Las Médulas está ubicada en la comarca natural de El Bierzo, en la vertiente noroeste de los montes Aquilanos. En este lugar los romanos montaron la explotación aurífera más grande del Imperio. Las condiciones eran perfectas para ello: tierras aluviales con oro diseminado, abundante agua con mucha pendiente para producir fuerza hidráulica y suaves pendientes hacia el río Sil para propiciar el desagüe.
Se desconoce la fecha exacta en que se dio inicio a la explotación de esta riqueza pero se cree que fue el emperador Augusto quien la ordenó.
Las primeras noticias de Las Médulas nos vienen de Plinio, que fue Procurador de Citerior, razón por la cual hubo de visitarla en el año 73. Al parecer para ese momento los trabajos ya habían alcanzado gran escala y alta producción, aunque probablemente no fuese su momento de mayor apogeo. Plinio nos cuenta las técnicas de producción pero nada dice de la administración ni del rendimiento.
En la época se establecieron en la zona diversos cuerpos de tropa romanos (la Legio VII Gemini, Legio X Gemini, la Cohors I Gallicia, la Cohors I Celtioberorum, el Ala II Flavio, entre otras). La presencia de tantas legiones se explica por la inmensa riqueza que producía el lugar y por la necesidad de vigilar a la gran masa de trabajadores que allí operaban.
Se cree que el periodo de apogeo de Las Médulas haya durado aproximadamente 200 años. A partir del S. III no se tienen noticias de explotación alguna en el lugar. Se desconoce si el abandono de la explotación se debió al agotamiento de la riqueza o a la falta de mano de obra o a la crisis que se produce en el Imperio.
Se calcula que durante estos 200 años fueron removidos 200 millones de m3 de tierra, gracias al esfuerzo de millones de esclavos y a los distintos métodos de explotación.
El más peculiar y conocido de ellos es el llamado ruina montium o derrumbe de los montes que consistía en conducir una enorme cantidad de agua hasta la parte superior de la explotación, desde donde una compleja red de canales, pozos y galerías dirigía el agua por el interior de la montaña .
La fuerza del caudal producía grandes derrumbes que, junto con la tierra, arrastraban piedras y diversos materiales. Este material era tamizado en unos canales en cuyo fondo se colocaba brezo, donde quedaban atrapadas las pepitas de oro. Se cree que de este modo fueron extraídos un millón de kilos de oro. Se tiene noticias de otras técnicas como las llamadas zanjas-canales y surcos convergentes. Todas encerraban, sin duda, trabajos penosos, dificultades y peligros.
El agua jugó un papel importantísimo en la extracción del oro y donde no la había en cantidades suficientes era necesario captarla, conducirla por medio de canales y depositarla para su posterior utilización. Estas obras auxiliares implicaban en muchos casos más esfuerzo y dificultades que la propia explotación. El sistema hidráulico de Las Médulas es el más espectacular de los conocidos, tanto por la gran cantidad de agua captada como por su longitud y las ramificaciones de sus canales.
Las más de mil hectáreas trasformadas por la explotación dieron una nueva articulación al territorio y se crearon nuevas vías de acceso. El Lago Carucedo, producido por el taponamiento de un valle de esos vertidos es hoy en día un humedal bajo protección y los antiguos cauces de los canales que conducían el agua utilizada para la explotación han sido reutilizados como caminos de comunicación y trasiego de ganado por los habitantes de la zona.
Las Medulas se ha convertido así en un Paisaje Cultural, producto de la intervención romana en un territorio a lo largo de dos siglos y de los cambios históricos de todo tipo experimentados en ese territorio hasta la actualidad.
Tiene significado histórico por haber sido la mayor mina a cielo abierto de todo el Imperio Romano, por ser testimonio de las formas de vida de la comunidades antiguas y sobre todo por mostrar el profundo cambio que produjo la minería aurífera romana en esas comunidades. No se trata de un paisaje estático ya que siempre ha estado sujeto a una permanente dinámica.
La declaración de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad, en 1997, supuso, por vez primera en España, el reconocimiento internacional de un Paisaje Cultural.
Las Médulas
Año de Inscripción: 1997
Inscripción: 803
Provincia: León
Comunidad: Castilla-León
Criterios: C -I, II, III, IV
Ubicación: N42 28 14.0 W6 46 10.0
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