La costa oeste de la isla Sur de Nueva Zelanda es una de las regiones más interesantes, tanto a nivel geográfico como humano, ya que los (escasos) habitantes de esta zona son famosos por su extravagancia. Llegué a un acuerdo con una de las mejores agencias de senderismo de Nueva Zelanda, Hiking New Zealand, para hacer con ellos 2 tours por la isla sur.
La primera ruta se llama West Coast Wilderness, desde Nelson hasta Queenstown, con una duración de 11 días, pero yo hice la parte corta, una semana, que se llama World Heritage Wanderer.
Me uní al grupo en Greymouth. Llevaban varios días de ruta desde Nelson, y me encontré una variopinta mezcla de australianos, suizos y una señora, porque tenía más de 60 años, que había nacido en Borneo, de origen holandés, pero que vivía en Australia, y la guía, una kiwi que se llamaba Juanita, así, con el diminutivo en el nombre, que había estado en el ejército destinada en Antártida, y que parecía una Rambo en miniatura, por lo maciza, no por lo fea.
Viajábamos en una pequeña furgoneta Toyota, con un remolque diseñado para hacer de almacén, cocina, nevera, armario, planta de reciclaje, etc, vamos, como una casa en miniatura. Paramos a comer fish&chips en la playa de Hokitika, donde casi volábamos por el viento, aunque la parte buena era que las malditas sandflies que me perseguían por Nueva Zelanda no estaban gracias al dios Eolo.
Llegamos a Okarito, donde íbamos a pasar las 2 primeras noches haciendo camping, una enorme y salvaje playa con una laguna famosa por albergar muchos pájaros. Instalamos las tiendas y nos fuimos a la playa para ayudar a Juanita a preparar nuestra cena de bienvenida al más puro estilo maorí, el hangi.
Resulta difícil de creer que una comida cocinada en un agujero en el suelo con piedras calentadas al fuego pueda estar buena, pero garantizo que es uno de los platos más ricos que he tomado nunca. Eso sí, no es precisamente fast foood, porque tardas entre 3 y 4 horas en prepararlo.
Se hace un agujero circular en el suelo de unos 60 cm de diámetro, se pone madera en el fondo, y sobre el agujero se cruzan más maderos, a los que se les ponen piedras encima. Estas deben ser del tamaño de 2 manos más o menos, y blancas, ya que las grises o negras tienen tendencia a reventar.
Se enciende el fuego, y cuando las maderas ya no aguantan más el peso de las piedras todo se cae al fondo del hoyo. Es el momento de poner una cesta metálica con rejilla en la que van los ingredientes envueltos en papel aluminio (el original es en hojas, pero esta es la versión occidentalizada), los que tardan más tiempo en cocerse en el fondo, como la carne, y los vegetales en la parte superior, y todo se tapa con varias toallas empapadas en agua salada, y sobre ellas se echa tierra o arena y se tapa completamente el agujero.
Increíblemente, dos horas después, se retira con cuidado la arena y la toalla, y todos los ingredientes están en su punto. Se suele poner carne de cordero, pollo, cerdo, una calabaza completa partida a la mitad y rellena, zanahorias, pimientos, champiñones, etcétera. También se puede hacer con pescado y otro tipo de vegetales, y como todo está hecho en su jugo, sin aceite ni grasas, es una comida sanísima. Curiosamente se parece a algo que había visto al otro extremo del mundo, en la isla de Chiloé en Chile; allí se llama curanto.
Al día siguiente del festín, alquilamos kayaks por la mañana para recorrer la laguna de Okarito, llena de aves como garzas blancas, zarapitos, cisnes negros, y tuis, un pájaro endémico de Nueva Zelanda.
Remontamos el río hasta el Kahikatea, y el retorno al campamento fue complicado porque tenían un fuerte viento en contra y casi no avanzábamos a pesar de darle a la pala del remo con todas nuestras fuerzas.
La tarde me la pasé dando una caminata de unos cuantos kilómetros hasta un mirador desde el que se veían las cumbres nevadas de los Alpes por un lado, y hacia el otro lado las vistas de la playa y la laguna de Okarito quitaban la respiración.
Caminé varias horas por la playa, y el último regalo del día fue una espectacular puesta de sol.
Una de las mejores cosas de Nueva Zelanda es que puedes estar en lugares absolutamente espectaculares, pero casi nunca están llenos de gente, y la que hay es muy respetuosa con la naturaleza y no encuentras ni un sólo papel o basura tirada.
Para consultar alojamiento y lugares recomendados en Nueva Zelanda, visita minube, la red social de viajes más activa en español.
Para viajar por Nueva Zelanda, recomiendo Destino NZ, una agencia de Nueva Zelanda regentada por hispanos,
Para realizar rutas de senderismo y aventura, recomiendo Hiking New Zealand, una empresa que tiene tours para todos los niveles, desde el senderista aficionado hasta el expedicionario que se pasa una semana mochila al hombro, y tienen aventuras de escalada, bici de montaña, vela, buceo, y hasta viajes a la Antártida.
Para más información sobre la costa oeste, consulta las páginas web (en inglés) de:
Wikipedia West Coast Region
New Zealand. Web oficial de turismo
Westcoast.co.nz
Hokitika
Okarito Nature Tours
Okarito Community
Maplandia Okarito.
Haz clic para ver:
Fotos de Okarito.
Mapa con las fotos geoposicionadas en Flickr Maps y Google Maps.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver todas las fotos de Okarito.
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¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos, desde Auckland, Isla Norte, Nueva Zelanda, 25 de mayo de 2010
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