Ávila es un ejemplo notable de ciudad fortificada de la Edad Media que ha conservado íntegramente su recinto amurallado. La concentración de los monumentos civiles y religiosos es excepcional, siendo el ejemplo más célebre de las ‘repoblaciones’ iniciadas por el Reino de Castilla después de ser reconquistada Toledo.
La «Ciudad de Santos y Piedras», como se la suele denominar, es considerada por muchos especialistas como una de las ciudades medievales amuralladas mejor conservadas del mundo.
La «ciudad de las tres culturas» alberga la muralla, una de las mejor conservadas en España y símbolo de la ciudad, con 14 metros de altura, 2,5 km de longitud y 3 metros de espesor, la fecha datada de construcción está en torno al siglo XI ó XII.
La Catedral es la más antigua del gótico español (se inició en el siglo XII) y tiene su cabecera inserta en la muralla. Cuenta además con numerosas iglesias románicas y góticas de gran valor, así como casas y palacios señoriales que potencian su carácter místico-militar.
Ávila está situada en un promontorio que domina la margen derecha del río Adaja, afluente del Duero. Su morfología urbana es de una red medieval, irregular, de calles estrechas y sinuosas, y plazoletas que aportan luz natural al conjunto.
Su ubicación geográfica está marcada por una orografía dividida en dos zonas: la septentrional, tierra llana, que conforma parte del valle del Duero, y la meridional, accidentada por las sierras de Gredos.
Los primeros pobladores fueron vetones en el siglo VII a.c., aunque los romanos serían los consolidadores de su estructura urbana. Los árabes perdieron el control de la ciudad en 1085 con Alfonso VI, siendo Raimundo de Borgoña el conde encargado de repoblar y quien trató de alzar la muralla.
Raimundo de Borgoña venía acompañado por muchos francos, atraídos por la promesa de privilegios concedidos a aquellos que abandonaran sus tierras y emprendieran una nueva vida en el territorio ganado al enemigo musulmán. Judíos y mozárabes (cristianos que conservan su religión bajo el dominio islámico) completan la población que viene a habitar estas tierras.
La ciudad tuvo gran auge en la época de los Reyes Católicos a pesar del daño demográfico que produjo la expulsión de los judíos y la posterior de los moriscos, pero será conocida por ser la cuna en el siglo XVI de Santa Teresa de Jesús, quizás en su período de mayor esplendor. San Juan de la Cruz, el extraordinario poeta coetáneo de Santa Teresa, nació en la localidad abulense de Fontiveros.
El nombramiento de la villa de Madrid como capital de la Corte acentúa la decadencia iniciada con la expulsión de judios y árabes, y acontecimientos posteriores como la pérdida del Imperio, la invasión francesa y las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz con la correspondiente pérdida del patrimonio religioso, sumieron a la ciudad en un letargo del que no salió hasta bien entrado el S.XIX con la llegada del ferrocarril.
El nombramiento en 1982 como Conjunto Histórico Artístico y en 1985 la proclamación por parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad suponen un nuevo renacimiento de la ciudad, con un turismo cultural creciente.
Ciudad Vieja de Ávila e Iglesias Extramuros
Año de inscripción: 1985
Inscripción: 348Rev
Provincia: Ávila
Comunidad: Castilla-León
Ruta: Ciudades
Criterios: C (iii) (iv)
Ubicación: N40 39 30.6 W4 41 48.8
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