San Andrés y Providencia, ¡¡vaya rayas!!
No penséis que el título de este diario tiene que ver con el consumo de cierta sustancia bastante común en Colombia, si no que se refiere a mis encuentros en la tercera fase con mantas raya en la isla de San Andrés, experiencia difícil de olvidar, sobre todo cuando recuerdas que a Steve Irwin, el Cocodrile Hunter, no lo mató un cocodrilo, si no una manta raya, que le atravesó el corazón con su aguijón en 2006 cuando rodaba un documental.
El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina pertenece a Colombia, pero como está a 775 kilómetros al noroeste del país y a sólo 220 km de las costas orientales de Nicaragua, este último país las reclama y eso provoca que el contingente militar colombiano en el archipiélago sea bastante grande y ocupe algunos de los cayos más hermosos.
En 2001 el gobierno de Nicaragua oficializó la demanda que reclamaba ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la soberanía sobre el archipiélago, alegando que Colombia no tenía ningún título legal de soberanía sobre el área.
En 2007, la Corte Internacional de Justicia falló que la soberanía de Colombia sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina era incuestionable.
La capital departamental es San Andrés, y el Archipiélago tiene un sólo municipio, Providencia.
La rivalidad y distintas maneras de ver la vida entre las dos islas son evidentes, ya que San Andrés es puerto libre y está llena de hoteles y tiendas libres de impuestos donde puedes comprar electrónica, perfumes, alcohol, etcétera, mientras que en Providencia prefieren una vida más tranquila sin grandes hoteles ni turismo de masas, aunque eso les cueste que la gente joven se tenga que ir de la isla por falta de oportunidades
Es el único departamento de Colombia que está compuesto por islas, cayos e islotes sobre una plataforma volcánica del occidente del Mar de las Antillas. San Andrés es la mayor isla del país.
El departamento tiene una población de 70.000 habitantes, por lo que es el más densamente poblado de Colombia, ya que la suma de tierra firme es de tan sólo 44 km² en una superficie total de 350.000 km² de mar, lo que da una densidad de 1.600 personas por kilómetro cuadrado.
San Andrés y Providencia son también muy diferentes en cuanto a su geografía, ya que la primera es producto de sedimentos calizos , mientras la segunda proviene de un volcán extinto.
La elevación máxima en San Andrés es de 85 m, mientras que en Providencia está formada por colinas con elevaciones hasta de 350 m sobre el nivel del mar.
Los primeros asentamientos europeos en el archipiélago datan del S. XV, colonos ingleses que llegaron de Bermudas y Barbados.
Las lenguas principales habladas en el territorio son el castellano y el inglés, este último sobre todo en la isla de Providencia, que fue guarida de piratas como Henry Morgan.
En realidad lo que hablan no es inglés, yo al menos no les entendía casi nada, ya que han mezclado el español con el inglés y palabras de origen africano para crear el inglés criollo sanandresano (creole english); como ejemplo, «wota camin», es «va a llover», de «water is coming».
Por la distancia a la costa continental de Colombia, la única manera práctica de llegar a San Andrés es por vía aérea, de hecho el aeropuerto es internacional y dispone de amplias instalaciones.
El suministro de mercancías llega desde Cartagena o Santa Marta en cargueros, en los que a veces es posible subir como pasajero.
Mi llegada a San Andrés fue un poco decepcionante, ya que el shopping no entra en mis preferencias, y los hoteles con pulserita todo incluido menos.
Pero por suerte llevaba algunos contactos de gente que vive y trabaja en la isla, que confirmaron lo que ya había intuido en mis primeras semanas en Colombia, que lo mejor del país es su gente.
Me alojé en un pequeño y coqueto hotel de 15 habitaciones cerca de la playa, el San Andrés Noble House, donde Jannethe, una bella colombiana madre de mellizos, me hizo sentir en casa desde el primer minuto.
Mi contacto de buceo era Luz Helena, dueña del centro de buceo San Andrés Divers, uno de los mejores de la isla, con el que hice unas cuantas inmersiones, y también gracias a ellos tuve el contacto con las manta raya, que suelen acercarse a un cayo a media hora de navegación desde San Andrés.
La experiencia es controlada por la tripulación de la embarcación, que llevan alimento para la rayas, por lo que es bastante seguro que se acercarán.
Al principio impresiona bastante ver acercarse a más de 10 rayas, algunas de 2 metros de punta a rabo, que te rozan, se cuelan entre tus piernas, y, cuando has perdido el miedo, se dejan acariciar y abrazar.
El tacto es muy sedoso y la sensación no es de peligro en ningún momento, aunque evidentemente hay que moverse con cuidado.
La mejor experiencia de buceo en San Andrés fue en Cayo Bolivar, en realidad un conjunto de 3 cayos a 22 kilómetros de San Andrés donde hay algunas paredes de coral y variedad de fauna extraordinarias.
El único problema es que para llegar a veces el mar está bastante picado, y te empapa completamente, ya que sueles ir en lancha rápida.
Para colmo, al regreso, una de los dos lanchas en las que fuimos tuvo problemas técnicos y la tuvimos que remolcar con la nuestra, que era mucho más pequeña, y cuando ya estábamos llegando a San Andrés se averió la nuestra, así que llegamos ya en noche cerrada.
El mejor lugar de la isla para ver la puesta de sol es la Punta Sur, donde hay un restaurante del mismo nombre con una decoración muy original en la que prima el reciclaje, con una terraza colgada sobre el mar que ofrece unas vistas gloriosas sobre el Caribe.
Hay un pequeño faro en las cercanías.
De San Andrés a Providencia, muy cercanas, hay unos 15 minutos de vuelo, con una panorámica fantástica de las 2 islas y el Caribe verde turquesa, en pequeñas avionetas de 15 plazas que aterrizan en un minúsculo aeropuerto.
Es más económica la opción de los barcos de carga que conectan las 2 islas, pero son bastante incómodos; el mejor es Miss Isabel.
Desde el verano de 2009 hay un servicio de catamarán rápido para pasajeros entre las 2 islas.
Providencia es mucho más pequeña que San Andrés, y tiene una única carretera que da la vuelta a la isla.
La población se encuentra repartida por toda la isla, siempre viviendo a pocos metros del mar, y la capital, Santa Isabel, no debe tener más de 500 habitantes del total de 5000 de la isla.
El resto de poblaciones tiene nombre sugerentes como Puebloviejo, Buenavista, Aguadulce, Aguamansa, Sur Oeste, Casa Baja, Punta Rocosa, La Montaña, y Pueblo Libre.
Yo me alojé en Agua Dulce, ya que era donde se encontraba el mejor centro de buceo de la isla, Sonny Dive Shop, dirigido por Gerardo, un buceador de gran experiencia.
A sólo 50 metros del centro de buceo, están las Cabañas Sonny, también de Gerardo, en las que podemos alojarnos y disfrutar de la hospitalidad caribeña.
En las cercanías hay varios restaurantes donde probar la gastronomía local, que destaca sobre todo por el uso de la leche de coco para hacer el arroz, y hay un plato, el Rondón, un sudado con caracol y pescado, que está buenísimo.
Deliciosas son también la sopa de cangrejo y todas las recetas en las que se usa el plátano macho.
La pena fue que durante varios días hubo bastante temporal de viento, y la visibilidad para bucear no era buena, pero aún así vi bastantes especies de todo tipo, ya que la zona está protegida como parque marino.
El parque Old Providence McBean Lagoon se ubica al noreste de la isla, con una extensión de casi mil hectáreas, que consta de un arrecife coralino protegido, una zona de manglar, la laguna de McBean y los cayos de los Tres Hermanos y Cangrejo.
El parque es la única zona protegida a nivel nacional en el caribe oceánico colombiano, ya que posee el arrecife de coral más extenso de Colombia, con un total de 32 km de largo.
En 2000 fue declarado Reserva de Biósfera.
Santa Isabel está unida al islote de Santa Catalina por un puente flotante de unos 150 metros de largo, y el muelle es punto de encuentro por las tardes para tomar cerveza y relajarse después de un duro día de trabajo «caribeño».
En Santa Catalina es donde se supone que tenía su guarida el pirata Morgan, y la isla está rodeada de manglares de gran valor ecológico.
Los cajeros automáticos y los cibercafés han llegado con el turismo, con un enfoque diferente al de San Andrés, ya que ningún hotel tiene más de dos plantas y suelen estar enfocados al ecoturismo.
Tuve la suerte de conocer Providencia de primera mano gracias a César, un español, el único veterinario de la isla, que lleva 15 años en ella y no tiene ninguna intención de salir de allí.
Cuando le apetece marisco o pescado, camina 50 metros desde la puerta de casa, se pone las aletas y las gafas de bucear, y un rato después emerge con una langosta, caracol de mar o algún pescado para preparar a la parrilla.
Su casa es un ejemplo de ecología y sostenibilidad. A los insectos los mantiene a raya con unas enormes arañas, inofensivas, que tienen sus telas instaladas en el porche, y para evitar que los insectos pongan larvas, en el depósito de agua potable tiene unos peces que se encargan de dar buena cuenta de las larvas.
En la isla hay unos cuantos personajes pintorescos, reflejados muy bien por el periodista Paco Nadal en su blog.
Yo conocí a Roland, dueño del chiringuito más popular en la isla, en la playa de Manzanillo, famoso por cóctel Roland Espacial, y sobre todo por el ambiente de música reggae y caribeña, con hamacas y tumbonas, y abierto 25 horas al día.
Para más información, consulta las páginas web de:
Wikipedia, Gobernación de San Andrés, Colombia Link, San Andrés Turismo.
Haz clic para ver las fotos de Providencia, Buceo en Providencia, Buceo en Cayo Bolívar, Isla San Andrés, Costa este y sur de San Andrés y Costa oeste de San Andrés.
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Desde Madrid, España, 1 de Octubre de 2009
¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos
¡San andres es la isla paraíso de Colombia! Gracias por compartir la experiencia y mostrar en tus fotos el mar cristalino. Queremos brindarte apartamentos y estudios a un bajo costo en la isla, visítanos en https://alojateya.com/barrio/san-andres/
Un lugar muy recomendable al que todavía le queda mucho por crecer turísticamente hablando. Nos alegramos de que lo disfrutaras 🙂
Bueno el artículo, lástima que lo haya enlodado con ese comentario inicial fuera de tono.