Mi nombre completo es Carlos Olmo Bosco y me llaman el vagamundos. Descubrí «la otra manera de viajar» a los 16 años, cuando di la vuelta a España con un amigo durante el verano de 1976, con 5.000 pta (30 euros o dólares) en el bolsillo, una mochila, un saco de dormir y unas ganas enormes de empaparnos de la «Nueva España» después de la muerte de Franco. Horas muertas en la carretera, noches de insomnio en playas con visita de la Guardia Civil arma en mano y 3 meses sin comer caliente me curtieron para el salto al resto del mundo.

Desde entonces he recorrido unos 100 países (no llevo la cuenta), y sobre todo he aprendido a amar y respetar otras culturas y creencias. Mi espíritu viajero no se ha atemperado con los años, mas bien al contrario, crece mi necesidad de salir por el mundo a buscar nuevas experiencias vitales. Durante 20 años he intentado compaginar mi carrera profesional en el sector informático con los viajes, pero finalmente estos han ganado la batalla y desde el año 2000 me dedico a «viajar para vivir» en vez de «vivir para viajar».

Leyendo «El principito» aprendí que el mejor viaje es el interior, pero hasta que encuentre el camino, seguiré recorriendo el mundo exterior. El Camino de Santiago puede ser una buena etapa en la búsqueda de ese Camino Interior.

La idea de vagamundos,net, mi primer proyecto en Internet, surgió en sendos viajes por Patagonia y Thailandia a principios de 2000, recorriendo las inacabables extensiones del «Mundo del fin del mundo» y las Tribus de las Montañas del Norte, respectivamente. Allí me dí cuenta del impacto que está suponiendo Internet en todo el mundo, ya que tanto en la despoblada Patagonia como en los pueblos fronterizos de Thailandia y Laos, al lado de cada mercado tradicional siempre había un cybercafé, normalmente lleno de gente, donde pagabas 1 Euro= 1 $ por hora de conexión (bendita tarifa plana).

¿Por qué el nombre de Vagamundos?. Vagamundos nace del deseo de viajar sin horarios, sin prisas, sin objetivos, deteniéndose en los sitios porque sí, y saboreando lentamente las relaciones humanas, por lo que el nombre lo dice todo, «Vagar por el Mundo».

¿Por qué el proyecto se llama «La vuelta al mundo en 80 cybercafés»?. Julio Verne, uno de mis escritores preferidos en la niñez e incluso ahora, me hizo soñar con recorrer algún día los lugares que tan bien describía en sus relatos, y con utilizar algún medio de transporte tan exótico como el globo; unos cuantos años después, he podido cumplir parte de estos sueños, y el nombre del proyecto se lo dedico a él.

Con caminoasantiago.com acometo un nuevo proyecto, compatible con vagamundos, que es al mismo tiempo más local e universal, ya que el Camino de Santiago, que termina cerca de mi casa natal en Galicia, es probablemente la peregrinación más antigua y universal que existe. Ya dijo Goethe que “Europa se formó en el Camino de Santiago” y en 1987 fue declarado “Itinerario Cultural Europeo” por la CE.

Viajo ligero de equipaje, ya que la única tecnología que me acompaña es una cámara digital Olympus u400 resistente al agua, algo imprescindible en el Camino de Santiago, una grabadora digital y unos prismáticos, también Olympus, y una cámara de vídeo Mini DV SONY TRV-80. El resto de mi equipaje lo encontrareis descrito en la sección ¿Qué lleva Carlos en la mochila?