La silueta inconfundible de Angkor Wat

La silueta inconfundible de Angkor Wat

Angkor significa La Ciudad Sagrada en camboyano, y fue la capital del imperio Khmer entre los siglos IX y XIII.

En la zona vivían un millón de personas, para las que se construyeron todo tipo de infraestructuras, como enormes depósitos de agua para anegar las terrazas de arroz y carreteras que unían los diferentes templos, además de impresionantes bastiones defensivos con varios niveles de murallas perimetrales.

Los templos están desperdigados alrededor de Siem Rep, y distantes hasta 50 kilómetros entre ellos.

Bajorelieves en Angkor Wat.

Bajorelieves en Angkor Wat.

La razón es que con el transcurso de los siglos la capital cambió varias veces de ubicación según los avatares de la política y el capricho de los reyes.

El imperio Khmer abarcaba gran parte de la península de Indochina, lo que hoy es Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam.

Niños músicos en Angkor Wat

Niños músicos en Angkor Wat

El primer monarca de la era Angkor fue Jayavarman II, que en el año 802 ubicó la capital en Roluos, 15 km al sur de Siem Rep.

Su sucesor, Indravarman III, mandó construir los depósitos de agua que abundan en la región, y su hijo Yasavarman I cambió la capital a Angkor, que salvo por un período de 20 años permaneció como capital durante medio milenio.

Monje budista en Angkor Wat

Monje budista en Angkor Wat

Diferentes dinastías, rebeliones, invasiones, rivalidad entre los Khmer y los Cham, y entre los hiduistas, la religión oficial durante 400 años, y los budistas Manayana, que supuso la época más prolífica de construcción de templos, llevaron a la destrucción de miles de imágenes, sobre todo budistas, una revancha de los hinduistas que nos ha privado de muchas obras de arte de Angkor.

En 1431, las contínuas invasiones de los Thai, y el hecho de que Angkor no estaba cerca de ningún gran río, llevaron a mover la capital a Phnom Penh, que por su situación en el río Mekong, era mucho más adecuada para el comercio.

Angkor cayó en el ostracismo, hasta que fue redescubierta en 1860 por el explorador francés Henry Mohuot, que la describió en su libro «Viajes en Siam, Camboya, Laos y Anman».

Los rostros de Bayón

Los rostros de Bayón

Desde entonces, millones de extranjeros han visitado Angkor, alojándose en Siem Rep, que significa literalmente «derrota de Siam», en alusión a la expulsión de los Thais de Camboya.

El asunto sigue siendo fuente de conflictos entre los dos países; el año pasado una actriz tailandesa declaró que Angkor era Tailandia, y la embajada Tailandesa en Phnom Penh fue asaltada.

Siem Rep es una interesante mezcla de culturas, ya que al lado de un pub con música Chill out y ambiente tecno, te encuentras un restaurante khmer con las mesas y la cocina en la calle.

Los alojamientos van desde 1$ en dormitorio hasta cientos en hoteles de lujo para sentirse como un rey Khmer.

Bajorelieves en Bayón

Bajorelieves en Bayón

Para visitar Angkor, los medios de transporte también son muy variados, desde la bici, la moto taxi o el tuc tuc, hasta el taxi, el tour organizado e incluso la limusina de lujo o el helicóptero.

Para ver los templos desde el aire, hay un globo con cuerda fija que sube a unos 200 metros de altura.

Otra decisión importante es el tipo de pase que vamos a comprar, ya que los hay de 1, 3 y 7 días, que cuestan 20, 40 y 60 US$ respectivamente.

Terraza de los elefantes

Terraza de los elefantes

Un día es totalmente insuficiente, salvo que visitemos pocos templos, hagamos una ultramaratón, nos saturemos de piedras y seguramente nos achicharremos por el calor.

Fue lo que estuvo a punto de pasarme el primer día.

Lo mejor es reservar 3 días, porque además hay templos que merecen más de una visita, ya que las condiciones de luz cambian mucho, sobre todo para la fotografía, y por el calor.

Terraza del Rey Leproso. Figuras

Terraza del Rey Leproso. Figuras

Angkor Wat, por ejemplo, merece una visita para ver el amanecer, y otra por la tarde, ya que por la mañana el sol queda detrás del templo y dificulta las fotos.

El primer día fui en bicicleta, hice el circuito corto, unos 30 km, más los de caminata subiendo y bajando empinadas escaleras en los templos y los interminables corredores de lugares como Angkor Wat y Preah Khan.

Visité 5 templos, los más significativos de Angkor.

Comencé por Angkor Wat, aunque llegué tarde para el amanecer, ya que hay 2 carreteras, y en la que yo tomé descubrí demasiado tarde que no estaba la taquilla para comprar el pase, así que cuando llegué a Angkor Wat y el policia me pidió el ticket, tuve que retroceder 3 km, comprar el pase y regresar.

Angkor Wat es la imagen más conocida de Angkor, pero en mí opinión no es el mejor templo.

Puerta de la Victoria

Puerta de la Victoria

Quizás por el foso con agua que lo rodea completamente, por los 3 niveles del templo, o por las torres de 65 metros, las más altas de Angkor, se ha convertido en el símbolo, no sólo de Angkor, sino del país.

Su silueta está en la bandera, en la cerveza más conocida, llamada, cómo no, Angkor, en todos los libros sobre Angkor, y en general por todas partes.

Ta Keo

Ta Keo

La muralla que rodea al templo tiene 6 km, y el templo mismo 1 km2.

Los bajorelieves de los muros exteriores son como una enciclopedia de la historia del imperio Khmer, ya que incluyen escenas de batallas, leyendas y figuras mitológicas.

El número de apsaras, ninfás mitológicas, es impresionante, más de 2.000, y las ceremonias budistas que se celebran en su interior, con niños tocando varios instrumentos, monjes con las túnicas color azafrán, las ofrendas, el olor a incienso, y las mujeres vestidas de blanco puro, le dan un toque místico y mágico.

Ta Prohm. Árbol entre las ruinas

Ta Prohm. Árbol entre las ruinas

De Angkor Wat me fui a Angkor Tom, el complejo de templos más grande, con 12 kilómetros de muralla, y 5 puertas de acceso, una en cada punto cardinal, más una quinta que se llama de la Victoria, en el Este.

Yo entré por la puerta sur, y el primer templo que visité fue Bayon, una maravilla con sus bajo relieves de un detalle increíble, que cubren todo tipo de actividades, tanto las reales, de realeza, como las cotidianas.

Podemos ver escenas de batallas, cacerías, barcos pescando, mercados, niños jugando, etcétera, todo ello con una nitidez que ha sobrevivido al paso del tiempo, más de ocho siglos.

Pero lo que hace verdaderamente especial a Bayon son las 37 torres, casi todas ellas con 4 rostros diferentes esculpidos, unos con los ojos abiertos, otros cerrados, algunas con un ojo abierto y otro cerrado, algo en lo que todavía los arqueólogos no se ponen de acuerdo en su significado.

Figuras en Ta Prohm

Figuras en Ta Prohm

Paseando por el templo uno tiene la sensación de que lo están espiando, y efectivamente, mires donde mires, siempre hay uno de los rostros que está apuntando hacia tí; a lo mejor los Khmer fueron los precursores del Gran Hermano (el de la novela, no el de la tele).

Cerca de Bayón se encuentran la Terraza de los Elefantes, y la del Rey Leproso, en una gran esplanada que se utilizaba para ceremonias, y hoy en día para cenas con espectáculo cuando es luna llena, que era exactamente cuando yo estaba, pero los $90 que costaba la cena la dejaban fuera del presupuesto de un mochilero.

Ta Prohm. Árbol

Ta Prohm. Árbol

La Terraza de los Elefantes tienen figuras y bajorelieves de elefantes de tamaño natural, y en la Terraza del Rey Leproso cientos de figuras se agolpan en varios niveles, no sólo de altura, sino que detrás de una fachada falsa, hay otro muro con más figuras.

El nombre de rey leproso no es por la enfermedad, sino porque allí encontraron una estatua deteriorada como si tuviera lepra.

Salí por la puerta de la Victoria para ir al templo de Ta Prohm, con una breve parada en Ta Keo para una foto, una escalada por sus empinadas escaleras, y para reponer agua, algo muy importante en Angkor (bebí 6 litros de agua, y a pesar de eso de noche me sentía deshidratado).

Cada vez que te acercas a un chiringuito, las mujeres empiezan a gritar «Hola, compra en mi tienda», y los niños te asaltan con flautas de madera, pulseras, libros de Angkor, y todo tipo de souvenirs.

Siempre te preguntan de donde eres, e invariablemente responden «capital Madrid», así que decidí ponérselo un poco más difícil y fui cambiando de nacionalidad a polaco, australiano, alemán, ruso, griego, y no fallaron una, incluso dije «Catalunya» y me respondieron «Barcelona».

Pre Rup

Pre Rup

Ta Prohm es sin duda mi templo favorito.

Ha sido escenario de películas como Tomb Raider y Dos hermanos, la historia de dos tigres criados en el templo, de Jean Jacques Anaud.

Es un ejemplo perfecto de como la naturaleza y la obra humana han disputado durante siglos por la Tierra, ya que a la gigantesca transformación realizada por la mano humana en Angkor, se contrapone la naturaleza, que recupera lo perdido y vuelve a crecer entre los templos, formando una simbiosis única.

León en Pre Rup

León en Pre Rup

Los árboles han echado sus raíces sobre los templos, dentro de ellos, abriéndose paso y destruyendo muchas veces muros y fachadas, y otras manteniéndolas con el abrazo de sus raíces.

La espesa jungla que lo rodea, llena de loros chillones, monos, y otros animales que no ves pero oyes, te hace pensar que de un momento a otro te puedes encontrar, desafortunadamente, con un tigre, o, afortunadamente, con Angelina Jolie/Lara Croft.

Elefante de piedra en East Mebon

Elefante de piedra en East Mebon

Ninguna de las dos cosas sucedió, pero no por ello me gustó menos la visita a Ta Prohm.

El último templo que visité el primer día fue Pre Rup, que está situado en una colina y con bastante visibilidad a su alrededor, por lo que la gente va a ver la puesta de sol.

A mí me quedaban bastantes km de regreso a Siem Rep pedaleando, además una nube negra auguraba lluvia, así que decidí regresar a Siem Reap y dejar la puesta del sol para el día siguiente.

Leones en Phnom Bakheng

Leones en Phnom Bakheng

El segundo día hice el circuito largo, esta vez con moto taxi, ya que son unos 40 kilómetros, y esta vez sí que llegué a tiempo para ver el amanecer desde Angkor Wat, pero el que no llegó precisamente fue el sol, ya que estaba nublado, y las decenas de japoneses cargados de pesadas cámaras y trípodes se fueron decepcionados porque ellos, que son del país del sol naciente, esta vez se quedaron sin sol.

Yo subí los 50 metros del templo, hasta el tercer nivel, porque allí no había casi nadie, excepto los monjes budistas con sus cánticos.

Salimos de Angkor Wat, cruzamos Angkor Tom de sur a norte, entrando y saliendo por sus preciosas puertas, y el siguiente templo visitado fue Preah Khan, un complejo monástico que llegó a albergar más de 1.000 monjes, y que fue también residencia real.

Elefante en Phnom Bakheng

Elefante en Phnom Bakheng

Las imágenes de Buda fueron destruidas cuando el hinduismo recuperó preponderancia al final de la era Angkor, y sustituidas por figuras de Shiva y lingas, o sencillamente se quedaron así, descabezadas.

Ta Som es un templo pequeño, sin nada especial, salvo la puerta este, que ha sido literalmente engullida por un gigantesco árbol, que la abarca completamente, en principio estuvo a punto de derribarla, pero ahora precisamente se mantiene en pie gracias al árbol.

Acceso a Preah Khan

Acceso a Preah Khan

El penúltimo templo del segundo día fue East Mebon.

Nada más llegar empezó a caer una lluvia torrencial, que duró unos 15 minutos.

El templo tiene unos elefantes de piedra en las 4 esquinas de tamaño casi natural, y unas falsas puertas primorosamente esculpidas en piedra.

Todos los templos tienen su altar budista con ofrendas e incienso ardiendo.

Figura en Preah Khan

Figura en Preah Khan

Cuando dejó de llover le dije al motorista que me llevara a Angkor Wat, porque la calzada de piedra mojada tenía que darle una belleza especial al lugar, pero cuando llegamos allí, no había llovido en esa zona.

Fuimos a Phnom Bakheng, un templo que se abarrota al atardecer para la puesta de sol, pero como era temprano no había nadie.

Está construido en la cima de una colina, con 2 sendas de acceso, una para elefantes y otra para personas, y el camino directo de la antigua escalera, ahora casi destruída, que fue el que tomé aunque era bastante empinado.

La vista desde su cima es preciosa, menos mal que en esta parte de Camboya la naturaleza se ha preservado bastante bien, porque en el resto de mi travesía por el país de norte a sur, he visto mucha deforestación, pueblos, carreteras y ríos sucios.

Corredores infinitos en Preah Khan

Corredores infinitos en Preah Khan

Me quedé un buen rato arriba, disfrutando de la soledad y paz del lugar, antes de descender y regresar a Siem Rep, con la mirada llena de apsaras, garudas (aves mitológicas), budas, shivas (uno de los 3 dioses de la trinidad hinduista, el de la guerra), lingas (símbolo fálico), las intrincadas raíces arbóreas de Ta Prohm y los enigmáticos rostros de Bayón.

Mi mente se va llena de admiración por esta extraordinaria civilización, y mi alma en paz con el universo y cargada de energía positiva.

Si quieres saber más sobre Angkor, haz clic aquí.

Haz clic para ver las fotos de Angkor Wat, Angkor Tom, Ta Keo, Ta Prohm, Pre Rup, Preah Khan, Ta Som, East Mebon, y Phnom Bakheng.

Puerta engullida en Ta Som

Puerta engullida en Ta Som

Otros enlaces interesantes sobre Camboya (en inglés) los tienes en Khmer 440, Canby Publications.

Un extraordinario fotógrafo que lleva tiempo trabajando en Asia, John Mcdermott, tiene una espectaculares imágenes de Angkor en su web Asia Photos.

Si quieres ver todas las fotos del viaje de Vagamundos 2005 de 6 meses por China, Vietnam, Camboya, Tailandia, Laos, Malasia, Brunei, Singapur y Filipinas, haz clic aquí.

¡¡ Hasta Pronto !!

Carlos, desde Surin, Tailandia, 28 de Marzo de 2005

 

Vagamundos 2005. Camboya. Siam Rep. Ankgor Vat