La fortificación intacta de Ibiza, que data del siglo XVI, es un testimonio único de la arquitectura y del genio militares, y de la estética del Renacimiento. Este modelo italo-español ha ejercido una gran influencia, especialmente en la construcción de las fortificaciones de las villas del Nuevo Mundo.

Los restos fenicios de sa Caleta y la necrópolis fenicio-púnica del Puig des Molins aportan un testimonio excepcional de la urbanización y de la vida social de las colonias fenicias en el Mediterráneo occidental. Constituyen una fuente única, en cantidad e importancia, de los descubrimientos y el origen de las sepulturas fenicias y cartaginesas.

Dalt Vila representa un excelente ejemplo de acrópolis fortificada que conserva de manera excepcional la estratificación dentro de las murallas y dentro del tejido urbano, de los primeros asentamientos fenicios, de los períodos árabes y catalanes, hasta los baluartes del Renacimiento. Esta última fase, el largo proceso de construcción de los muros fortificados, no ha destruido, antes al contrario, sino que ha incorporado las fases anteriores y la trama urbana.

La evolución del litoral de Ibiza es uno de los mejores ejemplos de la influencia de Posidonia (hierba marina) en la interacción de ecosistemas costeros y marinos. La conservación de la Posidonia, amenazada en la mayoría de las localizaciones mediterráneas, favorece y apoya una diversidad de la vida marina.

Es un ejemplo excelente de la interacción entre los ecosistemas marinos y costeros. La Posidonia oceánica de la Reserva Natural ha sido definida como la mejor conservada de la cuenca del Mediterráneo.

Los fondos marinos cobijan 220 especies diferentes que forman la comunidad marina más importante del Mediterráneo. Los sitios arqueológicos atestiguan al papel importante particularmente durante el período fenicio-cartaginés y, en concreto, la ciudad superior fortificada (Alta Vila) es un ejemplo excepcional de la arquitectura militar del renacimiento.

El conjunto de lugares protegidos se dividen en Naturales, la Reserva Natural de ses Salines, y Culturales, la ciudad fortificada de Dalt Vila, el yacimiento fenicio de sa Caleta y la necrópolis púnica del Puig des Molins.

Ibiza y Formentera forman un archipiélago con identidad propia llamado las Pitiusas y se sitúan en el sudoeste de las Islas Baleares. Se encuentra a 138 millas de la costa africana y 52 millas de la Península Ibérica. Formentera está al sur de Ibiza.

La superficie de Ibiza es de 572 km2, es la tercera isla en extensión de las Baleares, su costa tiene una longitud de 210 Km. En la costa alternan los acantilados y las playas de arena, se encuentran catalogadas unas 56 playas y a algunas de ellas sólo se puede acceder por recorridos marítimos. A su alrededor se encuentran gran número de islotes: Es Vedrá, Tagomago, Sa Conillera.

Pasada la barrera de la prehistoria, de la que las islas ofrecen algunos restos importantes como el monumento megalítico de ca na Costa (Formentera), el primer asentamiento de la ciudad es el desa Caleta situado en la costa sur de la isla. Las limitaciones geográficas de la isla motivaron el traslado de su población al Puig de Vila siglo VI aC. donde surgirá Eivissa. La ciudad púnica mantendría un auge continuado hasta su adhesión al Imperio Romano en calidad de ciudad federada de Roma, en el siglo I dC.

En 1993. Las zonas húmedas que forman las Salinas de Ibiza y Formentera fueron incluidas en la Lista de Humedales de Importancia Internacional especialmente como hábitat por aves acuáticas (1993).

En 1995 Se declara Reserva Natural al área de las Salinas de Ibiza y Formentera, los islotes existentes entre ambas islas y una extensa franja marina.

Ibiza, Biodiversidad y Cultura
Año de Inscripción UNESCO: 1999
Inscripción: 417rev
Provincia: Ibiza
Comunidad Autónoma: Islas Baleares
Coordenadas: N38 54 40.1 E1 26 06.7
Criterios: N (ii) (iv) C (ii) (iii) (iv)