La Sierra de Atapuerca forma parte de las últimas montañas del Sistema Ibérico y se encuentra rodeada por tres ríos. Está separada de la Cordillera Cantábrica por un corredor llamado Estrecho de Burgos, que enlaza las cuencas del Duero y del Ebro.

Atapuerca es un gran centro vivo desde hace más de un millón de años. Por este hermoso paisaje han paseado, comido, dormido, recolectado y cazado grupos de antecessor, heidelbergensis, neandertales y sapiens. Compartiendo sabinares, bosques de robles, encinas, castaños, abedules, hayas, pinos y zonas de ribera, han habitado caballos, rinocerontes, bisontes, gamos, jabalís, ciervos, osos, tigres, linces, leones y todo tipo de animales.

Ahora es un lugar habitado, visitado y permanentemente estudiado por científicos que tratan de entender la vida de los homínidos que lo poblaron.

La primera persona de la que se tienen noticias de haber visitado Atapuerca fue Fray Manuel Ruiz, que grabó allí su nombre en 1645. En 1910 Jesús Carballo descubre una serie de pinturas en Portalón y en 1962 Grupo Espeleológico Edelweis advierte de la existencia de fósiles en la Trinchera del Ferrocarril.

En los últimos años han ocurrido muchos acontecimientos importantes en el estudio de Atapuerca, entre ellos, los más destacados: el descubrimiento de industria lítica en un estrato de Gran Dolina, con 900.000 años de antigüedad; la exhumación en 1992 de varios cráneos de Homo heidelbergensis, bautizados con nombres como Agamenón o Miguelón, y que convierte la Sima de los Huesos en uno de los yacimientos europeos más importantes a nivel paleontológico y, en 1994, la aparición en el nivel 6 de Gran Dolina, de los restos de lo que resulta ser una nueva especie, Homo antecessor, a través de la cual se demuestra, por un lado, que ya hace 800.000 años pequeños grupos de gente habitaban estos parajes, y por otro, que practicaban el canibalismo.

La Sierra de Atapuerca está constituida por un sistema de galerías y conductos subterráneos, algunos de los cuales se han colmatado y tapado. Está formada por roca caliza, soluble al agua. El macizo calizo alberga agua subterránea hasta que el río Arlanzón labra su valle y el nivel del agua desciende.

Al mismo tiempo, el agua se filtra por las grietas, disolviendo la caliza y generando grandes oquedades que en algún momento se abren al exterior, bien sea porque la grieta originada crea una entrada, o bien porque se producen derrumbamientos del techo. Cuando las cavidades entran en contacto con el exterior comienzan a entrar las tierras más cercanas a la entrada así como tierra que es arrastrada por la lluvia o el viento.

También entran animales y seres humanos que depositan allí herramientas y comida. Todo esto se va cubriendo de sedimentos y así las cuevas se van rellenando , dejando para la posteridad, entre capa y capa de sedimento, capítulos de la vida de los grupos que la habitaron. En la actualidad se conocen casi 40 cuevas y los arqueólogos trabajan en varias de ellas.

El Gran Dolina.

En este yacimiento se comienzan a excavar unos pocos metros cuadrados durante los años 80, encontrándose industria y fauna, por lo que en 1992 se prepara en este mismo nivel una superficie de 100 m para poder extraer mayor información sobre las ocupaciones.

En 1990 y 1991 se interviene de urgencia por el riesgo de que desapareciera y se perdiera la información contenida. Se encontró entonces, restos de fauna y de industria lítica datada de 900.000 años. Fue este hallazgo la primera evidencia de que la Península estuviese habitada en épocas tan remotas.

Una nueva excavación en 1994 recupera carcasas de animales, frutos fosilizados e instrumentos líticos y los restos de su fabricación, lo que nos demuestra que hace 800.000 años los grupos que vivían en la sierra cazaban y recolectaban. Además aparecen 85 restos humanos muy fragmentados, que luego de ser estudiados arrojan el hallazgo de una especie nueva perteneciente a las primeras poblaciones llegadas al continente europeo y antecesora común de neandertales y sapiens, que ha sido bautizada como Homo antecessor.

En un estudio más detenido de los restos de antecessor se vieron marcas de corte en los huesos realizadas con herramientas líticas, idénticas a las halladas en los restos óseos de los animales, por lo que los investigadores han podido demostrar que se trata de canibalismo.

Los antecessor que aparecen en Gran Dolina fueron comidos por sus congéneres y no porque hubiera una etapa de hambruna o por algún ritual, sino por lo que se ha denominado canibalismo gastronómico.

Sima del Elefante.

Sus 15 m de espesor se empezaron a excavar en 1996 proporcionándonos abundantes restos de fauna como ciervos, hipopótamos, rinocerontes, lobos, linces, osos, zorros, roedores y águilas. En el verano de 2000 el hallazgo de una pequeña lasca de silex demuestra presencia humana en este yacimiento hace un millón de años y, lo más sorprendente, en el verano de 2001 se encuentran los primeros vestigios de fuego intencionado.

La Galería

En este yacimiento se han documentado cinco niveles de ocupación. En el primer nivel sólo hay murcielaguina (excrementos de murciélago) pero en otros niveles se han recuperado herramientas líticas y fauna. La Galería funcionaba como una trampa natural debido a su entrada vertical, así que allí caían los animales y morían sin poder salir.

Los heidelbergensis visitan Galería cuando hay algún animal muerto, llegan y lo preparan para llevárselo y consumirlo en otro lugar. Se llevan las extremidades y cabezas, por lo que en esta cueva encontramos sobre todo partes del tronco Este yacimiento conecta con otro llamado Covacha Zarpazos.

Sima de los Huesos

Es uno de los más importantes depósitos fosilíferos del mundo, con una cronología de unos 400.000 años. Allí están acumulados los restos de al menos 33 personas, se desconoce las causas de su muerte pero sabemos que era gente joven, de buena salud pero con baja esperanza de vida.

En 1992 se recupera un cráneo completo que se bautizo con el nombre de Agamenón y otro incompleto que se bautizó como Miguelón. El año siguiente se recupera la mandíbula de este último.

La explicación sobre la gran acumulación de cadáveres en este sitio levantado mucha polémica. Esta claro que la Sima no sirvió como lugar de habitación, ya que no hemos encontrado restos de instrumentos ni de herbívoros que, como en los demás yacimientos, así lo indique.

Se han barajado varias hipótesis, y recientemente se ha confirmado una de ellas gracias al hallazgo en 1998 de un hacha de mano denominada Excalibur. Nos encontramos ante un lugar en el que se deposita a los muertos intencionadamente, y que como explican los investigadores, responde a un comportamiento simbólico compartido por todo un grupo.

Cueva Mayor y Portalón

Aquí vivió el último grupo de cazadores-recolectores y dejaron una cabeza de caballo pintada en la roca. Más tarde, cuando ya se domesticaba los animales, un nuevo grupo decora con grabados las paredes.

El Portalón corresponde a la entrada del Complejo de Cueva Mayor y contiene ocupaciones del Bajo Imperio Romano, Bronce y Eneolítico. En la pared situada enfrente de su entrada se observa una controvertida pintura rupestre.

Valle de las Orquídeas

Es un asentamiento al aire libre, muy cercas de los yacimientos. Seguramente contuviera agua donde los animales se acercarían a beber. Además está dominando estratégicamente gran parte de la Sierra.

Por ser Atapuerca la más antigua y abundante evidencia de la existencia del ser humano en Europa y porque los fósiles que yacen en sus yacimientos constituyen una extraordinaria reserva de información acerca de la naturaleza física y la forma de vida de las más antiguas civilizaciones de Europa, la UNESCO, en el año 2000 declara el Sitio Arqueológico de la Sierra de Atapuerca como Bien Patrimonio de la Humanidad.

Sitio Arqueológico de la Sierra de Atapuerca
Año de Inscripción: 2000
Inscripción: 989
Provincia: Burgos
Comunidad: Castilla-León
Ruta: Arqueología
Ubicación: N42 22 17 W3 32 50
Criterios: C -III, V