Mompox, Tiempo Detenido en el Río Magdalena
Gabriel García Márquez, el autor del libro más famoso de la literatura Latinoamericana, Cien años de soledad, dijo un día: «Por fortuna, Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver, y verlo como quiere».
La sensación que tuve al llegar a Mompox, una villa colonial en el río Magdalena, fue exactamente la de haber llegado a Macondo, ya que había salido la tarde anterior de Medellín, con todo el bullicio de la gran ciudad, y tras una noche de la que sólo recuerdo que el bus subió y bajó montañas y tomó muchas curvas, el amanecer me llegó en una zona completamente llana y de exuberante vegetación.
Poco después el autobús me dejaba en Magangue, un destartalado pueblo al borde del río Magdalena, donde tomé un moto taxi para ir al embarcadero, de dónde salía un ferry, más o menos de la época colonial, que no había sido pintado desde entonces con destino……Bodega.
Llegar a Mompox es todavía complicado, mejor dicho largo y cansado por el calor y la humedad.
El ferry te lleva a Bodegas en una hora de navegación por el río Magdalena o media hora en chalupas, y de allí, en una carretera que sería mejor que fuera de tierra y no de asfalto con enormes baches, llegas en taxi a Mompox con el cuerpo molido y la sensación de que, además de la distancia física, has dado un salto en el tiempo de 200 años.
Los perros están tendidos al sol en medio de la calle, y apenas se molestan en moverse cuando pasa uno de los escasos vehículos de Mompox, y al atardecer la gente saca las sillas y mecedoras a la puerta para ver pasar la película de la vida.
La diferencia con respecto a hace dos siglos es que ahora hay vehículos a motor, electricidad, televisión e Internet, pero eso son sólo matices de forma, en el fondo la vida de Mompox ha cambiado muy poco.
¿Cómo es posible que el segundo puerto más importante del Magdalena y una ciudad de gran importancia en el desarrollo colonial de Colombia esté hoy tan mal comunicada?.
La razón es tan simple como los caprichos de la naturaleza. Mompox vivió su momento álgido de gloria el 6 de agosto de 1810, cuando declaró la independencia total de España bajo el lema ser libres o morir.
Simón Bolívar emprendió la Campaña Admirable con 400 momposinos y el refuerzo de venezolanos, que culminó en Caracas el 6 de agosto de 1813.
El apoyo de los momposinos fue fundamental para que Bolívar dijera «Si a Caracas debo la vida a Mompox debo la gloria». También la llaman la Ciudad Valerosa y la Ciudad Culta
En aquella época, el Brazo de Mompós fue el más importante canal del Río Magdalena y la ciudad se convirtió en importante puerto de escala para viajeros y mercancía que iba hacia el interior del país.
La prosperidad continuó hasta principios del siglo XX cuando la acumulación de sedimentos sobre este brazo del río desvió el tráfico hacia el Brazo de Loba que pasa por Magangué, y el Brazo de Mompós se volvió agua estancada.
Estancada quedó la ciudad desde entonces, y pasó a vivir en un estado de realismo mágico, ese estilo del que es maestro García Márquez.
La fecha oficial de fundación de la Santa Cruz de Mompox es 1540, por Juan de Santa Cruz, gobernador de Cartagena de Indias, en tierras del cacique de Mompox.
La región era inapropiada para la agricultura, y la ciudad dependió fundamentalmente de la actividad comercial a través del río.
Los españoles se establecieron en el territorio bajo las figuras de la «encomienda» y la «merced de tierras».
Podían poseer y administrar tierras, y usar mano de obra de indígenas y esclavos africanos a cambio de «encargarse del cuidado físico y espiritual de éstos».
Los indígenas y los esclavos negros muy pronto se cruzaron, y apareció el zambo, hijo de negro e india, libre por derecho propio.
Esta región fue de las primeras donde se dio el proceso de mezcla racial característico de de la población colombiana, que en un 58% son mestizos, un 20% blancos, los afrocolombianos son el 10,6% y los indígenas componen el 3,4%.
Los españoles, originales en su gran mayoría de Andalucía y concretamente de Sevilla, poseían extensísimas propiedades y amasaron grandes fortunas, que invirtieron en el casco urbano de Mompox, donde construyeron magnificas casonas que daban cuenta de su opulencia.
También hicieron grandes donaciones para la construcción de iglesias que hoy todavía deslumbran a los visitantes, y los jesuitas, franciscanos, agustinos y dominicos, fueron las primeras órdenes que se instalaron para velar por la espiritualidad de los momposinos.
De su origen andaluz vienen las celebraciones de la Semana Santa, que en Mompox tiene unas características especiales, ya que es la única Semana Santa marchada de Colombia, con procesiones históricas como la del Paso Robao o Despedimiento, o la del Pae Jesús o Jesús Nazareno.
También es tradicional la celebración de la Semana Santica, original de Mompox, que en el pasado originó graves problemas entre la Iglesia Católica y el pueblo, que desembocaron en excomuniones y una sentencia del arzobispo de Cartagena que en 1945 puso en «entredicho espiritual a la ciudad de Mompox».
Mompox fue declarada por la Unesco Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad el 6 de diciembre de 1995, «como una muestra depurada de la arquitectura colonial española en el Nuevo Mundo»
Las casas de Mompox responden al estilo andaluz, con las estancias agrupadas alrededor de un patio central.
En las fachadas destacan las ventanas de rejas de hierro con gran calidad artística, adornadas por repisas sobre las que se asientan los tejadillos que las cubren, todos con gran variedad de formas y estilos.
- Las casas más notables en Mompox son:
- La Casa Baja, con una portada barroca única en la ciudad.
- La Casa de La Marquesa, situada en la Albarrada.
- La Casa de La Concepción, con soportales que dan sombra a los caminantes.
- La Casa de la Familia Germán-Ribón, sede de la Academia de Historia de Mompox.
- La Casa del Te Deum, la más grande de la villa, donde actualmente funciona el hostal Doña Manuela, un decadente hotel colonial de lujo.
Yo me alojé en el primer hostal para mochileros de Mompox, La casa amarilla, una casa colonial del siglo XVII.
Los dueños son Richard McColl, un inglés periodista que lleva bastante tiempo viviendo en Colombia y su esposa momposina, razón por la que ha podido instalar el hostal, ya que los extranjeros son todavía mirados con recelo en Mompox.
Richard es escritor freelance y ha escrito unos cuantos artículos para la BBC sobre García Márquez y de hecho tiene una agencia especializada en las rutas de Gabo, llamada Aji Colombia.
Richard me contó algunas historias que tendrían cabida en los libros de Garcia Márquez, como aquella de la viuda reciente vestida de negro, que recibe la visita de un abogado que le cuenta que su marido tuvo tres hijos con la muchacha de servicio, y que los había reconocido con la condición de que la muchacha lo mantuviera en secreto hasta su muerte.
Oído esto, la viuda se disculpó con el abogado, se levantó, y unos minutos después regresó para seguir despachando con el abogado, vestida de rojo y diciendo «ese hijoeputa no se merecía un segundo más de luto».
Todas las mañanas me acercaba a las albarradas, barreras de piedra que se construyeron para contener las crecientes del río.
El espacio que las bordeaba pasó a llamarse, naturalmente, Calle de la Albarrada, y aún hoy se acercan las barcas cargadas de productos para comerciar en el mercado.
Por 30 céntimos de euro compraba una hermosa piña que me llevaba al hostal para desayunar.
Otro producto con el que se comerciaba antiguamente era el oro de las minas.
En Mompox se realizaba la famosa operación de quintaje en la época de la colonia, la deducción de la quinta parte de todo el oro recaudado que se enviaba a la Corona española.
El oro se depositaba en Mompox por el temor a frecuentes ataques de los piratas en las costas, y el excedente de oro alentó la llegada de orfebres y plateros desde España.
Las técnicas artesanales, aprendidas de los árabes siglos atrás, dieron paso a un estilo único en filigrana de hilo de oro de formas que representan elementos de la naturaleza, como flores, frutos, pétalos, tréboles, pavos, mariposas, alas de aves, insectos, caracoles, pescados y lágrimas.
Las figuras geométricas también son habituales.
Debido al alto precio del oro, actualmente la filigrana de Mompox se ha enfocado más hacia la plata.
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Para más información sobre Mompox, consulta las páginas web de:
Wikipedia, Portal Oficial de Turismo, UNESCO Colombia, Alcaldía de Mompox, Colombian Paradise, Filigranas de Mompox y Las rutas de García Márquez .
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Fotos de Mompox.
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Desde Madrid, España, 25 de noviembre de 2009
¡¡ Hasta Pronto !!
Carlos
Me apasiona la historia de Mompox. Ojalá logre ir. Me parece hermosa..