Escudo de Verín.

La Vía de la Plata es el Camino de Santiago con más recorrido en Galicia, y también en España si contamos su comienzo en Sevilla. No nació como Camino Jacobeo, sino que aprovecha la calzada romana que unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), cruzando prácticamente toda España de sur a norte. Su nombre lleva a engaño, porque no tiene nada que ver con el metal precioso; su etimología viene del árabe, Bal´latta, con el que se definía a la ancha vía pública empedrada. Su recorrido fue empleado por Almanzor en la famosa historia del robo de las campanas de la catedral de Santiago en 997, restituidas posteriormente siguiendo el mismo camino de vuelta.

Los peregrinos originalmente seguían hasta Astorga, y a partir de ahí continuaban por el Camino Francés, pero eso suponía un recorrido adicional grande, así que empezaron a desviarse en Puebla de Sanabria para entrar en Galicia por la provincia de Orense y pasar A gudiña, Laza o por otro recorrido paralelo por Verín, Xinzo de Lima, para juntarse los 2 ramales cerca de Orense. Los peregrinos portugueses del interior cruzaban por Chaves, a 12 km. al sur de Verín.

Esta ruta estaba bien cubierta por hospitales de peregrinos en Verín, Monterrei, Xunqueira de Ambía, Allariz, y Orense, y las órdenes militares de Santiago, Malta, San Juan de Jerusalén se encargaban de la protección de diferentes tramos. Quizá el peregrino más famoso de esta ruta fue el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, que la hizo por una promesa.

El peso de la historia en este Camino lo sientes ya al llegar al albergue de Verín, ya que está situado en la famosa casa del Escudo o Casa del Asistente, un edificio hermoso con un enorme escudo heráldico en piedra, que hoy es, además de albergue de peregrinos, oficina de turismo, y sala de exposiciones. Tanto Verín como Laza, a 18 km. son famosas por sus carnavales o antroido, como le llamamos en gallego, y os recomiendo vívamente asistir si podeis, porque tanto los peliqueiros de Laza como los cigarrons de Verín son un espectáculo digno de contemplar.

Además de estas 2 localidades, la Vía de la Plata transcurre por paisajes de gran belleza, poco poblados en muchos casos, donde se practica la caza (un problema para los peregrinos), y también región de buenas viñas que producen algunos de los mejores caldos (vinos) gallegos. En pueblos pequeños como Xunqueira de Ambía te percatas de la importancia religiosa que tuvieron en la época medieval por su imponente Colegiata del S. IX, con monasterio y hospital de peregrinos adjuntos. Sin duda, Orense es la ciudad con más historia en piedra de la Vía de la Plata en Galicia, su catedral es del S. XII y se complementa con otros templos y edificios de gran valor arquitectónico, y su famoso puente romano cuyo origen se remonta al S. I, aunque fue restaurado en los siglos XIII y XVII.

También hay que destacar el Monasterio de Oseira, cisterciense, cuyo desarrollo tuvo lugar entre los siglos XII y XVI, que a pesar de ser un ecléctico conjunto de mezclas arquitectónicas, románico, gótico, y renacentista, destila paz y serenidad en un hermoso valle verde. Este inmenso edificio está habitado hoy en día por sólo 13 monjes.

Ya más cerca de Santiago, el peregrino tiene que cruzar el río Ulla, relacionado con la Translatio del Apóstol, por Ponte-Ulla, con un puente histórico casi oculto por el nuevo puente de la carretera general, y ya en Santiago, pasa por la Colegiata de Santa María del Sar antes de entrar en el casco histórico por la única puerta medieval que se conserva en Santiago, la de Mazarelos.

Este es el Camino, de unos 180 km, que haré en los próximos días, si la climatología, que promete ser dura en el mes de noviembre, no lo retrasa o impide.

¡¡Utreia!!

La Coruña, 30 de Octubre de 2003