Terremoto de 6.2 Grados en Yogyakarta

Este diario iba a titularse «Yogyakarta, el corazón de Java», pero ese corazón tuvo hoy un sobresalto que hizo que los de muchos no aguantaran, los de otros se aceleraran, y curiosamente el mío se relajó.

El seísmo, de 6,2 grados en la escala de Richter, se produjo a las 5:54 horas (00:54, hora peninsular española) y su epicentro se registró a 25 kilómetros al suroeste de Yogyakarta, el lugar más turístico de la isla de Java.

Esta foto del Merapi es de hace unos días

Esta foto del Merapi es de hace unos días

Precisamente a esa hora estaba camino del templo budista de Borubudur, 40 kilómetros al noroeste de Yogyakarta, y en el preciso instante del terremoto íbamos en un minibus apreciando la columna de cenizas que salía del majestuoso volcán Merapi, que lleva más de un mes en plena actividad, cuando notamos algo raro, y la nube de cenizas creció enormemente.

La gente salía a la carretera apuntando al volcán, y nosotros nos asustamos porque el Merapi es el volcán más activo de Indonesia y el sexto más activo del mundo.

Llegamos a Borobudur, el templo budista más grande del sureste asiático, y nos informaron de que había habido un terremoto en Yogyakarta y que la gente escapaba de la ciudad por miedo a una ola gigante a pesar de que están a 25 kilómetros del mar, pero el recuerdo del tsunami de 2004 es muy reciente, y las imágenes del mar entrando en Aceh y otros lugares son inolvidables.

Como no podíamos hacer nada, comenzamos la visita al templo; fuimos de los pocos turistas que llegaron a Borobudur, porque la mayoría de las excursiones salen a las 7 a.m. de Yogyakarta.

Lo que había era cientos de estudiantes indonesos, celebrando el fin de curso, y muchos de ellos tenían su examen final oral de inglés; los examinadores eramos los turistas.

Los niños se dirigían a tí preguntando «Do you have some time for us?», y varias preguntas más, y luego en un formulario tenías que ponerles la nota, A, B o C, muy bien, bien o regular.

Muchos pedían hacerte una foto con ellos, y le pregunté al guía por qué lo hacían; me dijo que cuando regresaban a sus pueblos era un orgullo enseñar la foto con su amigo europeo.

El templo está edificado alrededor de una colina, por lo que es completamente exterior, y se cree que fue construido en torno al año 800. Está en un valle rodeado de volcanes en el centro de Java, y constituye una de las obras maestras de la arquitectura y escultura de todos los tiempos.

El visitante, en su ascenso al templo-montaña, parte desde el suelo, donde está el hombre con sus deseos terrenales, y llega al Nirvana, el cielo de los budistas al final del Camino de la Iluminación.

Cada nivel tiene en sus paredes relieves escultóricos que desarrollan iconográficamente un compendio integral de las enseñanzas de Buda. El recorrido del peregrino tiene un alto contenido simbólico, y le propone un camino de perfección cuya meta es el Nirvana o liberación espiritual.

No se han encontrado documentos sobre el templo, y su reconstrucción, ya que fue descubierto bajo la maleza en 1814 por Sir Thomas Stamford Raffles, el fundador de Singapur, fue como hacer un gigantesco puzzle de millones de piezas, muchas de ellas muy deterioradas, así que aún hoy no se conoce el significado del 80% de los relieves e inscripciones.

Fue financiado por la UNESCO, llevó 10 años y costó 20 millones de euros, pero ahora Borubudur puede ostentar orgullosamente el nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.

Terminada la visita nos pusimos al día sobre la situación del terremoto, y lo cierto es que las noticias no eran buenas, ya que hablaban de cientos de muertos y muchos edificios colapsados. El acceso a Yogyakarta estaba cerrado, así que nos fuimos a Prambanan.

En el camino comenzamos a ver los efectos del terremto, ya que muchas casas al borde de la carretera tenían los tejados hundidos, los muros resquebrajados, o toda la casa destruída. Las ambulancias iban y venían sin descanso.

Los edificios más afectados eran los más altos y nuevos, en un ejemplo de lo que no se debe hacer cuando construyes en una de las zonas del mundo con más actividad volcánica y sísmica.

Tres centros comerciales, uno de ellos un Carrefour recién inaugurado, estaban reventados, con las columnas de sustentación resquebrajadas y cristales rotos y cascotes por todas partes.

No creo que puedan recuperar esos edificios, y me alegro mucho de que el terremoto fuera a las 6 a.m. porque si hubiera sido al mediodía seguro que el número de muertos hubiera sido superior.

Cuando llegamos a Prambanan, el templo hinduista más importante y grande de Indonesia, erigido al comienzo del siglo IX, nos dijeron que lo habían cerrado porque varias zonas de los templos habían tenido derrumbes.

Está a 17 kilómetros al este de Yogyakarta y se le conoce como Loro Jonggrang. Dedicado a Shiva, fue construido por gobernantes de la dinastía Sanjaya. Estudios arqueológicos indican que Prambanan fue construido para contener las cenizas del Rey Balitung y su consorte.

La estructura principal de este complejo tiene 47 metros de alto. Mirando hacia el este, su cámara principal contiene una estatua de Shiva en su manifestación como Mahadewa, la deidad suprema. En otra cámara hay una estatua de Lorojonggrang, o Durga, consorte de Shiva.

Las balaustradas están cubiertas con bajorrelieves que representan escenas de la epopeya épica hindú, Ramal Ana. El templo principal esta flanqueado por templos mas pequeños: el de Brahma al sur, y uno dedicado a Wisnu al norte.

En el mismo patio, opuesto a esta fila de templos principales, hay una estatua del Toro Nandi, originariamente ubicada dentro de un templo, flanqueada por un templo a cada lado.

Se cree que Prambanan contó alguna vez con cuatro patios. El patio central contenía ocho templos; los tres patios circundantes contenían alrededor de 157 templos pequeños.

Esta información la he tomado de Internet porque como os he dicho el templo se cerró después del terremoto y no saben cuando reabrirá.

Pudimos finalmente regresar a Yogyakarta sobre las 2 p.m, y la ciudad estaba bastante tranquila. La zona de turistas, en torno a la calle Malioboro, que no tiene nada que ver con tabaco sino que en indonesio significa lugar de las flores, no había sufrido apenas daños, salvo el centro comercial Matahari, donde solía hacer mis compras yo, que estaba acordonado y cerrado.

Mi hostal estaba intacto, aunque cuando quise entrar en mi habitación la cama bloqueaba la puerta, ya que se había desplazado unos 30 centimetros, y en la habitación de al lado un espejo había caído y roto en mil pedazos.

Rápidamente fui a Internet y avisé a mi familia de que estaba bien, pero las noticias que leía sobre el terremoto cada vez eran peores, casi 3.000 muertas 12 horas después del seismo y seguro que serán más.

El aeropuerto está cerrado pero por suerte el de Solo, a unos 50 kilómetros, está sirviendo como sustituto del de Yogyakarta.

Como casi siempre, Intermón Oxfam ha sido una de las ONGs que más rápido ha reaccionado y ya tienen varios equipos trabajando in-situ, pero cualquier ayuda es siempre bienvenida. Visita la web de Intermón Oxfam para ver como puedes colaborar.

Mi corazón no se alteró porque hace mucho tiempo que decidí que si me pasaba algo prefería que fuera en una montaña, un río, en un playa remota o en cualquier situación que no sea, por ejemplo, en una estadística rutinaria de «este fin de semana ha habido 50 muertos en las carreteras españolas».

Este diario estará sin fotos durante unos días, hasta que la situación se normalice.

Si quieres saber más sobre Borobudur, en inglés, haz clic aquí.

Si quieres ver todas las fotos del viaje de Vagamundos 2006 de 6 meses por Tailandia, Malasia y Borneo, Brunei, Indonesia, Filipinas y Singapur, haz clic aquí .

¡Hasta Pronto!

Carlos, desde Yogyakarta, 27 de Mayo de 2006

PD: En el diario El País han puesto una corta entrevista que me hicieron por e-mail. y en La Voz de Galicia han publicado extractos de mi diario. La noche ha sido relativamente tranquila. Muchas personas decidieron dormir en la calle o en la puerta de sus casas, pero a las 2 a.m. una tremenda tormenta con aparato elécrico descargó toda su fuerza, y muchos edificios con los tejados afectados sufrieron daños adicionales. Yo me desperté con una gotera sobre la cama que me obligó a cambiarla de sitio. Por lo demás la ciudad tiene electricidad y agua potable, aunque llevo 18 horas sin comer porque todos los restaurantes y tiendas están cerrados. Dmingo 28 de Mayo a las 6h30 a.m.

Vagamundos 2006. Yogyakarta y Borobudur. Jakarta. Indonesia