En Suristán no están todos los que son, pero son todos los que están
Perdonar el trabalenguas, pero todavía me dura la marcha de la fiesta que hicimos ayer en Suristán para presentar a vagamundos en «sociedad».
No podíamos haber elegido mejor sitio, dejando aparte los problemas de tráfico y la manifestación del día, para estar entre amigos y hablar sobre «la locura» de vagamundos.
A todos los que me decían «¡qué envidia, pero no me atrevería!», les animaba a buscarse su propio concepto de aventura, que no tiene porque ser la vuelta al mundo, lo importante es mantenerse vivo y activo y no dejarse vencer por el tedio y la monotonía de nuestras vidas.
Hay un proverbio africano que dice «donde hay un deseo hay un camino», así que os animo a que vuestros deseos se hagan camino.
El trabalenguas del título de este diario es porque desafortunadamente no todas las personas que me hubiera gustado contar con su presencia lo pudieron hacer, inconvenientes de tener una agenda muy internacional, pero al menos sí estaba «mi todo madrid», ese grupo de amigos que he conocido en estos 11 apasionantes años aquí, y que tanto han aportado a mi manera de ver la vida. A todos vosotros gracias, y para los que no pudisteis venir (marcela, te echamos de menos), aquí teneis unos apuntes fotográficos.
Sitios como Suristán forman parte de los «pros» de vivir en madrid, frente a los «contras», un lugar dónde hoy puedes ver un concierto de cante jondo, y mañana uno de «soukous» zaireño, además de bailar todo tipo de músicas excepto bacalao y house, que aborrezco.
Muchas gracias a Victor y su equipo por los 6 años de buena música, y espero que cuando cumpláis los 60, todavía me pueda marcar unos pasos de baile.
Finalmente, dar las gracias a Marcom3, tan buena agencia de comunicación como amigos, por organizar una fiesta perfecta, incluidas las sorpresas de la exploradora y los regalos.
Vosotros TODOS sois la mejor razón para que vuelva.
¡Hasta Pronto!
vagamundos
Desde Madrid, 14/12/2000
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