Reflexiones de un vagamundos sobre la Globalización.
Pensaba reposar y dejaros descansar unos días de mis diarios, pero me hierve la sangre por lo que estoy oyendo en los medios de comunicación, y como la mejor manera de soltar adrenalina es contaros lo que pienso sobre el tema, aquí me tenéis de nuevo.
Oyendo a los políticos, creo que para muchos la globalización consiste en vivir subidos en un globo, porque es inaceptable la desconexión que tienen con el mundo real. Como suele ser habitual, en vez de ir a los orígenes del problema, los gobiernos consideran que las protestas y manifestaciones contra la globalización que se están produciendo son una cuestión de mero orden público, y piensan prohibir el cruce de fronteras, detener a activistas, y convertir las ciudades sede en bunkers.
¿Ninguno se ha parado a pensar por qué la gente hace miles de kilómetros para exponerse a recibir una manta de palos de esos gurkas vestidos de negro con enormes porras y que siempre llevan las de ganar?. Lo que más me sorprende es que los políticos, que están mucho mejor informados que el resto de los mortales sobre las consecuencias a medio plazo de la globalización y su impacto en el medio ambiente y los movimientos migratorios, no piensen que les dejarán como herencia a sus hijos un planeta azul que debería llamarse planeta marrón donde la xenofobia está creciendo a pasos agigantados.
No quiero abrumaros con datos, pero cuando veo que nuestros gobernantes inclinan la cabeza ante el sherif del mundo libre (Mr. Bush), pienso que yo también la inclinaría, pero por vergüenza ajena. ¿Cómo puede tener el descaro de intentar industrializar Alaska, uno de los últimos reductos salvajes del mundo (que ya sufrió una catástrofe ecológica con el Exxon Valdez), con la excusa de la escasez energética que están padeciendo en los USA?. Si cada gringo apagara la luz al salir de una habitación, se acabarían los problemas energéticos del mundo, y si no, que Bush meta los dedos en el enchufe de Las Vegas, una ciudad que consume más energía que muchos países del planeta y es un ejemplo de American way of (stupid) life.
Una de las pocas políticas que dice lo que piensa, Emma Bonino, comentaba el otro día que cada cabeza de ganado en la UE recibía una subvención diaria de $1, el presupuesto con el que vive la mitad de la humanidad, ¿es ésto normal?. La globalización consigue que una toalla hecha en Bangladesh se venda más barata en Argentina que una local; en realidad lo que se está globalizando es la miseria, y provocando que un país rico en recursos como Argentina tenga que vivir de préstamos del Banco Mundial, gracias a la dolarización que estrangula su economía. La brecha entre los más ricos y los más pobres cada vez es más grande.
Con respecto al medio ambiente, La UE tiene el 6% de la población mundial y supone el 15% del consumo de energía, y las emisiones españolas de dióxido de carbono en el año 2000 fueron un 35 por ciento superiores a 1990, cuando se sabe que energías renovables como la eólica contaminan 30 veces menos que las convencionales. Los datos de Estados Unidos, son todavía mas vergonzosos, ya que con un 5% de la población mundial, consume el 35% de la energía, mientras que África tiene el 15% de la población y consume sólo el 3%, lo que supone que un norteamericano consume 35 veces más que un africano, y si pasamos al apartado de contaminación, Estados Unidos y sus grandes corporaciones son responsables de más del 50% de la contaminación mundial. Si a esto le añadimos que se han negado a ratificar el protocolo de Kyoto sobre control de emisiones, creo que se legitima totalmente a las organizaciones medioambientales a boicotear cualquier reunión del sherif y sus subalternos. El gobierno japonés se ha apurado a decir que no cumplirá el protocolo de Kyoto si EEUU no lo ratifica.
La desertización afecta al 25 por ciento de la superficie del planeta, habitada por el 15 por ciento de la población mundial, y un científico tan prestigioso como Stephen Hawking pronostica que el recalentamiento de la tierra puede terminar con la raza humana antes de que acabe este milenio.
Me olvido de los números, y os cuento que en todos los países que he visitado en los últimos años, la gente me decía que el «clima se ha vuelto loco», las épocas de lluvias comenzaban antes con precisión casi milimétrica, y ahora nadie puede pronosticar cuando lloverá o llegará una sequía. En Patagonia, uno de los lugares más hermosos e inhabitados del mundo, sus bosques están siendo arrasados, mientras que un recurso que les sobra, el viento, no es utilizado para generar energía. En África se llega a 50º de temperatura en algunas zonas, pero utilizan la poca madera que queda para cocinar y calentarse. He visto países como Nicaragua y Honduras que sufren un grave problema de deforestación que nadie parece querer parar.
El tema migratorio generaría otro diario completo, pero me limitaré a decir que es inadmisible que queramos globalizar la economía, y a cambio pongamos barreras infranqueables para que trabajadores del tercer mundo vengan al primero. Si mañana se expulsara de Europa o Estados Unidos a todos los inmigrantes ilegales, sectores como la agricultura y la construcción se paralizarían inmediatamente, pero a la hora de legalizar su situación, todo son inconvenientes. Deberíamos darles las gracias, porque gracias a ellos, Europa, que se estaba convirtiendo en un continente de viejos jubilados con crecimiento de población negativo, ha invertido la situación porque los inmigrantes tienen bastantes más hijos que los europeos.
¡¡ Viva una Europa multiétnica, multicolor y pluricultural !!.
¡¡ Viva San Fermín !!
¡¡ Hasta Pronto !!
Desde La Coruña, 07/07/2001
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