Aviñón, la Ciudad de los Papas Donde se Vive Divinamente
Francia es uno de mis países preferidos de Europa, y mi admiración tiene mucho que ver con la manera con la que cuidan y miman su patrimonio cultural e histórico, y uno de los ejemplos es Aviñón, una coqueta ciudad que no llega a los 100.000 habitantes y que es mundialmente famosa por varias razones, su Festival de teatro, uno de los más importantes del mundo, el puente que dio origen a la canción infantil Sur le pont d’Avignon, y por haber sido residencia de siete papas desde 1309 hasta 1377, origen de lo que luego se llamó el Gran Cisma de Occidente.
Con todas estas referencias, mi viaje de 3 días a la ciudad estuvo lleno de experiencias de gran intensidad, caminando por sus murallas medievales, visitando la residencia fortaleza de los papas, recorriendo sus museos, muchos de ellos gratuitos, paseando por los jardines des Doms, y por supuesto disfrutando de la gastronomía en forma de quesos y vinos de Côtes du Rhône y demás productos provenzales.
De su pasado como Capital de la Cristiandad en la Edad Media, Aviñón conserva un patrimonio excepcional que en gran parte fue nombrado en 1995 Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: el Palacio de los Papas y el Puente de Aviñón o Saint Bénezet, pero también la Plaza del Palacio y la fachada barroca de la Casa de las Monedas, el museo del Petit Palais (Pequeño Palacio), la catedral des Doms y las murallas que corren desde el jardín des Doms hasta el Puente de Aviñón.
Seguramente el sitio más famoso de Avignon es su puente, sujeto de la canción infantil «Sur le pont d’Avignon, on y danse, on y danse, Sur le pont d’Avignon on y danse tous en rond». Al principio fue un puente de madera que conectaba Villeneuve con Aviñón, sobre el cual se construyó un puente de piedra en el año 1184, que también fue destruido por las crecidas del Ródano.
A comienzos del siglo XIII se creó la Hermandad de la Obra del Puente bajo el mando de Bénezet, que inició la construcción de un puente gótico sobre la estructura del anterior, con la misma arquitectura que otros puentes famosos de la región como el Pont du Gard y el Bonnieux Pont.
Este puente tenía 22 arcos y 900 metros de largo; en la Edad Media formaba parte de una de las más importantes rutas de peregrinación entre Italia y España, y se convirtió en un elemento vital cuando la corte del Papa se trasladó a Avignon en el siglo XIV; de hecho era el enlace directo entre las residencias de los cardenales en Villeneuve y la residencia del Papa en Avignon. Hoy en día supone una pequeña decepción no poder cruzar el Ródano, ya que el puente no fue reconstruido cuando una riada se llevó parte de sus pilares en 1660.
El Palais des Papes o Palacio de los Papas es en realidad un conjunto de dos palacios, el Viejo y el Nuevo, que abarcan 15.000 m2 y fueron construidos entre 1334 y 1342. El conjunto monumental incluye el Puente Saint Bénezet, las Murallas, el Petit Palais, la Catedral de Doms, los impresionantes muros flanqueados por cuatro poderosas torres del Palacio de los Papas, y la enorme plaza en ligera pendiente que durante mi visita estaba casi vacía por ser invierno, con algún músico callejero tocando el acordeón y poniendo una banda sonora inequívocamente francesa al entorno, aunque Aviñón no pasó a formar parte de Francia hasta 1791.
Si el día es soleado, recomiendo finalizar la visita al Palacio de los Papas en la parte superior, en la torre abierta al público, desde donde se pueden apreciar fantásticos atardeceres sobre el río y la ciudad. Toda la visita la haces de manera autoguiada, con un tablet multimedia interactiva que te permite conocer a tu ritmo todos los detalles del palacio, y ver recreaciones históricas de sus frescos y estancias.
La catedral de Notre-Dame-des-Doms es de estilo románico, con tribunas de estilo barroco, en la nave y en el coro.
La construcción de la catedral se inició en el siglo XII, pero hoy es muy diferente a la original. En el XVIII, tras sufrir importantes desperfectos durante la Revolución Francesa, fue restaurada a fondo. La fachada exterior es muy sobria, tanto que casi se confunde con las murallas y el palacio papal. En su fachada principal destaca el grupo escultórico que representa a Jesucristo crucificado.
El interior desprende serenidad y armonía, con una decoración acorde con el conjunto. La catedral tiene una sola nave con capillas laterales que albergan esculturas de la Virgen María orando y de la Virgen con niño. Otros sitios interesantes son el mausoleo del papa Juan XXII, la silla que representa el poder del Arzobispado de Aviñón, la capilla de la Resurrección, el órgano del siglo XVII y el coro, con las sillas talladas en madera adornadas con los retratos de los papas que marcaron durante siglos los destinos de la ciudad.
Hay que destacar que todos los museos municipales de la ciudad tienen acceso gratuito. Esto incluye el del Petit Palais o Palacio pequeño, que alberga una rica colección de arte de la Edad Media y del Renacimiento temprano, con unos 390 cuadros y 600 esculturas, y es además una obra de arte en si mismo, ya que forma parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad UNESCO.
La mayor parte de las pinturas, más de 300, son de la colección del empresario italiano Giampietro Campana. La Colección Campana fue adquirida por Napoleón III. Varias de las principales obras fueron al Louvre en Paris, como una de las tablas de La Batalla de San Romano de Paolo Uccello. Las obras consideradas de interés menor se dispersaron por diversos museos menores, hasta que fueron reunidas en Aviñón.
En origen Petit Palais fue construído como residencia cardenalicia del cardenal Bérenger Fredoli el Viejo en 1317, y se llamó Palacio Pequeño para distinguirlo del Palacio de los Papas. Fue construido antes del Cisma de Occidente y en los siglos XIV y XV fue ampliándose gradualmente. Durante el Cisma de Occidente el edificio fue bombardeado y quedó prácticamente destruido al final de la guerra.
En la segunda mitad del siglo XV, el obispo Alain de Coëtivy lo mandó reconstruir. Posteriormente, durante la Revolución francesa, el palacio fue nacionalizado y vendido, convirtiéndose en una escuela secundaria católica en el siglo XIX y, desde 1904 hasta 1976, una escuela profesional y técnica, hasta que se decidió convertirlo en el digno depositario de su gran colección de arte.
Pasear por las empedradas calles de Aviñón es pisar siglos y siglos de historia, de cónclaves, guerras, conflictos entre la sociedad civil y religiosa, rutas de peregrinación y comercio ya fueran por tierra o a través del poderoso Ródano que abraza la ciudad, un abrazo que en sus grandes crecidas fue casi mortal para su emblemático puente, que no obtante sigue mostrando orgulloso, aunque incompleto, su belleza pétrea.
Si quieres más información de Avignon, puedes consultar la web de Turismo de Aviñón en español, y la web de Explora Francia. Para llegar a Aviñón desde España lo tenemos muy fácil, en avión Aviñón está a poco más de una hora en tren del aeropuerto de Marsella, cubierto con vuelos directos de Iberia y Ryanair desde Madrid y Vueling desde Barcelona, y en tren con el Ave Aviñon está a 7 horas de Madrid y 4 de Barcelona.
Para ver todas las fotos de Aviñón haz clic aquí, y si quieres ver el video que he hecho con el reportaje del programa de radio Miradas Viajeras sobre Aviñón, haz clic aquí.
¡Hasta pronto!
Carlos, desde Madrid, España, 20 de enero de 2020.
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