Reflexiones de un vagamundos sobre el amor y la pasión

La fecha en que estamos, y mi inminente viaje a la Antártida me han puesto un poco ñoño, y he escrito estas líneas sobre el amor y la pasión. Un día dije en público, medio en serio, medio en broma, que si encontraba una mujer que se viniera conmigo a la Antártida me casaría con ella, pero como por suerte o desgracia eso no ha sucedido, compartiré con vosotros mi amor por estas tierras.

Un cupido fracasado

Un cupido fracasado

Después de mi paso por Brasil, uno de los países donde he visto que las cosas se hacen con más pasión, me he puesto a reflexionar sobre uno de los temas más manidos de todas las artes, ya sea literatura, poesía, cine, escultura, etcétera, y no es otro que el amor y la pasión. No creo que pueda dar un enfoque nuevo sobre el asunto, pero al menos será un enfoque personal basado en la experiencia propia.

Soy una persona que se apasiona mucho, pero se ha enamorado muy pocas veces, no sólo de personas, sino de cosas como mi casa en Madrid, y lugares como Zanzíbar. Un denominador común es que la mayoría de las veces han sido flechazos instantáneos y definitivos, y he cruzado el Atlántico para visitar a alguien a quién había visto sólo 1 vez, e hice más kilómetros entre La Coruña y París que el baúl de la Piquer (a los más jóvenes esto os sonará a chino, pero son muchos, muchos), intentando mantener la llama de un amor profundo pero agotador.

También me negué a aceptar varios abandonos seguidos por un amor que aunque estaba basado en el Carpe Diem, llevaba el lastre de un futuro inexistente. Incluso pensé seriamente a los 14 años meterme de polizón en el barco que llevaba de regreso a Venezuela a mi primera novia dejándome desolado y con el corazón roto.

Pasiones fugaces y explosivas que duran lo que un fuego de artificio o la cola de un cometa en pasar; pasiones a fuego lento, hechas como un buen asado argentino, con la paciencia y sabiduría de una brasa que parece no quemar, pero llega a lo más íntimo de tu ser, y amores profundos en los que sufres un estado de alteración emocional (algunos le llaman embobamiento) que cambia tu percepción de las cosas, cuando descubres que 1+1 puede ser igual a 3, que tus decisiones las tomas en clave de “nosotros” y no de “yo”; un estado en el que tu ego se disuelve como un azucarillo en un café caliente, porque de repente sientes que lo más importante no eres tú, sino lo que puedes construir con la persona que amas.

Para alguien como yo, independiente, y con un estilo de vida viajero, es muy difícil mantener el “nosotros” cuando el “yo” está viajando por el mundo, pero no imposible. El secreto radica en hacer caso a John Lennon cuando decía que “el presente es lo que está pasando cuando planificas tu futuro”; el futuro no existe, porque cuando se alcanza es presente; el futuro se construye con los pequeños presentes de cada día, y yo los vivo como si fuera el último.

Carpe Diem, disfruta el día, es algo que me repito todas las mañanas cuando me levanto, y tiene mucho que ver con otra de mis máximas en la vida, “yo no exijo nada pero lo espero todo”. Una amiga con VIH me dijo un día que los mejores años de su vida habían sido los que había convivido con el virus, porque había vivido cada minuto como si fuera el último, y su vida había sido plena en esos años, y lo será seguro en los próximos, porque una actitud tan positiva como esa seguro que puede con todo. Ama la vida, y la vida te devolverá amor.

Si ofrecemos una entrega total, sin límites, sin barreras, sin exigencias, sin expectativas, sin condiciones, podremos construir un amor duradero, hecho de presentes vividos y no de futuros esperados, un amor basado, no en ensoñaciones, pero sí en sueños, porque cuando uno sueña, es sólo un sueño, pero cuando 2 sueñan juntos, es el comienzo de una realidad. Ya sabemos que cuando el Hombre piensa es humano, pero cuando sueña es divino y aunque no soy religioso, creo que hay muchas similitudes entre el amor terrenal y el religioso, ya que está basado en algo que sientes pero no puedes ver ni tocar ni explicar, algo que no es racional pero es real, y algo que te lleva al éxtasis más absoluto, como a Santa Teresa de Jesús.

Una de las mejores canciones que se ha escrito sobre el amor, de Billy Joel, «Just the way you are«, «Te quiero exactamente como eres», está basada en su experiencia personal, ya que de niño estaba acomplejado por ser feo y bajito, y su madre le decía que ella le amaba «exactamente como era», y ese niño se convirtió en el gran compositor y cantante que muchos admiramos.

Un amor verdadero tiene que estar pautado por el sentimiento y no por el pensamiento. Como ya sabéis que me gustan las citas, he buscado unas cuantas que espero os gusten y os animen a quitaros esa armadura oxidada que os cubre, es muy pesada, incómoda y en realidad no os protege del exterior, os aísla de vosotros mismos y vuestro verdadero yo, y os impide ver el amor aún que lo tengáis en vuestras propias narices.

Citas sobre el amor

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Al primer amor se lo quiere más, a los otros se los quiere mejor. Antoine de Saint Exupery.

El que quiere estudiar amor se queda siempre en alumno. Anónimo.

Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella. José Ortega y Gasset.

Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección. Antoine de Saint Exupéry.

Siempre hay un poco de locura en el amor, pero siempre hay un poco de razón en la locura. Friedrich Nietzsche.

El amor es como la mayonesa; cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo. Enrique Jardiel Poncela.

El amor es el único deporte que no se interrumpe por falta de luz. Noel Clarasó Serrat.

El amor nace de nada y muere de todo. Jean Baptiste Alphonse Karr.

El amor es como Don Quijote, cuando recobra el juicio es que está a punto de morir. Jacinto Benavente.

El amor hace creer siempre en aquello en que más habría de dudar. Pierre Chamblain.

Amor: sólo una eternidad que no se alcanza. Percy B Shelley.

El amor es química, el matrimonio física, y después de 5 años, habitualmente mecánica. Carlos Olmo.

 

¡Hasta Pronto!

Desde Río Gallegos, Patagonia Argentina