Me apasiona el buceo. Desde que lo descubrí hace 15 años, siempre que tengo la oportunidad de sumergirme, a ser posible en aguas tropicales, no pierdo la posibilidad de bajar a ese mundo que tan bien recuerdo, visto a través de la pantalla de televisión, de los documentales del Comandante Cousteau.
Cada buceador tiene sus fobias y filias; en mi caso la fobia principal es con las medusas, ya que he sufrido sus dolorosos latigazos, que en países como Australia causan muertes todos los años.
Mi filia principal es con los nudibranquios, los primos marinos de los caracoles de tierra, que frente a los anodinos colores y formas de estos últimos, parecen un desfile gay de creatividad y exhibicionismo con sus llamativos colores y formas.
Muchos buceadores, y sobre todo gente que no ha buceado, le tienen pánico a los tiburones, cuando deberían ser estos los que se aterrorizaran ante nuestra presencia, ya que, según la organización Oceana, la verdadera amenaza es el ser humano; por cada muerte por ataque de tiburón a un humano, hay aproximadamente 25 millones de tiburones aniquilados por el hombre. Parece que la batalla no está equilibrada.
Si a Steven Spielberg se le hubiera ocurrido utilizar una medusa, por ejemplo, en vez de un tiburón blanco para su famosa películaJaws (Tiburón), probablemente huiríamos en cuanto viéramos una medusa a kilómetros, aunque no estoy muy seguro de que en ese caso la película hubiera triunfado en todo el mundo, y por ello causado un daño irreparable a la imagen de los tiburones.
Otra estadística que desmiente la peligrosidad de los tiburones es que la probabilidad de morir por ahogamiento y otros accidentes en la playa es una en dos millones, de sufrir un ataque de tiburón una en once millones, y de morir como consecuencia del mismo, una entre veintiseis millones.
Mueren muchas más personas por ataques de perros que de tiburones, y a nadie se le ocurriría exterminar la raza, algo que conseguiremos con los tiburones a este ritmo, ya que se calcula que matamos por año más de cien (100) millones de tiburones.
He tenido varios encuentros buceando con tiburones, los mejores en 2012 en Filipinas, en Cebú, donde buceé con tiburones ballena en Oslob, y en la isla Malapascua, donde tuve el privilegio de asistir al ritual que casi todas las madrugadas realizan lostiburones zorro, que suben desde las profundidades para su limpieza por parte de peces pequeños.
Lo que no he hecho nunca es bucear cuando se alimenta a los tiburones para garantizar el espectáculo y que los buzos se lleven buenas fotos y videos; creo que el simple hecho de meterse en el agua con una botella de aire comprimido que genera un montón de burbujas y ruido ya afecta suficientemente al ecosistema marino, como para alimentar a mano tiburones cual palomas.
Por eso, cuando me ofrecieron sumergirme con tiburones y otras especies en el estanque principal del Aquarium de Donostia-San Sebastián, no me lo pensé dos veces, porque es un entorno en el que los animales están fuera de su habitat salvaje y mi inmersión no cambiaría mucho sus hábitos.
El Aquarium de Donostia es el más antiguo de España. La construcción comenzó en 1925 y tres años más tarde abría las puertas. Sigue siendo la atracción más visitada de la ciudad y acumula 12 millones de visitantes.
En 1998 se inauguró la ampliación del Aquarium, con nuevos servicios e instalaciones espectaculares, como el tanque de 1.8 millones de litros de agua, atravesado por un túnel que permite a los visitantes sentirse casi dentro del agua.
La Fundación Oceanográfica de Guipúzcoa, entidad que dirige el acuario, trabaja sobre cinco principios:
Divulgar el respeto por el océano
Impulsar el conocimiento del medio marino
Conservar y mostrar el patrimonio marítimo y naval vasco
Desarrollar un proyecto educativo
Impulsar el turismo de ocio
En este último apartado se puede incluir mi inmersión en el tanque de 1.800.000 litros, una actividad abierta a cualquier buzo certificado mayor de edad y con seguro, como puede verse en este enlace. El precio incluye el acceso de dos acompañantes al acuario.
Llegué a Donostia de madrugada y vi el amanecer desde la Concha, que apuraba los últimos días del verano y las múltiples actividades lúdicas de esta ciudad llena de vida. Por la mañana había una travesía de la bahía a nado, y yo había quedado en la puerta del acuario con Haritz de Blog on Brands, la empresa que gestionó la invitación del acuario.
En el acuario nos recibió Ariane, y en seguida nos metimos en las tripas de las instalaciones, lo que no es visible para el público visitante y que me pareció como entrar en el Nautilus, el famoso sumergible salido de la imaginación de Julio Verne para su obra maestra 20.000 leguas de viaje submarino.
Mikel, el instructor, fue el que me contó como se desarrollan las inmersiones en el tanque, muy controladas, ya que los biólogos del acuario prefieren que la interacción sea mínima. Primero hay una clase teórica sobre los tiburones y visita guiada, luego la selección del equipo de buceo, preparación e instrucciones, y seguidamente la inmersión, que suele durar de 20 a 25 minutos.
Aparte de las tortugas, rayas, y morenas, las estrellas del acuario son los tiburones, de los que hay 4 especies: pintarrojas, alitanes, tollas, y los más grandes, dos tiburones toro (Sand Tiger Shark en inglés y Carcharias Taurus en latín, de ahí lo de toro en español), macho y hembra.
La hembra es más grande porque tiene más edad que el macho, pero cuando este alcance su madurez puede llegar a medir 3.5 metros y pesar unos 230 kg; vamos, que me duplicaría en tamaño y triplicaría en peso.
Mikel me contó que los dos tiburones toro tienen una rutina casi invariable, nadan a unos dos metros de profundidad (el tanque tiene un máximo de ocho), siempre en la misma dirección, y son alimentados antes de la inmersión (aquí se puede escuchar mi suspiro de alivio).
Nos metimos en la fresca agua del tanque, nada tropical, y enseguida bajamos hasta el fondo arenoso, donde se encontraban una pareja de morenas escondidas en sus guaridas, una raya y un tiburón haciendo amistad, y también varias tortugas pequeñas y por supuesto cientos de peces a nuestro alrededor.
En un momento determinado la hembra del tiburón toro pasó a unos dos metros de nosotros, y aunque como dije antes los tiburones no me dan miedo, creo que contuve la respiración durante casi un minuto, no fuera a ser que las burbujas de aire le molestaran.
Nos movimos buceando por el tanque, y la gente que pasaba por el túnel nos hacía fotos como si fuéramos una especie exótica. En otro momento, una enorme raya se dirigíó directa hacia mi, y tuve que hacer un gesto con el brazo para no chocarnos.
Después de treinta minutos de inmersión salimos del agua, yo con una sonrisa de oreja a oreja, muy feliz con la experiencia y convencido de que con la labor de concienciación y educación que hacen algunos acuarios y organizaciones como Shark Amigos,Oceana y Humane Society International, dejaremos a los tiburones vivir tranquilos su vida por los mares del mundo.
He hecho una pequeña encuesta entre amigos buceadores para desmitificar la fama de peligrosos de los tiburones, y esto son los resultados:
Preguntas
1.- ¿Cuantos años hace que buceas?.
2.- ¿Cuantas inmersiones has hecho?.
3.- ¿Te alegras o te preocupas cuando ves un tiburón buceando?.
4.- ¿Cuántos encuentros con tiburones has tenido?.
5.- ¿Algún incidente que hayas tenido o visto con tiburones?.
6.- ¿Alguna anécdota relacionada con tiburones?.
Respuestas:
Paco Nadal. Periodista de viajes, escritor, fotógrafo y realizador de documentales. Bloguero en El Viajero.
1. Desde el año 2.000
2. Unas 800
3. No solo me alegro… los busco por el mundo denodadamente!
4. Incontables. Viajo por el mundo filmando documentales de vida submarina; he visto muchos tipos de tiburones en muchos lugares del planeta
5. Por suerte no he tenido ningún incidente raro con escualos. Los últimos que estuve filmando fueron toros en Playa del Carmen (México)
6. «Aquella vez que viajé hasta el rincón más remoto de Papúa-Nueva Guinea en busca de tiburones ballena. Cuando llegamos hacía una luna llena preciosa. pero los pescadores locales nos dijeron que con luna llena los tiburones ballena desaparecían. En efecto, tuvimos que esperar tres días a que la luna llena menguara.. entonces volvieron los tiburones».
Ángel Navarro Moya. PADI Course Director en Pro Dive Mexico Scuba Academy Playa del Carmen y bloguero en The go pro family.
1.- ¿Cuantos años hace que buceas?. 10 años
2.- ¿Cuantas inmersiones has hecho?. Unas 5000
3.- ¿Te alegras o te preocupas cuando ves un tiburón buceando?. Me alegro y mucho pues cada día cuestan más de ver
4.- ¿Cuántos encuentros con tiburones has tenido?. Más de 500
5.- ¿Algún incidente que hayas tenido o visto con tiburones?. Nunca
6.- ¿Alguna anécdota relacionada con tiburones? Nada,que no vaya mas allá del disfrute de verlos moverse tan señorialmente.
Sebastián Ceriani. Responsable Técnico en Viajar y Buceo. Master Instructor Padi con más de 600 alumnos y más de un centenar de Divemasters certificados.
1. Desde el 2000
2. Más de 3000
3. ¡Me alegro muchooooo!
4. Más de 200
5. Ninguno
6. Siempre es un placer verlos, la mejor el primer día que vi el tiburón ballena, sabíamos que era posible que estuviese en la zona y después de 50 minutos de inmersión ya subía a superficie sin esperanza de ver su rastro. De repente mis amigos me empiezan a gesticular muy efusivos y al girarme el ballena pasaba a escasos metros de mi, pasándome por encima. Increíble!!.
Rubi. PADI Instructor y IDC Staff Instructor en Buceo Malapascua, Filipinas.
1.- A fondo 7 años.
2.- +3000.
3.- Me alegro, por supuesto.
4.- uf, no se… cientos… +300?
5.- Nunca, ni un sólo incidente.
6.- El cortejo del tiburon leopardo es una de las mayores maravillas que he visto. Un macho y una hembra nadando pegados, rozandose, toqueteandose y bailando. En pleno extasis, la hembra venia a flirtear incluso con nosotros.
Pak Muñoz. PADI Divemaster y futuro PADI Instructor. Viajero de vueltas al mundo en PakGoesTo.
1.- 6 años
2.- Más de 200
3.- Me alegro
4.- Más de 40
5.- Ninguno
6.- Tuve la suerte de disfrutar con Carlos Olmo varios avistamientos de Tiburón Zorro en Filipinas
Haz clic para ver todas las fotos que hice en el Aquarium de Donostia-San Sebastián y clic para ver todos los videos. La calidad no es buena porque había muy poca luz en el tanque, y no podía utilizar flash porque había mucha matería en suspensión y reflejaba la luz.
¡Hasta Pronto!
Madrid, 21 de octubre de 2013
Hola , me interesa saber el precio de inmersión por persona..