Reflexiones de un vagamundos sobre la Posguerra
Cuando escribí en febrero sobre la probable guerra en Irak, no podía imaginar que a la indignidad del conflicto habría que añadir la de la posguerra. La guerra del Golfo apareció en nuestras pantallas como una guerra aséptica, y la de Irak pasará a la historia como una guerra séptica, porque el olor nauseabundo de sus cloacas nos acompañará siempre.
El ejército USA ha demostrado que es una perfecta maquinaria diseñada para matar y destruir, tan metódica que se han llevado por delante a bastantes de los suyos con el eufemismo de «fuego amigo», pero como fuerza de pacificación han demostrado su incompetencia, no han impedido los pillajes, y el símbolo de la bandera USA sobre el rostro de la estatua de Sadam demuestra su nula sensibilidad con otras culturas.
Un país con apenas 200 años de historia ha arrasado una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad, y el saqueo del museo Arqueológico y la Biblioteca nacional de Bagdad serán paradigmas de esta guerra ilegal. Si queréis saber más sobre lo que nos espera en el futuro, os recomiendo un extraordinario documental, Bowling for Columbine, que profundiza sobre por qué USA es el país más violento del mundo con más de 11.000 asesinatos al año por arma de fuego.
El mensaje es que cualquier norteamericano se cree con derecho de matar a alguien que atente contra su propiedad privada, su familia, o sus intereses, porque lo la constitución norteamericana protege su derecho a tener armas, y eso es exactamente lo que han hecho con Irak. Es una sociedad dominada por el miedo y la ira, y lo peor de todo es que están exportándolo a todo el mundo, y nosotros no sólo lo permitimos, sino que lo aplaudimos.
Esta guerra ilegal comenzó con la excusa de destruir a Sadam y sus armas químicas y de destrucción masiva, y ni una cosa ni otra han podido ser demostradas, pero eso a casi nadie le importa ya.
La economía norteamericana estaba al borde del colapso porque está montada sobre la mentira, como demostró la burbuja de Internet y los últimos escándalos financieros y económicos, pero ahora el botín de guerra, más bien rapiña, del negocio de la reconstrucción, el control de las segundas reservas de petróleo del mundo, y el hecho de poner a ejecutivos al mando de la nueva «sucursal» demuestran que el motivo era económico, y que cuando en Irak no quede nada aprovechable, irán a la conquista de «nuevos mercados».
Esta guerra fue ilegal, y lo que más me indigna es que Europa no ha sabido o querido desmarcarse de ella. El Tribunal Penal Internacional debería estar actuando contra Bush, porque USA sí que tienen armas de destrucción masivas, y ya las han usado en el pasado, no hay que olvidar Hiroshima, Nagasaki y Vietnam. Siento vergüenza de ser ciudadano de un país que, a pesar de estar contra la guerra en un 90%, tiene un presidente de gobierno, que quiere pasar a la Historia, aunque sea como la garrapata del perro de Bush, y con su decisión ha sido cómplice en el asesinato de miles de víctimas inocentes y ha contribuido a expandir el odio y la ira contra Occidente.
Nos ha mentido a todos, primero dijo que las tropas españolas sólo harían labores humanitarias, y ahora habrá 1.500 soldados destinados a labores de seguridad. Eso significa legalmente que España es fuerza ocupante de Irak. Se permite hablar de su apoyo a la guerra como «si un amigo pide favores, luego los devuelve», cuando se cumple un mes de la muerte del cámara gallego de Tele5, José Couso, asesinado por los soldados norteamericanos, igual que lo fue Juantxo Rodríguez en la invasión de Panamá; todavía no me he recuperado del shock que me ha producido esta brillanté disertación de geopolítica. El mundo se va a «palestinizar», y España pagará las consecuencias, somos la puerta de entrada a Europa desde África, y pronto las pateras traerán algo más que inmigrantes ilegales.
Todo esto que os cuento es discutible y rebatible políticamente hablando, porque creo en la libertad de expresión y no pienso que esté en posesión de la Verdad; aunque no coincida con alguien, «estaría dispuesto a morir para que pueda expresar sus ideas», y el talante democrático del partido que nos gobierna se ve claramente cuando presenta querellas contra profesores universitarios que han expresado libremente su opinión en la web noalaguerra.org, y creando listas negras contra aquellos que nos hemos expresado públicamente contra la guerra y por la catástrofe del Prestige, a ver si hay suerte y se querellan contra mí, me sentiría orgulloso. Garzón debería actuar inmediatamente para «restaurar» la democracia en España.
Olvidaros por un momento de la política e intentar meteros en la piel de un iraki; si alguna vez habeis sufrido un accidente, y yo tengo esta experiencia reciente, sabéis lo reconfortante que es llegar a un hospital, sentirse cuidado, atendido, calmado, y ver que a nuestro alrededor hay un sistema diseñado para minimizar nuestro sufrimiento; ahora pensar que sois iraki, que de repente oís un silbido sobre vuestras cabezas, y de repente un misil maverick (maravilla en inglés, el que le puso el nombre es un auténtico HDP) os destroza el cuerpo y la vida; sobrevivís y alguien os lleva en brazos a un hospital que no tiene agua ni electricidad ni medicinas para atender a la gente que llega; te dejan en un pasillo en medio de una agonía atroz, y si tienes suerte morirás pronto; si no la tienes y sobrevives, serás un mutilado en un país con pocas posibilidades de llevar una vida digna.
Sin brazos, ¿cómo podréis acariciar a vuestros hijos y trabajar?
Sin vista, ¿cómo podréis ver el rostro de la persona querida y moverte por las calles?
Sin piernas, ¿cómo cuidarás de tu familia y de ti mismo?
Sin dignidad, ¿cómo podrás vivir tu vida?
Como digo Julio Anguita, malditas las guerras y malditos los que las hacen. La próxima vez que vayáis a votar, pensar que sois irakis, que no tenéis brazos, piernas o vista cuando depositéis vuestro voto, pero si tenéis dignidad, votar en consecuencia.
En la imagen superior podéis ver los países que han sido bombardeados por los USA, para que veáis que no exagero.
¡¡Hasta Pronto!!
Desde La Coruña, España
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