Torre de Bujaco.

Regresar a Cáceres es, para mí, como visitar a un viejo amigo, ya que durante muchos años tuve una cita ineludible con el festival WOMAD (World of Music, Arts and Dance, Mundo de Músicas, Artes y Danzas), creado por Peter Gabriel, que se celebra en Cáceres ininterrumpidamente desde 1.992 durante el mes de mayo.

Allí disfruté de conciertos y momentos inolvidables, con las cigüeñas sobrevolando lentamente los campanarios mientras, por ejemplo, un músico japonés daba una clase magistral de percusión con un tambor de casi 2 metros de diámetro.


Concatedral de Cáceres

En Cáceres, en el triángulo formado por la plaza de las Veletas, la Plaza Mayor, y la plaza de San Jorge, podías pasar en minutos de bailar al son latino, escuchar cantos polifónicos sardos, hacer un curso de danza hindú, aprender a pintar como los aborígenes australianos, comprar artesanía de todo el mundo, o comer exóticas delicias gastronómicas.

Todo un mundo comprimido en 4 intensos días, en los que Cáceres se abarrotaba de una fauna multicolor que, todo hay que decirlo, dejaba la ciudad hecha unos zorros, así que con buen criterio el ayuntamiento decidió sacar del centro los conciertos para evitar la masificación.

La Plaza Mayor se encontraba mucho más tranquila en mi visita otoñal, y los restaurantes ofrecían, con escaso éxito, sus terrazas a los visitantes, que preferían el interior a pesar de que se perdían la vista de esta espléndida plaza, el pórtico que nos anuncia las maravillas que nos vamos a encontrar dentro de sus murallas históricas.


Escudos vecinos

Bien abrigado, comí en la terraza, preguntándome por qué hay tantas diferencias en la manera que los españoles tratamos nuestro patrimonio histórico, al que muchos ayuntamientos ignoran en aras de una modernidad mal entendida, y por otro lado hay ciudades ejemplares como Cáceres, considerada el tercer conjunto monumental europeo por el Consejo de Europa.


Escudo del Sol

Otras distinciones importantes que tiene Cáceres, Estrella de Oro de la Comisión Europea, Manzana de Oro al mérito turístico, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1.986, enclave importante en la Vía de la Plata, integrada en Caminos de Sefarad, la Red de Juderías de España, y ahora candidata a Ciudad Europea de la Cultura para 2.016. Eso es curriculum.

La historia de Cáceres se remonta unos 25.000 años, ya que en su casco urbano hay una cueva con pinturas del Paleolítico Superior, cerrada al público pero con una reproducción exacta en su Centro de interpretación.

Su fundación como por los romanos en el año 25 a.C. le otorga el título de ciudad bimilenaria, y su historia posterior está plagada de luchas entre los árabes y cristianos por el control de la ciudad.


Vista desde la Torre de Bujaco

Recuperada finalmente por Alfonso IX en 1.229, el 23 de abril, día de San Jorge, este último ha quedado como patrón de Cáceres.

Cuando cruzamos bajo el arco de la Estrella o Puerta Nueva, del s. XV, en realidad traspasamos mucho más que un espacio físico, estamos dando un salto en el tiempo y nos ponemos a caminar por su desgastado empedrado, que antes que nosotros recorrieron judíos, árabes, cristianos viejos, mozárabes, nobles, plebeyos, militares y eclesiásticos camino de la plaza de Santa María, donde se encuentra la Catedral, rodeada de palacios y edificios nobles.

Sería demasiado prolijo describiros los más de 100 edificios o lugares históricos reseñables intramuros, lo mejor es visitar los museos de la ciudad, el de Cáceres en la Plaza de las veletas con contenido arqueológico, etnográfico y artístico, que conserva un aljibe árabe en perfecto estado, y que todavía cumple su cometido.


La exposición de las 3 culturas

La sala de exposiciones en el adarve de Santa Ana es una recopilación de objetos de la historia moderna de Cáceres, y en el palacio de la Diputación provincial hay una exposición multimedia sobre la provincia.

No nos podemos perder la exposición sobre las tres culturas en la Torre de Bujaco, del s. XII, que tiene acceso a la almena, con unas vistas sobrecogedora de la ciudad medieval.


Museo de la Ciudad

Tan noble es la ciudad que prácticamente hay un escudo de armas en cada casa, algunos de ellos muy sencillos y hermosos, como el de la casa del Sol, y otros muy elaborados, denotando las complejas relaciones entre las familias aristocráticas, con enlaces matrimoniales de conveniencia, y la situación política de las distintas épocas, como cuando la visita de los reyes Católicos dividió a la ciudad por su lealtad a Isabel la Católica.


El aljibe árabe

Los nobles que no la apoyaron vieron como las torres de sus palacios-fortaleza eran desmochadas para descrédito y deshonra de sus propietarios.

Así se hacía, y se sigue haciendo hoy en día, política de Estado, los que están conmigo reciben premios por su apoyo, y los que están contra mí reciben castigo.

De noche Cáceres adquiere tintes irreales, con una atmósfera difuminada por la pátina del tiempo, a la que ayuda una cálida iluminación y sobre todo que las máquinas de hierro que afean su casco histórico, llamados automóviles, al menos dormitan silenciosas.


Reflejos en el empedrado

Es entonces, con el eco de nuestros pasos resonando en las murallas y los palacios, cuando mejor podemos comprender la importancia de cada piedra, ya que lo que fuimos, lo que somos, y lo que llegaremos a ser, está grabado en esa piedra en un idioma que desgraciadamente la mayoría no entiende o no quiere entender.

Mi enhorabuena a los dirigentes cacereños, que han sabido combinar un pasado glorioso con un presente lleno de iniciativas, que sin duda les llevará a un futuro brillante, que espero incluya el nombramiento como Capital Europea de la Cultura 2016.

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Si quieres ver la ruta hecha para llegar de Salamanca a Cáceres, visita Vía Michelín.

¡¡ Hasta Pronto !!

Desde Cáceres, 20 de Octubre de 2004