porque ya era tarde, y seguidamente al faro.

Está en una zona abrupta y solitaria, cerca de la capilla de San Emeterio, que le dio su nombre.


Faro de San Emeterio

En la Guerra Civil fue protagonista de un episodio bélico, ya que el faro fue asaltado por los milicianos, que sospechaban que el farero se comunicaba con el buque Almirante Cervera, de las tropas rebeldes.

Ilumina desde 1864 esta costa abrupta, y es el último faro dependiente del puerto de Gijón, que cede el relevo al de San Vicente de la Barquera, ya en Cantabria.


Acantilados en San Emeterio

La torre tiene 9 metros, y su plano focal está a 68, con un alcance de 24 millas desde su última reforma de 1950.

Haz clic para ver los albumes de fotos de Tazones, Lastres, Ribadesella, Llanes, y San Emeterio.

Haz clic para visitar las webs de Info Asturias;  Ribadesella, Descenso del Sella, y las webs turísticas no oficiales Vivir Asturias, Principado de Asturias, Asturnor, Astur Travel, y De Asturias.

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¡¡ Hasta Pronto !!

Desde La Coruña, 31 de Octubre de 2005