Por el Amazonas Colombiano, sin Coches en Puerto Nariño
Después de mi húmeda experiencia haciendo rafting por el río Chicamocha, un salto de avión de poco más de dos horas en avión desde Bogotá me dejó en la capital del Amazonas colombiano, Leticia, lugar famoso por estar en la encrucijada de la triple frontera entre Perú, Brasil y Colombia, con las localidades de Tabatinga (Brasil), Leticia (Colombia) y Santa Rosa de Yavarí (Perú) compartiendo el río Amazonas.
Leticia tiene unos 25.000 habitantes y en la ciudad vive más del 60% de la población de todo el departamento amazónico colombiano, formado en su totalidad por selvas en las que habitan diversas comunidades indígenas.
Iba con la imagen de Leticia de pueblo fronterizo de contrabandistas y miradas aviesas al extranjero para comprobar a qué venía, y me encontré con una pequeña ciudad de tráfico intenso sin mucho encanto pero con una arteria vital, el río Amazonas, por el que pululan embarcaciones de todo tipo: de remo, con motores fueraborda, y hasta lanchas rápidas en forma de torpedos, usadas para moverse en distancias largas entre poblaciones.
El tránsito entre Leticia y Tabatinga es continuo pues la frontera consiste en cruzar una calle y el intercambio entre las dos poblaciones es permanente: comercio, gastronomía, música, y todo tipo de productos se mueven entre las dos localidades, y para pasar a Perú basta con cruzar el río.
Como no tenía ganas de escuchar motores y ver vehículos, directamente del aeropuerto me fui al muelle fluvial y allí tomé el rápido Tres Fronteras que en 2 horas me llevó hasta Puerto Nariño, a 87 km de Leticia, una encantadora localidad en el Amazonas colombiano donde las calles sólo son para peatones. Hay tres frecuencias diarias de lanchas rápidas y el precio está en torno a los 10 por trayecto.
La temperatura media está es de unos agradables 27ºC, pero la humedad suele estar entre el 90-95%, y supera el 100% en temporada de lluvias, con lo que el calor puede resultar muy pegajoso y sofocante.
De agosto a diciembre es verano y época seca, por lo tanto el río Amazonas baja hasta 4 metros del nivel medio, y de enero a junio la subida del río puede llegar a los 15 metros de diferencia entre las dos estaciones.
En la ruta fuimos haciendo paradas en varias comunidades pequeñas con nombres como Palmeras y Macedonia, y en esta última me di cuenta de que el río debía estar bastante crecido, porque el cartel que anunciaba el nombre estaba prácticamente sumergido.
Están más que acostumbrados a este ciclo, y por eso no me extrañó nada ver cuando llegué a Puerto Nariño el parque municipal inundado, pasarelas de madera provisionales para acceder al muelle, y una pista de baloncesto convertida en «watercesto», ya que estaba más de un metro por debajo del nivel del agua.
Las viviendas están en la zona alta de una colina para evitar las inundaciones, y los bares y restaurantes se concentran en las cercanías del muelle, la única manera de entrar y salir de la localidad, además de los senderos que conectan con poblaciones cercanas.
Puerto Nariño fue fundado en 1961, o sea que es más joven que yo, y parece una localidad próspera, con gente dedicada a la pesca, el ecoturismo, y los cultivos tropicales; todo el mundo te saluda y el ambiente es muy relajado.
La vegetación es exuberante y es normal ver orquídeas salvajes, mariposas y todo tipo de aves picoteando tranquilamente por el pueblo.
El ayuntamiento de Puerto Nariño prohibió hace años el uso de vehículos motorizados y sus 6.000 habitantes, de los cuales el 95 por ciento son indígenas de las etnias Ticuna, Comaca y Yagua, son peatones y sólo hay dos vehículos: una ambulancia y un tractor que recoge la basura.
Con esta decisión municipal, Puerto Nariño se postula como una de las localidades más sostenibles de Colombia, sin renunciar a la comodidad y a los servicios, ya que el 3G funciona muy bien, hay electricidad las 24 horas, y hay hoteles y hostales de categorías varias.
A solo 15 minutos por el río se encuentra el lago Tarapoto, donde hay delfines rosados, y aunque sus aguas se ven negras, son claras y limpias, ya que el color es por la descomposición de raíces y hojas en su fondo.
En la parte alta del pueblo está el mirador Nai Pata (casa del árbol, en Ticuna), desde el que se observan los ríos Loretoyacu y Amazonas, y la infinita extensión de jungla amazónica. Hay senderos marcados para internarse en la selva y desconectar totalmente del mundo; bueno, no totalmente, no vaya a ser que olvides el camino de regreso.
Mi alojamiento en Puerto Nariño fue el Hotel Lomas de Paiyü, un alojamiento familiar limpio, sostenible, que utiliza el agua de lluvia que almacena en depósitos que surten a varias casas. Los dueños son un encanto, con habitaciones desde unos ocho euros, y cuando estuve yo el ambiente era muy tranquilo, era el único extranjero y tenía a mi disposición varias hamacas para disfrutar de una buena siesta cuando el calor apretaba.
Los días que pasé en Puerto Nariño fueron de relax total, con desayuno colombiano de huevos perico, jugos de frutas tropicales como el carambolo o el mango, pescado de río de almuerzo con una cerveza fría al mediodía en el restaurante Delicias Amazónicas, y una cerveza para ver el atardecer sobre el río en el café bar Pirarucú.
Como una muestra más del intento de mantener la cultura tradicional de la región, en julio se celebra el Encuentro Juvenil Indígena de Expresión Cultural y Transmisión del Pensamiento Ancestral y en diciembre el Festival Autóctono de Danza, Murga y Cuento de los pueblos Ticoya.
Puerto Nariño, llamado el Pesebre Natural de Colombia, recibe unos 9000 visitantes anuales, la mayoría extranjeros, aunque cada vez más colombianos se animan a visitar la región amazónica, tan diferente de los otros departamentos de Colombia. Espero que el crecimiento del turismo no le haga perder el encanto.
De Puerto Nariño regresé a Leticia, donde me esperaba una aventura sóñada desde niño, dormir en una casa del árbol como Tarzán, pero esa es otra historia que será contada otro día.
«Dale al play» en la presentación de abajo para ver las fotos de Puerto Nariño.
Para más información sobre el Amazonas Colombiano y Puerto Nariño, consulta las páginas web de:
Puerto Nariño Wikipedia, Wikipedia Amazonas Colombiano, Wikipedia. Leticia, Colombia Travel. Portal Oficial de Turismo y Amazonas 2030, y te puedes descargar gratis la guía Turística de Amazonas.
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Colección de fotos de Puerto Nariño Colombia, Reserva Tanimboca Leticia Colombia.
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¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos, desde Madrid, España, 3 de febrero de 2014
Hermosa mi linda tierra colombiana como la extaño gracias por tan lindas fotos
Hola a tod@s, estoy organizando una visita a una comunidad indígena del Amazonas Colombiano llamada Comunidad MUE, Esta queda a 3 horas en lancha por el río Igara Paraná partiendo de La Chorrera. Vivir una semana con esta comunidad es una aventura inolvidable que seguramente cambiará nuestro modo de ver la vida.
Hola, Jairo, me interesa, cómo puedo obtener más información?