Darwin, la última frontera.
Darwin es una ciudad marcada por la tragedia y el infortunio desde sus orígenes, ya que los primeros asentamientos en la zona fracasaron por las dificultades del terreno y su clima subtropical. El nombre de la ciudad se puso en honor a Charles Darwin, que no anduvo por aquí, ya que había desembarcado del Beagle en Sydney para hacer una viaje al interior; mientras tanto, el Beagle viajó al norte y descubrió la bahía de Darwin, 5 veces más grande que la de Sydney.
Fue fundada en 1869 y el asentamiento se llamó originalmente Palmerston, aunque todo el mundo lo conocía por Puerto Darwin, y a principios del S.XIX el cambio de nombre fue oficial. Darwin es la capital del estado del Territorio del Norte, pero sólo tiene 90.000 habitantes, en parte por las trágicas vicisitudes por las que tuvo que pasar y también porque el Territorio del Norte es el más aislado en cuanto a distancias y condiciones del terreno.
Para que os hagáis una idea, el famoso tren Ghan, que va de Adelaida a Alice Springs, ha tenido su estación termino en esta pequeña ciudad durante más de 100 años, porque todos los intentos para prolongar la vía hasta Darwin eran vanos cuando llegaba la temporada de lluvias. Ahora han vuelto a comenzar las obras, y los 1.600 km que separan Alice Springs de Darwin se podrán recorrer en tren en el 2.004, si la tecnología del S.XXI logra superar a la naturaleza.
Dos episodios han marcado la historia de Darwin para siempre; el primero fue el bombardeo masivo que hicieron los japoneses el 19 de febrero de 1942. La misma flota de aviones que había bombardeado Pearl Harbour tomó desprevenida a la ciudad esa mañana, y en 2 raids de más de 200 zeros dejaron arrasada la ciudad y su puerto, con decenas de barcos hundidos, y más de 300 muertos, a pesar de que la ciudad había evacuado a los niños y mujeres en previsión de ese ataque.
Aunque el bombardeo a Pearl Harbor es más famoso (la maquinaria propagandística americana), el de Darwin fue mucho más cruel y sistemático, en total más de 60 ataques de los japoneses. Hay que tener en cuenta que Darwin se encuentra a sólo 150 km de Papúa Nueva Guinea.
Poco a poco Darwin recuperó la normalidad, pero de nuevo llegó la tragedia, el dia de Navidad de 1974, cuando el ciclón Tracy (en aquella época todos los ciclones y huracanes tenían nombre de mujer, ahora son alternos, uno de mujer y otro de hombre por eso de la igualdad de sexos) llegó en forma de lluvias torrenciales y vientos huracanados.
Aunque Darwin está acostumbrada a las tormentas tropicales, está era más fuerte de lo normal, y sus habitantes tuvieron que evacuar la ciudad hacia el sur. Cuando regresaron, la desolación era completa, prácticamente ningún edificio quedaba en pie, del ayuntamiento sólo quedo la fachada principal, y a pesar de ser Navidad, tampoco respetó la catedral anglicana de 1902, de la que quedaron pocos muros en pie, que se han usado para la nueva catedral, de diseño postmodernista muy contrastado con las piedras originales.
Lo que sí sobrevivió fue el llamado «árbol del conocimiento», un banyan que tiene una placa con la inscripción «lugar de encuentro de viajeros, sabios y librepensadores», aunque el día que yo lo visité estaba sólo.
Darwin tuvo que ser totalmente reconstruida, y es por ello que no es muy interesante arquitectónicamente hablando, pero es una ciudad muy alegre y llena de vida, el clima subtropical le infunde una personalidad propia, y la gente no parece apurarse por nada por eso de que se suda mucho cuando corres con 30 grados y 90% de humedad.
Es un lugar de paso de muchos viajeros que van en busca de los 2 icones más conocidos del Territorio del Norte, Kakadú y Uluru (Ayers Rock), y también es el comienzo o final del viaje hacia el Oeste, los Kimberley y Perth.
Aunque el agua tiene temperaturas de 28 grados, el único lugar recomendado para nadar durante 6 meses al año son las piscinas, ya que las aguas están infestadas de medusas «Box», que puede matar a una persona en varios minutos con sus tentáculos de varios metros que te inyectan un veneno que paraliza tu respiración.
Ya os he comentado que todos los animales en Australia son realmente salvajes, y aquí se lee todas las semanas en el periódico que algún turista despistado ha muerto a causa de las medusas. Yo tuve una experiencia en
Perth, y por suerte lo puedo contar y desde entonces no he vuelto a meter un pie en el agua hasta que me juran «por sus muertos» que no hay medusas, y nunca soy el primero en meterse en el agua.
Darwin posee el record australiano (que probablemente sea mundial) de consumo de cervez por persona, 250 litros por año; si descontamos a los niños, y a los abstemios, que los habrá, aunque yo no he conocido a ninguno, sale más o menos a litro por persona y día; cuando lo he comentado a algunos amigos australianos, su respuesta ha sido «un litro no es mucho, sólo 2 pintas de cerveza». Definitivamente tienen bien ganada la fama de cerveceros, y he visto a unos cuantos ingleses caerse de culo intentando superar a los australianos bebiendo.
En este enlace podéis ver todas las fotos del viaje de 6 meses en 2002 por Australia y Nueva Zelanda
¡¡ Hasta Pronto !!
Desde Alice Springs, Territorio del Norte, Australia, junio 2002
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