El Escorial fue el centro político del Imperio de Felipe II, allí organiza el palacio, la biblioteca, su sepulcro y el de sus familiares. En Agosto del 1561 Juan Bautista de Toledo es nombrado “arquitecto del rey” y en abril de 1563 se coloca la primera piedra del actual Monasterio. La obra se termina en el 1584.

La situación del Monasterio no fue una decisión casual. Canteros, astrólogos, teólogos y arquitectos trabajaron en la búsqueda del lugar más idóneo para su construcción y es que la historia del Escorial está ligada al carácter abierto de su paisaje y a la belleza de su entorno.

A Juan Bautista de Toledo se debe el planteamiento del edificio con su actual perímetro y sus torres angulares, así como parte de la fachada principal, el Muro del Mediodía y el Gran Patio de los Evangelistas (salvo sus capiteles). Pero también hay que tener en cuenta la importante participación de Juan de Herrera, a quien se le debe la fachada de la basílica, los capiteles del gran Patio de los Evangelistas y probablemente sean también suyas las trazas del Patio del Palacio, de sus crujías, de los patios menores y de todo el complejo de la parte norte.

El edificio fue construido con una triple finalidad: servir de panteón, de palacio y de convento. Es por esto que al contemplarlo podemos tener la impresión de que la obra carece de unidad esencial.

Recibió su nombre como conmemoración de la victoria en la batalla de San Quintín, ocurrida el día de San Lorenzo y a eso se debe su forma de parrilla, instrumento utilizado para el martirio del Santo.

La decoración externa es un juego geométrico de pirámides y esferas dentro de la sobriedad más estricta. Tiene, en los ángulos, cuatro torres de 55 metros, que se encuentran cubiertas por chapiteles de pizarra rematados por una gran bola de metal.

Para las necesidades del alojamiento y servicios de la Corte se construyeron las llamadas Casas de Oficios, Ministerios, Infantes, Reina y la Compaña, conectadas entre sí por medio de arcos. Todas estas construcciones se realizaron en granito y destacan por su extrema sencillez. El granito utilizado para su construcción fue extraído de la sierra de Guadarrama.

En la basílica se conserva, a uno y otro lado del altar mayor, los cenotafios de Felipe II y Carlos I, con sus respectivas familias. El Panteón de los Reyes ocupa una capilla circular situada debajo del presbiterio. Esta capilla se encuentra majestuosamente decorada con hermosos mármoles y bronces dorados.

La obra fue decorada por varios pintores italianos, entre los que destacan: Zuccero, Tibaldi y Cambiaso. También sobresalen las pinturas del Bosco y el Greco, así como las esculturas de Monegro y la obra maestra de Claudio Coello, La Adoración de la Sagrada Forma, que preside el retablo de la sacristía.

Por ser esta obra, tanto en su forma como en su destinación, realmente excepcional y por estar considerada como una realización artística única, el Monasterio Real de El Escorial, consagrado a San Lorenzo, fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1984, bajo los criterios I, II, VI. Con esta declaración no solo se trata de reconocer la obra en si misma, sino también de proteger el entorno natural que es de una belleza sobrecogedora.

Monasterio y Sitio de El Escorial
Año de inscripción: 1984
Inscripción: 318
Provincia: Madrid
Comunidad: Madrid
Criterios: C-I, II, VI
Ubicación: N40 34 54.3 W4 07 35.1